Daniel Fernández (Santander, 1984) lleva ocho años como concejal del PSOE en la capital de Cantabria, y afronta ahora las que son sus primeras elecciones municipales como candidato a la Alcaldía de una ciudad que, según sus propias palabras, necesita un cambio. Y es que Santander ha sido gobernada por el mismo partido, el PP, desde la transición democrática. El candidato socialista nos desgrana los pilares de su programa, las necesidades más urgentes de la ciudad y las peticiones de cambio que, asegura, recibe desde la calle.
Santander ha tenido una legislatura marcada no solo por la pandemia, sino por conflictos como el de las basuras. ¿Qué balance hace de estos cuatro años?
Han sido cuatro años de decadencia en Santander, cuatro años de demostración de que el proyecto del PP para nuestra ciudad no está funcionando. Nos ha llevado a una ausencia de presupuesto, de PGOU, de proyectos transformadores. Y eso se palpa en el ambiente. Lo hemos visto con unos servicios públicos que no han cumplido las expectativas. Hablamos de las basuras, que nos han llevado a tener la ciudad más sucia que nunca; de la policía local, que sigue sin tener los 100 efectivos que le faltan y eso provoca que los ciudadanos, cuando llaman, no reciben atención. Ha sido una demostración de que en Santander nada está funcionando, de que no ha habido ningún tipo de plan en estos cuatro años, y de que la ciudad está paralizada y en decadencia.
Son sus primeras elecciones como candidato, pero lleva ocho años como concejal. ¿Cómo vive esta campaña?
Con tremenda ilusión. Tengo un proyecto para la ciudad que creo que es vital para que se ponga de nuevo en marcha Santander. Va a tener varios pilares. Uno fundamental es el empleo, no podemos seguir permitiendo que nuestra ciudad siga perdiendo el paso. Eso ha provocado que en las últimas décadas Santander haya perdido 20.000 habitantes. Tenemos que apostar también por la vivienda, por unos servicios públicos de calidad acordes a los impuestos que pagamos los vecinos y vecinas. Hablaba antes del servicio de basuras. Tiene que recuperar los estándares de calidad que todos los ciudadanos queremos y que Santander luzca limpia para vecinos y aquellas personas que nos visitan, con un proyecto a largo plazo para transformar todo lo que no ha funcionado en estos últimos cuatro años. Santander es evidente que necesita un cambio, un nuevo equipo de gobierno, otro color político. Aquí siempre han gobernado los mismos, y lo que necesita Santander es una nueva forma de gobernar más orientada hacia las necesidades de los ciudadanos.
¿Pueden ser estas elecciones el momento de ese cambio?
Santander está ansiosa de cambio, y eso lo vemos en la calle. Llevamos muchos meses pateando los barrios de la ciudad, escuchando a los ciudadanos, y es lo que nos transmiten, que Santander necesita cambiar. Y para eso tiene que haber un cambio en el equipo de gobierno y tiene que entrar a gobernar un alcalde socialista que tenga no solo un proyecto para la ciudad, sino ideas que vayan más en la línea de ayudar a la gente y poner en valor lo que Santander supone para Cantabria. Necesitamos un equipo de gobierno que se aleje de la confrontación, que busque el acuerdo y el consenso, no solo con otras instituciones, sino también desde el punto de vista público-privado para permitir que empresas se instalen en Santander y generen empleo de calidad.
Habla de barrios y de la gestión de los servicios públicos en estos años. ¿Hay una Santander de primera y otra de segunda?
Los servicios públicos no llegan igual a todo el mundo, y eso es lo que provoca que haya barrios de primera, de segunda y hasta de tercera. Lo que proponemos es un Plan para todos los barrios de Santander y que, independientemente del código postal en el que esté la vivienda, uno pueda disfrutar de los mismos servicios. Al fin y al cabo, si pagamos lo mismo, tendremos que recibir por parte del Ayuntamiento los mismos servicios. Y es algo por lo que vamos a apostar, que haya una igualdad entre los barrios de Santander.
¿Cuáles son las prioridades de su programa para los próximos 4 años?
El proyecto fundamental para Santander es dotar de unos servicios públicos de calidad a toda la ciudad. Tiene que funcionar el transporte público de manera eficiente, para lo que va a haber que poner en marcha más frecuencias. Tiene que ponerse en marcha un servicio de excelencia en la limpieza de Santander. Tiene que haber una administración local modernizada que permita que las licencias de obra y de actividad se den en el menor plazo posible, porque actualmente la lentitud está llevando a una pérdida de inversión en Santander, lo que redunda en el empleo y la calidad de vida de los ciudadanos.
Pero además, queremos apostar por una gran transformación urbana orientada hacia las ciudades europeas. Es decir, una movilidad sostenible, para lo que hay que hacer aparcamientos disuasorios para que la gente que viene a Santander pueda aparcar, con buenas frecuencias que conecten con el centro de la ciudad. Y también con el PCTCAN y la Universidad. Tiene que haber una transformación cultural. Ya estamos viendo la apuesta decidida del Gobierno de Cantabria y de España, lo estamos viendo a través de la iniciativa privada, y lo que queremos es que el Ayuntamiento también ponga de su parte. Ha habido una propuesta, la creación de un teatro municipal, que creemos que es vital para transformar y recuperar zonas degradadas. Queremos que se instale en la zona del Cabildo de Arriba, una zona abandonada desde hace tres lustros y que sigue pareciendo un territorio de guerra. Hay que recuperar esos solares vacíos, hay que ponerlos en marcha con aparcamientos en altura para residentes. Tenemos que garantizar el aparcamiento, y lo haremos también con la implantación de la zona verde de la OLA.
Da la sensación de que en los últimos años Santander se ha enfocado hacia el turismo en lugar de generar otro tipo de empleo. ¿Cómo se puede cambiar esta tendencia?
La economía relacionada con el turismo está funcionando porque Santander es una ciudad maravillosa, y seguiremos incentivando para que el turismo sea una economía potente en Cantabria y en Santander. Pero eso no impide que seamos valientes en otro tipo de economías. Está la del conocimiento, que deriva de los alumnos y alumnas que van a la Universidad de Cantabria y que les permitirá desarrollar su vida laboral en Santander. Por eso, cuando sea alcalde a partir del 28 de mayo saldré de la ciudad para acercarme a otros lugares donde podamos promocionar la ciudad y tratar de atraer empresas de fuera de Cantabria, generando empleos de calidad relacionados con esa economía del conocimiento, por la que se ha apostado desde España con institutos de investigación en nuestra ciudad, como el Instituto de Hidráulica o el de Física. Santander tiene que apostar por la economía del conocimiento, no podemos invertir en nuestros alumnos y alumnas y después no darles las oportunidades para que se instalen y trabajen en Santander. La otra es la economía de la cultura, el ocio y el deporte. Tenemos que tratar de fomentar que Santander sea un atractivo y una referencia cultural en el norte y en nuestro país, y en eso vamos a trabajar muy duro.
Respecto a la vivienda, y ahora que La Remonta ha sido uno de los anuncios del Gobierno de España, ¿es este el gran proyecto para Santander o forma parte de una estrategia global?
En La Remonta hay una nueva oportunidad porque hay un nuevo interlocutor. Anteriormente ese espacio era propiedad del Ministerio de Defensa, y ahora se ha vendido al SEPE con la intención de construir una serie de viviendas que son viables con lo que nosotros hemos pedido siempre, y es que La Remonta sea un gran pulmón verde para Santander. Son 300.000 metros cuadrados, unos 60 campos de fútbol, por lo que hay espacio para que haya 257 viviendas, que son las previstas, y a la vez tengamos un pulmón verde. Pero eso está enmarcado dentro de la política de vivienda que pretendemos desarrollar a lo largo de la próxima legislatura. Nos hemos puesto un número, 2.000 viviendas. Dentro de ellas, queremos movilizar a través de una bolsa pública de alquiler 900 de las 2.500 viviendas vacías en la ciudad, para que los jóvenes no tengan que marcharse por el precio de la vivienda. También hemos podido ver cómo el Gobierno de Cantabria ha apostado por la vivienda en alquiler asequible. Lo hemos visto en El Campón, y también pretendemos que las 335 viviendas públicas en el nuevo Alisal se destinen también a alquiler asequible para gente joven. Esa es la manera de asentar población en Santander e impedir que se siga marchando la gente de nuestra ciudad, y lograr así que con esas oportunidades la ciudad crezca y tenga oportunidades de vivienda aparejadas al empleo.
¿Ve posible una coalición entre varios partidos para gobernar Santander?
Lo que vemos es que las mayorías absolutas terminaron, y por lo tanto el próximo equipo de gobierno será en coalición. Solo hay dos alternativas: que mantengan al PP y vuelva a gobernar esta ciudad otros cuatro años más, lo cual sería dramático para Santander; o que yo sea el alcalde, que el PSOE gobierne en la ciudad a través de un proyecto de futuro basado en una gestión eficiente y eficaz de los recursos públicos, cambiando de color político y que de una vez por todas un alcalde progresista lidere el futuro de la ciudad. Creo que todo el mundo está con esa ansia de cambio, así que trataremos de poner de acuerdo a los partidos políticos que lo ambicionen.
¿Cree que la situación política nacional puede condicionar el voto de la población en estas elecciones?
Lo que espero es que los ciudadanos entiendan que lo que se decide el 28 de mayo es el futuro de Santander, y por lo tanto tienen que votar quién quieren que gestione esta ciudad, si el PP, con un desgobierno absoluto, sin proyectos ni futuro como viene haciendo los últimos años, o que haya un cambio de una vez por todas para que se recupere el pulso y el paso para que vuelva a ser una ciudad referente en el norte, que es lo que quiero y deseo. Sin embargo, es verdad que espero que la tónica que estamos viendo a nivel nacional, con el Gobierno de España de Pedro Sánchez poniendo en valor todo lo que puede ofrecer a nuestro país también sirva de ayuda para el cambio se produzca en Santander. No hay que olvidar que en todo este tiempo el Gobierno de España ha estado al lado de la gente, ha subido las pensiones y ha creado muchísimo empleo. Se ha visto que hay dos maneras de gobernar, la que apuesta por ayudar a la gente o el modelo del PP, que ya vimos lo que supuso en la anterior crisis: un error mayúsculo para nuestro país y un fracaso. El Gobierno de España está haciendo las cosas muy bien, y eso va a servir para que se vea que desde Santander podemos gobernar en esa misma línea.
Si se produce un cambio en Santander y se mantiene en el Gobierno de Cantabria el bipartito PRC-PSOE, ¿eso facilitará las relaciones entre instituciones o no importa el color político?
Creo que lo fundamental son las personas. Hasta ahora hemos visto una candidata del PP, la actual alcaldesa de Santander, que ha basado su criterio en la confrontación permanente con el resto de instituciones. Mi manera de ser es contraria a eso. Soy una persona que siempre trata de buscar el acuerdo y el diálogo, creo que de esa manera es como se consiguen los grandes acuerdos transformadores para la ciudad. La gente quiere que busquemos soluciones a sus problemas y no les creemos más, y si hay un cambio de color político en Santander va a haber un alcalde que tenga esa voluntad de negociar y llegar a grandes acuerdos, sin olvidar la reivindicación. Seré reivindicativo para buscar las mejoras de Santander, pero siempre desde un punto de vista positivo para buscar los mejores acuerdos.
