El Ayuntamiento de Solórzano ha recibido hace unas semanas al chef Antonio Vicente en el marco de la campaña ‘Re-Aprovecha’ de lucha contra el despilfarro alimentario y el fomento de la economía circular del Gobierno de Cantabria que gestionan las consejerías de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la empresa pública MARE.
El taller de sensibilización tuvo lugar durante la primera semana de diciembre en la Casa de Cultura de Solórzano y estuvo a cargo del chef Antonio Vicente quien a través de pautas generales sobre cómo reducir el despilfarro alimentario y recetas sencillas ha enseñado a los asistententes a aprovechar los alimentos adquiridos o producidos.
El encuentro contó con el respaldo de los vecinos del municipio y con la asistencia de la alcaldesa, Gema Perojo, quien ha destacado la importancia de esta campaña que “busca la preservación del medio ambiente y una utilización más eficiente de los recursos''. Además, ha asegurado que con estas iniciativas se fomenta “la cultura del reciclaje y la economía circular” y ha agradecido la gran participación de los vecinos que se han acercado a conocer más de cerca esta campaña “tan necesaria y útil para lograr residuos cero''.
ESTRATEGIA CONTRA EL DESPILFARRO DE ALIMENTOS
Esta campaña se enmarca dentro de la Estrategia contra el despilfarro de alimentos en la Comunidad Autónoma que aprob el Gobierno dentro de un enfoque integral diseñado por la Unión Europea para la utilización eficiente de los recursos.
Según establece, el desarrollo económico debe desligarse de la economía lineal, el espacio donde se extraen los materiales de la tierra para fabricar los productos, usarlos y luego eliminarlos, para evolucionar hacia una economía circular, en la que los residuos y los subproductos del final de vida de los productos usados entran de nuevo en el ciclo de producción como materias primas secundarias.
La campaña también está asociada al Plan de Residuos de Cantabria 2017–2023, que incluye, entre sus objetivos, la gestión separada de los residuos alimenticios y de cocina procedente de hogares, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor, así como residuos comparables procedentes de plantas de procesado de alimentos.
