jueves. 25.04.2024

El nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se ha caracterizado en los últimos años por las grandes obras de millones de euros que van a modificar el diseño de Santander. El todavía alcalde de la capital de Cantabria se ha caracterizado por enormes proyectos como la reordenación del Frente Marítimo o el Centro Botín, en la cuerda floja por la anulación del PGOU que el Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad.

Sin embargo, estos proyectos han sido criticados en muchas ocasiones por ser poco necesarios, además de suponer un gasto “superfluo”, como lo ha definido el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota, en una situación de crisis y falta de empleo como la que vive la ciudad actualmente. Santander es una de las ciudades con mayor tasa de desempleo, después de Torrelavega.

Y todos ellos pueden considerarse proyectos estrella y personales del propio ministro. El más conocido posiblemente sea el Metro-TUS que conectará los dos extremos de la ciudad. 3,2 millones de euros para construir nuevos intercambiadores y un carril que solo será exclusivo para autobuses y taxis en un 40% de su recorrido, lo que presuntamente mejorará el transporte urbano.

Sin embargo, esta decisión deja por el camino 38 plazas de aparcamiento en una ciudad con notables problemas para aparcar los vehículos sin tener que recurrir a parkings privados y subterráneos cuyos precios son, para muchos ciudadanos, casi prohibitivos. A esto se suma la desaparición de zonas de carga y descarga para muchos negocios.

Frente a estos millones de euros, el equipo de Gobierno del PP en Santander destina a su Pacto por el Empleo una dotación de 140.000 euros

Asimismo, la creación de este carril exclusivo deja una única vía para el resto de vehículos privados en el centro de Santander, imponiendo más dificultades a una circulación que ya está de por sí saturada en las horas punta del día a día.

Aunque más sorprendente es el túnel que pretende sustituir el cruce entre General Dávila y Camilo Alonso Vega, que costará 7,2 millones de euros y que De la Serna pretende que pague el Gobierno de Cantabria. Una ‘obra faraónica’ duramente criticada por la oposición, que no solo la considera innecesaria, sino un gasto que la ciudad no se puede permitir.

A todo ello cabe añadir la proliferación de rampas y escaleras mecánicas que conectan varias calles de la ciudad, en principio para facilitar el acceso de la población, sobre todo la de mayor edad, al centro de la ciudad ante las numerosas pendientes que tiene Santander. Sin embargo, es reseñable que muchas de estas infraestructuras no funcionan correctamente, ya sea por la climatología de la ciudad o por fallos mecánicos de su uso, lo que en definitiva obliga a los ciudadanos a realizar andando el trayecto, exactamente igual que antes de incluir estas costosas obras.

Este es uno de los motivos por los que tanto PSOE como PRC han presentado una enmienda a la totalidad de los Presupuestos para 2017, principalmente porque frente a estos millones de euros, el equipo de Gobierno del PP en Santander destina a su Pacto por el Empleo una dotación de 140.000 euros.

La ciudad ha perdido empleo a marchas forzadas en los últimos meses. Santander, una ciudad que basa buena parte de su actividad en el sector servicios, ha sido la que menos ha reducido su desempleo en los meses de verano, cuando Cantabria ha vivido un ‘boom’ turístico.

Millones de euros en obras faraónicas en una de las ciudades con más parados de Cantabria
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