martes. 19.03.2024

La incidencia del Covid-19 en Cantabria sigue empeorando. Ya supera los 150 casos, y Sanidad estima que es muy probable que para finales de semana varios municipios estén en nivel de riesgo 2. De ahí que Salud Pública haya decidido reimplantar el Semáforo Covid y las medidas restrictivas, además de estudiar el modo de aplicar el pasaporte Covid en la región. Y en este contexto, los rastreadores de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Cantabria han denunciado que la Consejería “ha decidido reducir su plantilla de rastreadores al 50% aludiendo razones presupuestarias”.

En un comunicado remitido a los medios, los profesionales aseguran que mientras se realiza este recorte de trabajadores “se está invirtiendo en otros aspectos que no son prioritarios”, lo que achacan a una “decisión precipitada, única y exclusivamente de carácter económico” que, según han afirmado, “priva a la ciudadanía de Cantabria de un servicio público de orden prioritario, necesario y de calidad en un momento crítico”.

Como recuerdan los rastreadores, esta dotación que ahora se decide reducir “ha hecho una gran labor” y ha llegado a recibir “elogios de organismos internacionales tan prestigiosos como la OMS”. De hecho, han recordado que el propio Gobierno autonómico ha reconocido en alguna ocasión que las principales herramientas de lucha contra la pandemia son “la vacunación y sus refuerzos” y “el corte de la transmisión y control de los casos a través del rastreo”.

Por eso consideran que “no se entiende” la decisión de Sanidad, más si cabe con la situación que está habiendo en Cantabria y España, con “cifras muy preocupantes y, lo que es peor, claros indicios de que la evolución no va a ser nada buena”, a lo que se suma la aparición de la variante Ómicron, que estiman “en un plano no muy largo de tiempo sea la mayoritaria y la que tenga más presencia en nuestra región”.

“La situación actual en Cantabria no invita al optimismo”, pues “junto a la aparición de la ya mencionada variante se une un rápido aumento de casos confirmados, así como de ingresos hospitalarios”, han afirmado en el comunicado. Datos todos ellos que “nos indican que estamos muy cerca de ver cómo la pandemia vuelve, otra vez, a estar fuera de control”.

Los profesionales, que recuerdan que durante la quinta ola llegaron a trabajar “jornadas de 12 y 14 horas o en los días de descanso sin pedir nada a cambio”, han reclamado al Gobierno “mantener la unidad de rastreo con los mismos integrantes hasta el control de la crisis sanitaria”, y consideran que su labor “es más necesaria que nunca para salvaguardar la salud de todos los cántabros”.

MILITARES PARA EL RASTREO

De forma paralela a este comunicado, el Ministerio de Defensa ha informado de que seis comunidades autónomas han pedido ayuda a su departamento para incrementar el número de militares dedicados al rastreo de casos. Entre ellas está Cantabria, y según esta información, el Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla ha solicitado 30 miembros de las Fuerzas Armadas se sumen a las labores de rastreo en su comunidad.

Las autonomías están así reforzando sus servicios de detección y prevención para frenar la expansión de una nueva ola de coronavirus y han decidido reforzar la colaboración ofrecida por las Fuerzas Armadas desde que se inició la segunda fase de ayuda a la pandemia, bajo el nombre de misión Baluarte.

Se trata de una operación que se inició el 30 de septiembre de 2020 por la que las Fuerzas Armadas apoyan con rastreadores militares a todas las comunidades autónomas que lo han ido solicitando. Aunque el número fue disminuyendo a medida que iba bajando la incidencia, en las últimas semanas algunas comunidades han pedido aumentar de nuevo el número de rastreadores militares ante el aumento de casos.

"Sanidad reduce su plantilla de rastreadores al 50% en un momento crítico”
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