martes. 23.04.2024

Desde que la pandemia por COVID–19 paró abruptamente el mundo, todos tuvimos que aprender a bailar bajo la lluvia. En ese proceso adaptativo, la música, ese ligero y delicado sonido que nace de los instrumentos de los intérpretes y desemboca en los oídos del público, continuó sonando desde los balcones durante el confinamiento y poco a poco fue recuperando su espacio sobre los escenarios.

La capital del Besaya acoge tres festivales principales: Música en Grande, Viva la Vida y Soundcity

En esta dinámica de conciertos, cada año durante el periodo estival la capital del Besaya acoge tres festivales principales: Música en Grande, Viva la Vida y Soundcity. El pasado 2020, Viva la Vida ocupó su lugar de preferencia en los jardines de la Feria de Muestras de La Lechera, en una edición que trajo a más de una treintena de artistas para disfrute del respetable público.

Sin embargo, no corrió la misma suerte el festival Música en Grande, que habitualmente acoge el estadio de El Malecón, que pasó del mes de julio a septiembre, para finalmente ser aplazado al presente 2021. Sin embargo, esta edición ha vuelto a ser pospuesta al año que viene, tal y como comunicó Mouro Producciones (empresa adjudicataria del los conciertos) al Ayuntamiento de Torrelavega mediante un correo electrónico el pasado 12 de mayo. Desde Mouro apuntan a que, tal y como está la situación sanitaria, ahora mismo era inviable juntar a 9.000 personas durante los días 7, 8 y 9 de julio en el estadio El Malecón.

No obstante, si se sacó a concurso público el festival Viva la Vida de Torrelavega para este verano, que se celebra en los jardines de la Feria de Muestras de La Lechera, siempre bajo la premisa de contar con las medidas que marcan las autoridades sanitarias: público sentado, mascarilla y gel hidroalcohólico. Pero este concurso, inicialmente adjudicado a De la Fuente Producciones por 475.000 euros, se encuentra ahora mismo en "stand by" debido a unos problemas con los contratos.

Así, Pedro Pérez Noriega, concejal de Economía, Hacienda, Industria y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Torrelavega, apuntaba sobre los contratiempos de los conciertos que “se han producido por unos problemas relacionados con los contratos respecto a la exclusividad de los artistas”. Por tanto, señala el concejal que desde el pasado miércoles “ De La Fuente Producciones cuenta con 10 días hábiles para justificar la solvencia técnica que acredita que su oferta es viable”. Si De La Fuente Producciones puede demostrar que es capaz de desarrollar la oferta que proponga, se dará el pistoletazo de salida a los conciertos el 16 de julio. En caso contrario, la norma dicta que la puesta en marcha del festival correspondería al siguiente en la lista, que es Mouro Producciones.

Un total de 23 artistas esperan la confirmación para subirse o no al escenario, pues, de no alcanzar una solución, podrían clausurarse los conciertos.

Hasta ese momento, habrá que esperar a lo que resuelva el Ayuntamiento de Torrelavega. Sin embargo, hasta que este barco llegue a buen puerto el tiempo pasa y con él se abre la desagradable posibilidad de que “tengan que suspenderse los conciertos en La Lechera por falta de tiempo para preparar el recinto. Esto podría dejar a la capital del Besaya sin sus ya tradicionales conciertos”, dice Pérez Noriega. Un choque de trenes entre dos empresas concursantes cuyo impacto puede dejar al festival Viva la Vida sin espectadores que vivan la música. Hasta entonces, un total de 23 artistas esperan la confirmación para subirse o no al escenario, pues, de no alcanzar una solución, podrían clausurarse los conciertos.

Este medio se ha puesto en contacto con ambas empresas para conocer sus valoraciones al respecto, sin embargo han declinado hacer declaraciones sobre la situación.

LA LLAMA, UNA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

En esta pugna por la oficialidad de la actividad concertística en la capital del Besaya, el festival Soundcity se postula como una vía de escape al silencio procedente de El Malecón y La Lechera. Este festival ocupa la Plaza de La Llama desde hace tiempo con una serie de conciertos gratuitos, lo que hace que no se pueda saber con certeza la afluencia de público que acude al evento. Dicha incertidumbre hace que se valore la posibilidad de emplazar su ubicación en otro recinto, siempre que este sea al aire libre y nunca permitiendo el acceso a más de 1.000 personas, que es lo que marcan ahora mismo las autoridades sanitarias.

Lo que está claro es que, más allá de los entresijos que suceden entre bambalinas, el público reclama música, más aún en estos tiempos en los que Torrelavega se dispone a recuperar el ritmo de la vida.

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