El Circo Quimera, dirigido por el mago Raúl Alegría, volvió un año más a Santander. Por octava ocasión consecutiva, la carpa se instaló en el Parque Doctor Mesones, junto a la Segunda Playa de El Sardinero y muy próximo al estadio de fútbol del Racing de Santander, en cuyo aparcamiento se ubicaron las atracciones durante la Semana Grande de la capital cántabra. El circo se mantuvo allí del 20 de julio al 11 de agosto, y durante esas fechas miles de personas asistieron al espectáculo que cada día se representaba en la carpa, en esta edición titulado ‘Tropical’ y realizado en honor al marino Vital Alsar. Pero una vez terminada la última representación y recogida la instalación, ¿qué es lo que deja a su paso en la ciudad?
Según denuncia un lector de este diario, lo que puede verse en el Parque Mesones actualmente son las “cicatrices” que ha provocado el circo en un “lugar tan privilegiado”. En las imágenes enviadas el pasado miércoles 21 de agosto, diez días después de la última representación y de la celebración del I Premio Internacional Hermanos Tonetti, este espacio público presenta un aspecto muy degradado, con barro y tierra donde antes de la instalación de la carpa había césped y que, en estos meses estivales, es frecuentado por cientos de personas.
“Así ha quedado parte del Parque Mesones, un año más inservible para el uso público en plena época de verano”, denuncia este lector, que se pregunta “¿Qué beneficio obtiene Santander a cambio?”.
