El prolongado estado de alarma obliga a sacar la creatividad e imaginación para aprovechar el exceso de tiempo libre en casa sin caer en la desidia y el aburrimiento. Si algo nos está quitando el coronavirus es el contacto con la familia y seres queridos, con especial tristeza en la lejanía con los mayores, los abuelos. Pero, en aras de equilibrar aunque sea un poco esa balanza de dolor por la imposibilidad de abrazar, reunirse, besar y reír en compañía, hay algo que también nos está regalando el confinamiento a pesar de que se creía intrínseco en nuestro día a día. Y esto no es otra cosa que el tiempo en familia desde el hogar, una actividad que, caída en la cotidianidad de la semana, quedaba relegada a un segundo plano convirtiendo a los padres, hijos, hermanos o parejas en casi desconocidos. Descubrir nuevas aficiones y conocer más a las personas que nos rodean, son las asignaturas pendientes de una sociedad sumida en el ajetreo y trabajo diario y que se pueden recuperar estos días.
La cocina se puede convertir durante el confinamiento en la perfecta compañera para disfrutar del hogar descubriendo nuevas recetas y sabores, incluso con la ayuda de los más pequeños de la casa. Y entre receta y receta, que mejor que hacer algo de ejercicio, baile o yoga.
Los juegos de mesa también se pueden convertir en una buena opción para matar las horas muertas, además éstos no entienden de edad y los hay para todos los gustos. Las series y películas ya se habían convertido en uno de los pasatiempos más utilizados con el auge de las plataformas digitales, pero hay tiempo para combinar estas historias de ficción visuales con las que proporciona un buen libro. Aprovechar para leer aquello que has dejado olvidado en la estantería también es una opción para mantenerse vivos mentalmente.
Los niños siempre ayudan a potenciar esa imaginación y requieren, también, de actividades constantes para aliviar esa falta de libertad que tanto anhelan. Las pinturas, acuarelas, manualidades, actividades relacionadas con los conocimientos aprendidos durante el curso, interpretar obras de teatro, son tareas que potencian su creatividad, disminuyen el estrés y mantendrán entretenidos a niños y mayores. Además, crear un rincón de juegos nuevo, donde ellos se sientan en su mundo, y acercarles los juegos tradicionales de siempre, carreras de sacos, el juego de las sillas, el escondite, la gallinita ciega o la comba les mantendrá enérgicos durante el día y llegarán a la noche con más tranquilidad.
Por último, estos días de confinamiento en los que la cocina, los juegos con los niños y el deporte ponen la casa patas arriba, también se pueden emplear en hacer una limpieza profunda del hogar.
