viernes. 29.03.2024

A las doctoras Carmen Huidobro y Mónica Fernández les separan casi dos generaciones de mujeres que han vivido la igualdad de forma bien distinta pero les unen muchas más cuestiones de las que les distancian, como una enorme vocación por su trabajo. Ambas analizan su día a día profesional bajo la perspectiva de género para el Colegio de Médicos de Cantabria con motivo del Día Internacional de la Mujer. 

De una media de 700 alumnos, solo cien eran mujeres y que casi nunca hacían especialidades como Traumatología o Cirugía

Carmen Huidobro tiene 66 años, es médico de familia en el Centro de Salud de Isabel II de Santander, estudió en Valladolid y acabó la carrera en 1981, después de interrumpirla durante tres años para casarse y ser madre de dos hijas. En su clase había una media de 700 alumnos de los que solo cien eran mujeres que casi nunca hacían especialidades como Traumatología, Cirugía, Ginecología o Cardiología, la mayoría hacían Medicina General y algunas Pediatría. Sin ir más lejos, ella quería ser “médico de pueblo” porque le gusta el contacto con los enfermos, algo que, sin duda, ellos perciben porque tiene hasta cuatro generaciones de pacientes que, aunque no les corresponda la zona de su Centro de Salud, van a su consulta. 

Mónica Fernández tiene 30 años, terminó la carrera en el 2014, 33 años después que la doctora. Huidobro, es R-5 de Traumatología en Valdecilla y estudió Medicina en Oviedo. En su Facultad había clases de menos de cien alumnos con muchas más mujeres que hombres que elegían especialidades por igual y, aunque está terminando la residencia y tiene pareja, ni se ha planteado aún formar una familia ni tener hijos. Tenía claro que quería hacer “Trauma” y en especialidades como ésta no hay tanta cercanía con los pacientes porque normalmente están en los quirófanos operando con la última tecnología, implantada en todos los aspectos, y solo algún día a la semana hay consultas. La doctora Fernández asegura que no hay desigualdad en la profesión aunque bromea contando que los hombres son más desordenados en los quirófanos, y se siente muy orgullosa de que su jefa, la Dra. Busto, sea mujer y, además, una de las pocas Jefas de Servicio de Valdecilla, que con 46 especialidades solo cuenta con nueve mujeres al frente de ellas.   

Dos trayectorias muy distintas de una misma profesión que ha cambiado muchísimo con respecto al género en las últimas décadas, lo demuestran seis respuestas a otras tantas preguntas claves para repasar las diferencias entre ambas generaciones de mujeres médicos. 

¿Cómo prefieren que se las denomine, médicas o médicos?

Dra. Carmen  Huidobro: Médicos, yo soy muy tajante en eso. No creo que suene bien médica. 

Dra. Mónica Fernández: A mí me da igual, me han llamado de todo, y lo que me dicen siempre es si he acabado los estudios, así que no me siento mal porque me digan médica o médico. 

Son dos épocas bien distintas con respecto a la mujer, ¿cómo las describirían?

C.H: La prioridad de la familia era mucho mayor. Yo dejé la carrera para criar a mis hijas y volví a estudiar, nunca lo abandoné del todo pero me costó volver, y casi tiro la toalla con mi segunda hija, sobre todo con la última asignatura que me costó mucho aprobar. Y se ha perdido la formalidad de antes con respecto al trato a los médicos, que solo permanece en la gente mayor.

M.F: Ninguna compañera ha vivido la situación de Carmen, no hay residentes que se planteen formar una familia hasta que acaben la residencia, que son muchos años. Y nadie se plantea interrumpir la carrera para continuar después. 

Los expedientes académicos de las facultades de Medicina “dan la nota” en la actualidad a favor de las mujeres, ¿por qué creen que ocurre?

C.H: Creo que es por lo que nos ha costado llegar a donde estamos. Hice un trabajo sobre “La Mujer en la Medicina” que demuestra que nos vapulearon durante décadas y, cuando las mujeres comenzamos a luchar por la igualdad tuvimos claro que nos tenemos que esforzar más en todo. 

M.F: La mujer antes no tenía tantas posibilidades, ahora estamos más tranquilas y necesitamos competir, hemos visto que tenemos las mismas oportunidades que los hombres y queremos llegar lejos.

Muchísimas veces estoy atendiendo urgencias y me preguntan que dónde está el médico

¿Alguna anécdotas de género como médicos?

C.H: En mi época siempre pensaban que las mujeres médicos éramos enfermeras, da igual la edad que tuviéramos. Así era siempre.

M.F: Me pasa muchísimas veces estar atendiendo urgencias y que me pregunten dónde está el médico, mucha gente piensa en los traumatólogos como hombres altos y fuertes y no tiene por qué ser así. 

¿Algún objetivo por alcanzar con respecto a la igualdad?

C.H: Desde la perspectiva de género no creemos que haya mucho más que hacer. Hemos ganado mucho terreno y cada año que pasan entran más mujeres en el ámbito hospitalario, que en mi época era terreno masculino.

M.F: Completamente de acuerdo, hemos avanzado mucho, no hay brecha salarial y la convivencia entre ambos sexos es muy buena en la profesión. Aunque me refiero a España, porque si vas a entornos internacionales, como Argentina, en Traumatología casi no hay mujeres.

 

 

“En medicina no hay brecha salarial pero de las 46 especialidades médicas que hay en...
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