sábado. 20.04.2024

Empiezan a ser algo habitual las imágenes de autobuses atascados en la rampa Sotileza de Santander, una de las más sinuosas y con más pendiente de la capital cántabra. El tamaño de estos vehículos, unido a las condiciones de la calle, hace que en una de las curvas se queden sin poder moverse, incapaces de realizar la maniobra para poder salir, ya sea dando marcha atrás o para continuar su camino. El último de estos casos se ha producido en la madrugada de este viernes.

Según han relatado algunos vecinos, el vehículo estuvo atascado durante varias horas, siendo necesaria la ayuda de la policía local y los bomberos, al igual que ocurrió en las anteriores ocasiones. Este es el segundo incidente de estas características en apenas tres meses, después de que el pasado 3 de abril otro autobús tuviera que ser sacado de esta situación con dos autotanques y una grúa de los bomberos.

 

Y en 2018, concretamente en diciembre, los vecinos también vivieron esta situación. En aquella ocasión el vehículo atrapado en esta vía entre la calle Alta y la calle Cádiz fue auxiliado por la policía local.

Algunos de estos incidentes se produjeron, según las autoridades, por el GPS de los vehículos, que los dirigió por este camino. En todo caso, ya ha habido voces que han reclamado que se instale una señal o algún tipo de aviso para evitar que vehículos como estos circulen por esta rampa.

La rampa Sotileza vuelve a ser una trampa para otro autobús
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