miércoles. 24.04.2024

La legislatura pasada, en la que el Partido Popular ha estado al frente del Gobierno regional, ha tenido en la Consejería de Educación, Cultura y Deporte uno de los focos más polémicos. Su consejero, Miguel Ángel Serna, mantuvo tensiones no solo con la oposición, sino con los principales grupos de interés, desde profesores hasta asociaciones de padres y sindicatos. El principal motivo es el desmantelamiento del sistema, algo que han denunciado desde el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria (STEC).

Una de las últimas decisiones polémicas que tomó el ex consejero fue la del Programa de Iniciación a la Profesión Docente No Universitaria, las conocidas como becas BIP, que obtuvo un rechazo frontal tanto de los partidos políticos en la oposición (PRC y PSOE) como de los sindicatos, los profesores y los becarios. A pesar de ello, Serna aprovechó los últimos compases de su posición al frente de la Consejería (en calidad de consejero en funciones) para destinar 2 millones de euros a las becas para el curso 2015/2016.

La partida, que ha quedado cancelada con la derogación de la orden por parte del nuevo consejero, Ramón Ruiz, fue el último capítulo de una serie de decisiones que se iniciaron en diciembre de 2014, y que encontraron continuación cuando, en febrero de este mismo año, Serna quiso alargar el programa y solicitar una mayor financiación para poder llevarlo a cabo.

Tanto PRC como PSOE consideraron la decisión de “alargar las chapuzas” de las becas BIP como un insulto y un “despropósito final” a un proyecto rechazado “por todo el sector educativo”. Ramón Ruiz, entonces diputado del PSOE regional, tachó de “falta de respeto” la decisión de Serna.

Para Ruiz esta actitud demuestra un “evidente desprecio a las normas institucionales mínimas, al prolongar y extender ese programa fallido”, y es un “ejemplo de cómo entiende el PP la democracia y el respeto a las instituciones”. La decisión de destinar estos 2 millones de euros contrasta con la ausencia de un incremento de las becas de comedor para el verano.

Por su parte, la diputada regionalista Teresa Noceda, actual alcaldesa de Comillas, calificó esta medida como un “despropósito final” a un proceso marcado por la oposición del profesorado y en una época marcada por los recortes. Como señaló en su momento, el dinero que Serna comprometió para esta “convocatoria indeseada” debería haberse empleado en recuperar ayudas “mucho más necesarias y que han sido eliminadas por el PP”, una idea que se recoge en la orden por la que se derogan las becas BIP publicada hoy en el BOC.

Alternativa socialista

Las becas BIP no solo generaron oposición. El PSOE regional realizó una propuesta alternativa, un ‘MIR Educativo’, que consistía en un proceso de formación de dos años posterior a la superación del proceso de acceso a la función pública docente, en el que el futuro docente, bajo la supervisión de un tutor o tutora experimentado, va asumiendo paulatinamente sus funciones en el centro, hasta su nombramiento como funcionario de carrera.

Como apuntó el partido cuando fue presentado, durante este proceso el funcionario en prácticas cobraría el sueldo correspondiente y el tutor, de igual manera, vería recompensada su labor de acorde con su responsabilidad. A juicio de los socialistas, este proyecto no puede en ningún caso ser comparado con el programa desarrollado por Serna, pues "en el programa 'miniBIP' de Serna, no hay intención formativa, no hay intención de mejora en la oferta educativa de los centros, no hay voluntad de consenso o reconocimiento a la labor del profesorado”.

Como han señalado desde el PSOE, “solo hay una intención, rebajar temporalmente las cifras del paro” para que se cumplieran los objetivos planteados por el entonces presidente regional, Ignacio Diego. Una de las principales diferencias entre ambos programas es el diálogo, inexistente durante el desarrollo llevado a cabo por Serna.

"El PP y, en este caso la Consejería de Educación, no quiere ni oír hablar de ese tipo de procesos, como se ha demostrado a lo largo de la legislatura y ahora confirma de nuevo con el programa BIP ", han asegurado los socialistas en varias ocasiones. Con la derogación de estas becas BIP el PSOE de Cantabria cumple, además, uno de los compromisos adquiridos desde que se diera a conocer el proyecto de Miguel Ángel Serna.

Algunos de los datos que definen el mandato de Serna al frente de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte evidencian los motivos por los que se ha generado tanta oposición entre el sector educativo. Durante los últimos dos años se han perdido 439 profesores; el 36% del profesorado de Secundaria y el 32% del de Primaria es interino; y más de 500 profesores han visto modificada su jornada laboral de completa a parcial.

Asimismo, se tarda una media de tres semanas en cubrir las sustituciones del profesorado, y tal y como denunció el PSOE, la partida presupuestaria para personal docente se ha visto reducida en más de 11 millones de euros desde 2011, a lo que se suman otros recortes en las becas de comedor y para libros.
 

El polémico ex consejero del PP, único defensor de las becas
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