Las fiestas navideñas son sinónimo de grandes 'comilonas' en familia y con amigos. Excusa o motivo principal de las reuniones, el caso es que no existe una Navidad sin los platos estrella por excelencia. Algunos de ellos tienen sus raíces en Cantabria, con recetas que evocan a hogar y familia.
Comenzar el menú con buen pie es fácil, pues siempre podremos recurrir a unos socorridos canapés que, estando en ‘la tierruca’, pueden tener a la anchoa o los quesos de la región como principales ingredientes. Acompañados de otros productos que darán un toque especial a estos bocados de sabor como son el salmón ahumado, los langostinos, las gulas o los huevos de codorniz, entre otros. Estos son algunos de los ingredientes más utilizados y a la vez más combinados en las casas cada navidad para sus canapés. Otro de los platos que suele estar presente en estas fiestas es el pudin de cabracho, laborioso pero con el que el éxito está asegurado. Unas buenas tablas de embutido tampoco pueden faltar en los comedores cántabros cada diciembre.
En Cantabria ha existido siempre una importante tradición de consumir caracoles en las fechas navideñas. Los llamados caracoles a la montañesa tienen un secreto, un sofrito muy sabroso a base de tomate frito casero, jamón, cebolla, ajos y nueces. Sin embargo, en la actualidad, aunque se conserva en algunos hogares, los menús se han diversificado mucho, y la rica gastronomía de la región con productos de calidad tanto de la mar como huerta o carnes han hecho evolucionar muchas recetas.
Para continuar con el menú, los pescados del Cantábrico pueden ser una excelente opción. La sopa de pescado, un plato tradicional de cuchara, es uno de los manjares por el que muchos esperan cada Navidad. El rico marisco con el que contamos no solo nos ofrece la posibilidad de elaborar una exquisita sopa, sino de convertirlo en plato principal. Por su parte, pescados como el besugo al horno también es un plato típico del norte en estas fechas, así como la merluza en todas sus vertientes, rellena con jamón serrano y langostinos acompañada de patatas panaderas, o bien en salsa verde, por ejemplo.
También la región cuenta con una extensa actividad ganadera con carnes reconocidas por su sello de calidad, que pueden sustituir al pescado o bien ser una opción más en el menú. Un clásico en los hogares es el lechazo al horno, así como también es muy demandado en estas fechas el cordero.
A pesar de la gran cantidad de comida que llena las mesas de las casas cada Navidad, todo el mundo deja un hueco especial para el postre. Y si hay algo que no puede faltar para cerrar toda comida o cena navideña son las tostadas –o torrijas-. Además, turrones, polvorones y mazapanes tienen un hueco especial en los hogares, y cuando llega el 6 de enero, los roscones de Reyes hacen las delicias para cerrar esta época del año por todo lo alto.
