La Unión Europea ha establecido que, a partir de 2022, todos los coches nuevos adopten obligatoriamente una serie de asistentes electrónicos que aumenten la seguridad de sus ocupantes y de los otros usuarios de las vías. Uno de estos nuevos asistentes obligatorios será la Cámara Trasera con Detección de Tráfico Cruzado. Este sistema de ayuda a la conducción será obligatorio en todos los vehículos nuevos desde julio de 2022.
Se trata de una tecnología ya existente que cada vez utilizan más vehículos y que no ha dejado de evolucionar, mejorando su funcionamiento. Unos sistemas que, según un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo, permitirán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos 18 años. Y que forma parte del programa “Visión Cero” con el que se espera reducir en 2050 a cero las muertes ocurridas por accidente dentro de la Unión Europea. 2022 será la primera etapa, para luego seguir incorporando otros sistemas de serie en los años posteriores.
La cámara trasera ayuda a maniobrar marcha atrás. Las más completas asisten al aparcar mediante líneas auxiliares de guía que marcan la trayectoria, orientando sobre la dirección adecuada en sintonía con los puntos de giro del volante. Se activa cuanto el conductor inserta la marcha atrás o conectando el sistema al pulsar un botón en el interior.
La cámara trasera permite realizar con seguridad la maniobra de marcha atrás, pudiendo detectar elementos que quedan en un ángulo muerto en los espejos y reaccionar más rápido ante un objeto en movimiento. Además, apoyándose en las líneas auxiliares superpuestas, facilita las maniobras de aparcamiento.
El Asistente de Tráfico Cruzado Trasero sirve para reducir el riesgo por falta de visibilidad al echar marcha atrás, estando desarrollado en especial para abandonar una plaza de estacionamiento en batería. Permite conocer, ante la falta de visibilidad, que se aproxima un vehículo por cualquiera de los laterales posteriores, hasta una distancia de unos 30 m.
