martes. 23.04.2024

En enero de 2020 cerró sus puertas una de las últimas confiterías clásicas de Santander. Aunque llevaba en la calle Burgos desde 1969, son más de 70 años de historia que se enraízan en la ciudad que desde 1951 tenía su obrador a la salida del Pasaje de Peña, local que cerró en 2017 y en origen fue el inicio de La Polar. Sus dulces han sido reconocidos por varias generaciones. 

El rótulo original es de gran formato y letras corpóreas que estaba montado sobre la marquesina. El desmontaje ha sido posible gracias a la familia propietaria, y la Inmobiliara Mikeli gestora del local, que conocedores del proyecto llevado a cabo por Santatipo, han cedido esta pieza para su preservación.

PATRIMONIO GRÁFICO COMERCIAL EN RIESGO

Cuando se inician las obras de los locales, los rótulos suelen acabar en la basura o vendidos como chatarra o dentro de las páginas de venta de segunda mano como objetos de decoración. Como fue el caso del icónico rótulo de “La Mejillonera” (1974) por ejemplo, que fue destruido después del confinamiento y tras un aviso en redes in situ de que se estaba rompiendo para su desmontaje, se llegó tarde en su rescate.

Es por ello por lo que desde Santatipo, se reivindican unas políticas de protección y preservación en la calle, como Patrimonio Gráfico por su valor gráfico y cultural, pero también por formar parte de la identidad y memoria colectiva de calles y barrios, en unas ciudades cada vez más globalizadas y unificadas. Estas historias locales también hacen ciudad. Aunque se pide que el mejor lugar para un rótulo es la calle, en su contexto social y urbano, al no existir una política de protección hacia estos elementos, antes de que desaparezcan es intentar salvarlos. 

Desde el proyecto ya se han rescatado más de una veintena de rótulos como por ejemplo el del “Bar Gelín, El Rey de las Rabas”, un Cormorán del famoso Restaurante, “Establecimientos Coterón” de Renedo, las letras de la “Joyería Salamanca” (donadas por la familia) o los cristales de “Regalos Pombo”, el cartel del “Yerbabuena” pintado por el diseñador Carlos Limorti, entre otros. Así como otra serie de elementos gráficos comerciales (bolsas, facturas, publicidad, papel de envolver, o pruebas de imprenta) como parte de este material gráfico local. 

UN ESPACIO PARA PRESERVAR LOS RÓTULOS

Desde el proyecto se encuentran buscando un espacio donde poder almacenar este material, que sigue creciendo dado el alto número de avisos de riesgo de desaparición que se realizan, debido al alto número de comercios cerrados que hay actualmente, algunos de ellos históricos.

El fin de este espacio, aparte de que sea un lugar para la conservación, es que sirva como archivo vivo de acceso público expositivo, para recoger rótulos y cartelería que se puedan traer, así como que aquellas personas o comerciantes puedan venir hablar y poder recoger también la memoria oral de la otra historia de las ciudad y sus calles, porque esos objetos de son memoria colectiva. También sea un lugar de encuentro para investigadores en Historia y Patrimonio dado su valor social; y que sea un foco de interés para los diseñadores y tipógrafos, donde podrán ver una gran muestra y fuente de inspiración con el análisis por sus características gráficas, de ejecución y diseño, y poder divulgar el valor cultural y social de estos objetos a través de diversos proyectos en colaboración con otros colectivos e instituciones.

SOBRE SANTATIPO

El proyecto personal Santatipo nace en 2014 de la mano de Federico Barrera (creativo e historiador), donde aunaba sus dos perfiles profesionales divulgando los rótulos comerciales de Santander por su valor cultural y social, a través de las redes sociales y el blog con el tiempo el proyecto fue creciendo en comunidad e impacto, convirtiéndose en un referente en el ámbito del diseño y del Patrimonio; dando charlas, paseos tipográficos y participando en distintos foros académicos y profesionales. 

En febrero de 2020, antes de la pandemia, vio la luz la publicación “Santatipo: memoria tipográfica de los rótulos comerciales de Santander” gracias a una campaña de crowdfunding con la editorial Libros.com, apoyada por más de 120 mecenas y el Ayuntamiento de Santander. Este libro recoge parte del trabajo de esos 6 años con imágenes, historias, fotos de archivo y recuperaciones de rótulos de Santander. 

También en ese mismo mes, se funda la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico donde Santatipo es miembro fundador, junto a otros proyectos de otras ciudades como Madrid, Lisboa, Sevilla, Barcelona, Zaragoza, Navarra, Málaga y a la cual se han ido sumando otros proyectos desde Jaén, Valencia, Valladolid, entre otros, con el propósito de aunar fuerzas para proteger y preservar los rótulos. 

A finales de ese mismo año 2020, se incorpora al proyecto Javier López Camín (Diseñador Gráfico) con el objetivo de afianzar el proyecto en otras líneas de trabajo, colaboraciones y proyectos; y potenciar el rescate, dado que como se ha dicho, cada vez es más necesario preservar nuestro patrimonio gráfico. 

Ahora en 2021, tras la vuelta a la normalidad, la actividad del proyecto sigue creciendo con el foco puesto en la salvaguarda de la gráfica comercial de Cantabria, y se encuentra en proceso de transformación en Asociación Cultural incorporando a un nuevo miembro, Javier Pato (Diseñador Gráfico), con el objetivo de poder desarrollar proyectos propios de puesta en valor del Patrimonio Gráfico de Cantabria, así como colaborar con otros proyectos, iniciativas e instituciones sociales y culturales de defensa del Patrimonio, así como en el ámbito de la Creatividad y el Diseño.

Desde Santatipo piden a los vecinos y comerciantes que sí conocen que algún rótulo esté en riesgo de desaparecer, se pongan en contacto con el proyecto a través de la web.
 

La clásica “Confitería Maryland” de Santander salva su rótulo
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