martes. 19.03.2024

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha afirmado este viernes que “es justicia social” que Zamora tenga un “tren del siglo XXI”. Las declaraciones se han producido en el marco del viaje de pruebas que ha realizado la dirigente ‘popular’ en el nuevo AVE que llega a una provincia de 185.000 habitantes, casi los mismos que tiene la ciudad de Santander, como ha recogido leonoticias. El acto se produce apenas unos días después de que el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, haya logrado, después de cuatro meses desde la investidura, que el Presidente de España, Mariano Rajoy, le reciba para hablar, precisamente, de la alta velocidad a Cantabria.

El AVE ha sido una reivindicación del Gobierno de Cantabria desde hace más de una década, pero nunca se ha logrado un compromiso, aunque sea verbal, de que la alta velocidad, no digamos el AVE, llegue a la región. La justicia social que clama Pastor, natural de Zamora, no parece afectar a Cantabria, que desde hace algunos meses ha aceptado la inevitable realidad de que el AVE, como tal tren, no puede llegar a la región. En su lugar, un tren de altas prestaciones que permita reducir el trayecto Santander-Madrid a tres horas.

Pero la desigualdad entre las comunidades autónomas que parece promover el Gobierno de España no solo está justificada en los trenes del siglo XXI que promueve Pastor. La responsable de Fomento ha recordado que este nuevo tren a Zamora es "clave" para la industria, el comercio y el turismo.

Precisamente la industria es uno de los sectores que necesitan de un mayor impulso en Cantabria, como han destacado tanto el Gobierno como los datos de creación de empleo y de riqueza económica en la región. Las palabras de la ministra de Fomento parecen confirmar las acusaciones que ha realizado Miguel Ángel Revilla, quien ha declarado sentirse discriminado por el Gobierno de España por intereses políticos, después de que el PP perdiera las elecciones regionales en Cantabria.

Pastor, que este sábado 24 de octubre, asiste a la puesta en servicio del último tramo de la A-8, y que esta semana ha firmado con el alcalde de Santander y compañero de partido, Íñigo de la Serna, el comienzo de la reordenación ferroviaria, todavía no ha dado un paso firme hacia el futuro de la alta velocidad en la región, ya sea AVE, tren de altas prestaciones o cualquier otra modalidad existente.

Y ello a pesar de las reiteradas peticiones y exigencias del jefe del Ejecutivo cántabro, quien desde su toma de posesión ha insistido en que el Gobierno de España cumpla con sus dos principales compromisos con la región: llevar el AVE a Cantabria y financiar las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. El segundo, después de un “olvido” en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016, ya tiene una partida económica contemplada, aunque menor de lo esperado. Del primero nada se sabe, salvo un proyecto en papel que no parece desarrollarse, al menos no con la celeridad con la que el Gobierno de España va a desarrollar la reordenación ferroviaria de Santander, que ha comenzado el mismo día de la firma, el pasado 20 de octubre.

“Es justicia social” que Zamora tenga AVE… ¿y Cantabria?
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