sábado. 20.04.2024

Las formaciones políticas que ocupan la izquierda del espectro ideológico tienen fama de pasar, con suma facilidad, del debate interno a la confrontación irreconciliable, entregándose a luchas intestinas que finalizan en escisiones, cuyas diferencias son tan sutiles que no siempre resultan fáciles de comprender. Este cainismo de la izquierda, y la opacidad de sus discursos atomizados, fue magistralmente representado por el grupo de humoristas británicos Monty Python en su película La vida de Brian. No es fácil saber por qué ocurre esto; quizá sea por el radicalismo en los valores de libertad e independencia de sus correligionarios; tal vez porque la exuberancia comunicativa del movimiento asambleario acaba degenerando en una Torre de Babel donde nadie comprende a nadie, ni parece tampoco muy interesado en hacerlo; acaso una mano negra inocula en las organizaciones de izquierda, en el momento mismo de su nacimiento, el germen de la desunión, de manera que la criatura no prospere.

Es conocido que lo que sucede a nivel nacional es permeable a las autonomías, así sucedió con la irrupción de Podemos, Ciudadanos y Vox, que se mostraron como alternativas a los partidos de toda la vida. También se transfieren a las autonomías las esperanzas que anidan detrás de cada nueva empresa política y las luchas internas en las que se enzarzan, hasta sangrar, las formaciones de izquierda.

Luis del Piñal: "Unidas Podemos espera reforzarse y para ello buscan construir un frente amplio"

Luis del Piñal, coordinador de Podemos Cantabria, respecto a la división de la izquierda, cree que durante este complicado año en el que la pandemia ha parado el mundo no es momento para dividir, sino que son un partido que “quieren hacer una oposición responsable” porque “este año todos los partidos van a una”. Prueba de ello es el ‘Plan de futuro Cantabria post – covid’. En declaraciones a este periódico, Luis del Piñal considera que Podemos puede abarcar la izquierda: “Unidas Podemos espera reforzarse y para ello buscan construir un frente amplio”. Sin embargo, la posibilidad de compaginar fuerzas con Más País y ser aliados se difumina de cara al futuro: “Más País se presentó en otras comunidades y se dio de bruces. Solo sacó dos escaños”. Por lo demás, el actual coordinador de Podemos Cantabria destaca que “Iglesias pasará a la historia de este país. Pasarán años hasta darse cuenta. Un caso similar al de Julio Anguita”.

Juanma Brun: "Cuando Podemos llega al poder se producen incoherencias"

Por su parte, Juanma Brun, ex secretario general de Podemos Santander, quien dejó su cargo y se desvinculó del partido morado por discrepancias con la cúpula, afirma que “cuando Podemos llega al poder se producen incoherencias. Buscan asaltar los cielos y luego gobernar, pero no es lo mismo dar discursos que gobernar”. Así mismo, piensa que la situación a nivel nacional puede trasladarse al plano autonómico: “En Cantabria muchas de las personas purgadas eran de la órbita de Errejón”. Sobre la posibilidad de que el partido de Errejón se presente aquí, Brun apunta: “Aquí hay muchas personas convencidas de Errejón. Seguramente habrá presencia del partido y se expandirá. Si es una coalición o no, ya se verá”.

Israel Ruiz: "Nosotros siempre estaremos por un espacio amplio en la izquierda"

Otro partido que comparte con PSOE y Podemos el ala izquierda de la política en Cantabria es Izquierda Unida. Esta agrupación política se presentó a las últimas elecciones autonómicas con Equo, una coalición que no les sirvió para obtener representación en el Parlamento de Cantabria. Sin embargo, no poseer presencia en las instituciones no impide impulsar medidas de mejora para la gente, o al menos es lo que destaca a este periódico el coordinador general de Izquierda Unida en Cantabria, Israel Ruiz: “seguimos haciendo actividad política aunque no estemos en el Parlamento”. Pero Izquierda Unida ha sido capaz de integrarse en “distintas concejalías en varios ayuntamientos”.

Sobre la posible irrupción de Más País en el panorama autonómico, Ruiz destaca que “la realidad es que Más País ya se presentó en 2019 y obtuvo dos escaños en toda España”. Esta situación no es ajena ni asusta a Izquierda Unida ante la eventualidad de una lucha por esa parte del electorado: “Nosotros siempre estaremos por un espacio amplio en la izquierda, pero no solo en el parlamento, sino también en los ayuntamientos y en la calle, donde nos encontramos en las concentraciones y lo haremos con aquellas fuerzas y organizaciones que tengan implantación en Cantabria”.

LUCHA NACIONAL

El botón de Podemos constituye un ejemplo paradigmático de la deriva fratricida de la izquierda. Cuando en 2014 el diario Público difundiera el manifiesto Mover ficha: convertir la indignación en cambio político, echó a andar la peripecia de Podemos. Fiel a los designios de los grupos de izquierda y tras una breve celebración común por los éxitos electorales, la formación no tardó en cosechar desavenencias personales o colectivas, algunas de señalados militantes de primera hora, como Carolina Bescansa. En ocasiones, estas desavenencias dieron lugar a ceses o se cerraron en falso. Sin duda, la disensión más sonada fue la que protagonizó en 2019 Íñigo Errejón, que ya venía dando muestras de su descontento con la línea oficial del partido representada por Pablo Iglesias. Después de haber formado parte del alma de Podemos junto con Iglesias, Errejón abandonaba la formación y se presentaba con Más Madrid a las elecciones a la Asamblea de Madrid en 2019. En aquella convocatoria, el partido de Errejón alcanzó el cuarto lugar con 20 diputados, por encima de Podemos, que obtuvo 7 escaños. Sin embargo, en las Elecciones Generales de ese mismo año, su formación, reformulada como Más País, solo obtuvo dos escaños.

Las recientes elecciones a la Asamblea de Madrid han vuelto a convulsionar el panorama político de la izquierda

Las recientes elecciones a la Asamblea de Madrid han vuelto a convulsionar el panorama político de la izquierda. Más Madrid mejora en 4 escaños sus resultados de 2019 y, sobre todo, se convierte en segunda fuerza política en número de votos, por delante del PSOE. Podemos mejora ligeramente sus resultados, pero queda lejos del que ha sido su rival de facto, la formación de Errejón, en lo que aparece como una derrota en el empeño personal de Pablo Iglesias. De hecho, el que fuera cofundador de Podemos parece, efectivamente, haberse dado por derrotado y ha abandonado todos los emplazamientos del territorio político. A partir de aquí todo son incógnitas. Estos resultados pueden interpretarse como un espaldarazo a Más País, que podría intentar dar la batalla a Podemos en el conjunto del país. Sin embargo, no se sabe si en la victoria madrileña pesó más el nombre de Errejón o el de Mónica García. Tampoco sabemos qué será de la formación de Pablo Iglesias sin Pablo Iglesias, ni si la suya es solo una retirada estratégica y únicamente está recuperándose de sus heridas en los cuarteles de invierno, a la espera de mejores tiempos para retomar la lucha.

En cualquier caso, están abiertas las incógnitas sobre el futuro de la izquierda, tanto en España como en Cantabria. 

Unidas y desunidos: los peligros de las desavenencias como principio y fin de la izquierda
Comentarios