viernes. 29.03.2024

En agosto de 2017 el proyecto parecía materializarse. El antiguo túnel que conectaba el santanderino barrio de Tetuán con el Sardinero, y que estuvo en funcionamiento desde 1892 hasta 1917, iba a ser reacondicionado y reabierto para darle un uso peatonal y ciclista. ¿La fecha de reapertura? Este mismo año. Sin embargo, llega el otoño y no solo no se ha cumplido con esta idea inicial, sino que tampoco se ha cumplido con las previsiones ni los plazos que se había marcado el propio Ayuntamiento en este 2019.

En marzo de este año el equipo de Gobierno del PP aseguraba que para “finales de verano” comenzarían las obras de esta estructura por la que, originariamente, pasaba un tranvía. En ese mes se presentó el proyecto a vecinos y hosteleros de Tetuán. Pero ahora son los propios vecinos los que denuncian el abandono del lugar, que actualmente está poblado de hierba, anegado de agua y convertido en un “foco de ratas, cada vez son más”, como señalan algunos de ellos a este diario. Pero ninguna máquina cerca de esta entrada, uno de los tres ámbitos de actuación del proyecto. Ni siquiera vallas o estructuras de obra que delimiten el área de actuación.

El coste de la obra también ha variado. En concreto, de los 3 millones que se estimaban en 2017 a los 5 millones del proyecto presentado este año. El incremento se debe, según explicó el Ayuntamiento, a la necesidad de incorporar medidas adicionales de consolidación para aportar “mayor seguridad y garantías”. Este medio ha intentado ponerse en contacto con fuentes del Ayuntamiento que pudieran explicar el posible retraso en el proyecto, sin haber recibido respuesta. Lo único que se conoce hasta ahora es que la Junta de Gobierno aprobaba, en su reunión del pasado 24 de septiembre, el expediente para contratar las obras, por procedimiento abierto con varios criterios de adjudicación.

Estado actual del antiguo túnel de Tetuán y su entorno | Foto: edc

PROYECTO

El proyecto plantea actuar en una longitud total de casi 700 metros, incluidos los 300 metros del antiguo túnel del tranvía y la urbanización del entorno en sus dos accesos: la boca Oeste, en la zona de Tetuán, y la boca Este, en el área del Sardinero. También se aprovechará para reordenar y acondicionar los espacios que se encuentran en ambas bocas, incluyendo nuevo mobiliario urbano y arbolado y mejorando las plazas existentes actualmente. El aspecto actual que presenta la zona de Tetuán está muy lejos de una reordenación de este tipo. Y nada parece indicar que los trabajos vayan a empezar de forma inminente.

En el caso de la boca oeste, se actuará desde la bifurcación de la calle Tetuán, frente al polideportivo Marcelino Botín, hasta las antiguas escaleras que daban acceso al Alto de Miranda a través de Barrio Camino. En este entorno se reforzará el carácter peatonal, desplazando todas las plazas de aparcamiento a una misma banda al norte de la calzada de acceso a Las Canteras y acondicionando el carril bici. La calzada será de adoquín, para calmar el tráfico, y únicamente servirá de acceso a los aparcamientos de la plaza de la plaza Alhucemas. Para delimitar aún más el área destinado a peatones, junto al carril bici se dispondrá una zona estancial con parterre pisable, bancos y arces rojos.

Ya en la plaza Alhucemas, se aprovechará para ordenar los accesos a los edificios y a la propia plaza y optimizar tanto los usos de la pista multideporte como del número de plazas de aparcamiento, construyendo además una rampa en el lateral oeste, donde ahora se ubican las escaleras de acceso a los edificios. También se instalarán aparatos de ejercicios para adultos. La intervención en este ámbito se completa con el acondicionamiento de una rampa de acceso al túnel, de 63 metros de longitud, y una nueva escalera de acceso directo a Barrio Camino.

Por lo que respecta al túnel, que tiene una altura media de entre 3,25 y 4 metros, los primeros trabajos serán las perforaciones para identificar el tipo de relleno utilizado en los distintos revestimientos y la instalación de monitorización continua para conocer el nivel del agua y el estado tensional del terreno y del revestimiento en cada sección del túnel. Entre las medidas adicionales incorporadas en el proyecto definitivo destacan las relacionadas con la consolidación del túnel, que se realizará mediante inyecciones de baja presión a lo largo de todo el trazado con el fin de reforzar el terreno y garantizar bóvedas de descarga en el interior de la formación rocosa.

Por último, en la boca este, en el Sardinero, se propone prolongar el túnel en unos 55 metros de longitud, dado que la salida actual está condicionada por la existencia de la antigua trinchera y edificios altos, lo que generaría un espacio sombrío entre taludes y edificios. La solución pasa por un falso túnel, que en algunos puntos recibirá iluminación natural del exterior, con una altura de entre 9 y 6 metros, según los tramos. A la salida del falso túnel se habilitará una escalera que permitirá abrir y conectar un itinerario peatonal entre las calles Ramón y Cajal y Joaquín Costa, y en el lado opuesto, una alineación de arces rojos.

ANTIGUO TÚNEL

El antiguo túnel de Tetuán formaba parte del trazado del Tranvía de Vapor del Sardinero, inaugurado el 23 de junio de 1892. Cubría un trayecto de unos 2.460 metros que partía desde la plaza del Pañuelo (la actual plaza de Italia) hasta la calle Martillo (Marcelino Sanz de Sautuola), pasando por La Cañía, el túnel, Tetuán, San Emeterio, Molnedo, Peña Herbosa y Daoiz y Velarde.

Tras varios años de actividad, en 1917 se declaró la caducidad de la concesión. Posteriormente, durante la Guerra Civil, el túnel se habilitó como refugio, y más adelante, en la década de 1950, el Ayuntamiento lo habilitó para su uso peatonal, desistiendo a los poco años.

En 1986 se decidió el sellado total de sus bocas y en la del Sardinero se aprovechó para rellenar completamente la trinchera existente en ese punto y acondicionar una zona verde.

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