miércoles. 24.04.2024

La madrugada de Santander ha dejado unas imágenes del regreso de la ‘normalidad’ a la plaza Cañadío, donde más de un centenar de jóvenes se juntaron “sin guardar distancias de seguridad y sin mascarillas”. Así lo ha difundido la Asociación de Vecinos Pombo–Cañadío-Ensanche a través de su cuenta de Twitter con un vídeo en el que se puede ver la plaza completamente atestada, sin apenas espacios libres, con los jóvenes cantando y bebiendo. “Y la normalidad volvió a Cañadío. ¿Algo que añadir Pedro Nalda y Gema Igual?”, pregunta la AA.VV. junto al citado vídeo, interpelando directamente a la alcaldesa de Santander y al concejal de Seguridad Ciudadana.

A este mensaje se ha sumado el PSOE de la capital cántabra, que también ha difundido las imágenes y que en un comunicado ha alertado del “descontrol” de la última madrugada en Santander, y ha exigido a Igual que “ordene a la Policía Local una vigilancia exhaustiva de los botellones” que se producen tras la hora de cierre de los locales en Cañadío, que "no es un hecho aislado y se ha consolidado una vez que ha decaído el toque de queda".

"Es responsabilidad directa de la alcaldesa garantizar la convivencia en la ciudad de Santander", porque "mientras los hosteleros cumplen de forma ejemplar con los horarios establecidos, el PP en el equipo de Gobierno no hace su trabajo de vigilar botellones que dificultan el descanso de los vecinos y ponen en riesgo la salud de todos", ha destacado el portavoz socialista, Daniel Fernández.

En este sentido, ha afeado "la permisividad de Gema Igual con estos comportamientos incívicos",  que provocan un "enorme malestar entre los santanderinos que están siendo modélicos en el cumplimiento de las medidas durante la pandemia".

Por otra parte, ha añadido que todos estos botellones contribuyen a generar más residuos en una ciudad que "sufre más que nunca la crisis de las basuras por culpa del PP, que además bloquea, en solitario y en absoluta minoría, una comisión de investigación que pueda depurar sus responsabilidades políticas desde la licitación del contrato hasta nuestros días".

El "descontrol" sanitario de Santander
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