La mayor parte de los miembros de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Cantabria se ha vacunado en el Centro de Salud de Cazoña, en Santander, en la mañana de ayer para ser un punto referente ante los profesionales de la sanidad y la sociedad en general al ser un grupo de riesgo, al estar en contacto con las personas que más posibilidades tienen por su profesión o patologías concomitantes de contraer la gripe. Siguiendo el lema establecido por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Contra la gripe. Que no te la peguen. Vacúnate, en la mañana de ayer procedieron a recibir la vacuna antigripal.
Hernández de Sande agradeció la excelente labor de las profesionales de enfermería que les pusieron la vacuna
El presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, Javier Hernández de Sande, que agradeció la excelente labor de las profesionales de enfermería que les pusieron la vacuna, destacó el beneficio que supone para la salud pública la actuación preventiva de la vacunación antigripal. Hernández de Sande, recalcó que las vacunas son seguras y aunque pudieran existir algunos efectos secundarios, generalmente son leves, y la relación riesgo-beneficio es claramente muy positiva, por lo que insistió en la necesidad de que los profesionales sanitarios se vacunen. Así, explicó que los profesionales de la salud, por su doble situación, de riesgo propio al estar en contacto con los enfermos y de riesgo de trasmitirlo a sus pacientes, sobre todo a los más vulnerables, se tienen que vacunar. Recordó que los profesionales sanitarios de Cantabria están por encima de la tasa estatal (37% frente al 34%), pero esta tasa “se puede mejorar”. De hecho, en la campaña del año 2018 se vacunaron un 31% de los profesionales del Hospital Valdecilla, un 39% en Sierrallana y un 45% en Laredo. En Atención Primaria, la tasa de vacunación del personal alcanzó el 40%.
El Gobierno de Cantabria ha adquirido más de 130.000 dosis para esta campaña, con las que se pretende alcanzar hasta un 65% en la tasa de cobertura de personas mayores de 65 años, en línea con lo que marca el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
