sábado. 20.04.2024

En apenas medio año la relación entre PSOE y PRC, socios del Gobierno de Cantabria, parece haberse tensado hasta el punto de haberse convertido en rivales más que en dos partidos con proyectos que tengan puntos en común. El trasfondo de este desencuentro tiene mucho que ver con la cercanía de las elecciones municipales de mayo, pero más allá de la captación de votos o de reclamar como propios éxitos de la legislatura, el distanciamiento se está construyendo sobre futuros proyectos y sobre ataques a uno y otro lado del bipartito, en un intento, directo o indirecto, de desprestigiar la gestión de cada uno de sus departamentos.

La historia de este desencuentro ha tenido varios hitos a lo largo de los últimos meses, pero podría considerarse que comenzó en la tradicional Fiesta del PRC en Santander, celebrada en julio de 2018. En dicho acto el secretario general de los regionalistas y presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, aseguró que el partido estaba “en condiciones” de asumir las competencias de Educación (“ha llegado el momento”, afirmó en su discurso). Las declaraciones tenían a su vez un precedente. Durante los meses anteriores la comunidad educativa había vivido un importante conflicto con la Consejería (dirigida entonces por Francisco Fernández Mañanes, que sustituyó a Ramón Ruiz tras el cambio en la dirección del PSOE de Cantabria y la elección de Pablo Zuloaga como secretario general) a raíz de los cambios en el calendario escolar.

De hecho, este cambio en el seno interno del PSOE fue el argumento utilizado por Revilla, quien afirmó que con la llegada de Zuloaga los socialistas han puesto en marcha "unas directrices" en el ámbito educativo que el PRC "respeta" como socio pero "no a nivel de partido", pues hay cosas en las que no "coinciden".

El conflicto educativo, que se mantuvo hasta el comienzo del presente curso 2018/2019, también permitió al PRC mantener este argumento. En octubre era la diputada regionalista María Teresa Noceda la que se reafirmaba en la idea de que el PRC tiene “ideas, personas e ilusión” para asumir la gestión de la Consejería que, durante los 12 años no consecutivos de gobierno bipartito, siempre ha estado en manos socialistas. De hecho, el pasado 11 de noviembre los regionalistas presentaron una detallada propuesta en materia educativa en su XII Congreso, en el que Revilla fue reafirmado como secretario general y candidato a la Presidencia.

DIVISIÓN DE VOTO

Otro de los ámbitos en los que se ha mostrado el distanciamiento entre PRC y PSOE ha sido el Parlamento de Cantabria. Varias han sido las ocasiones en las que los regionalistas se han sumado a iniciativas de la oposición, como ocurrió en octubre, cuando el partido de Revilla permitió que saliera adelante una iniciativa del PP para que no se implante el impuesto al diésel en la comunidad, a lo que el PSOE había votado en contra. El último de estos desencuentros se ha producido, precisamente, con la cantidad que el Gobierno de Pedro Sánchez destina a Cantabria, y que ha ahondado en la distancia entre los socios de Gobierno.

En efecto, el pasado 4 de febrero PRC, PP y Cs se unieron para reclamar al Estado más inversiones, y que se reflejen en los Presupuestos Generales. Ni Revilla ni los miembros de su partido han ocultado su malestar por lo que consideran “engaños” de los ministros, tanto de PP como de PSOE, que siempre ha defendido que se “ejecuta lo que está pintado sobre el papel”, y que las cuentas son para las personas y no para el hormigón.

El desgaste en la relación entre los partidos de Gobierno a lo largo de las semanas cada vez se ocultaba menos, y el PRC incluso llegó a hacer públicos “casos de deslealtad” por parte del PSOE, que habría hecho “muy difícil” la labor del Ejecutivo autonómico durante esta legislatura. “No hemos hablado de ello pero tomamos buena nota”, dijo el vicesecretario de Organización del PRC y consejero de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra, en la apertura del XII Congreso del partido. Unas palabras que suscribió el propio Revilla, que consideró “inevitable” las confrontaciones entre ambos partidos hasta la celebración de las elecciones.

CONEXIÓN FERROVIARIA

El último caso de clara confrontación entre socialistas y regionalistas ha sido la conexión ferroviaria de Cantabria. Después de años pidiendo un tren de alta velocidad a Madrid, Revilla y el PRC ahora han dirigido su mirada a Bilbao para una infraestructura de este tipo. Precisamente ahora, cuando el PSOE reclama la necesidad de poner en marcha dicha conexión por tren con la capital de España.

A mediados del mes de enero el portavoz del PRC en el Parlamento, Pedro Hernando, comparaba al secretario general del PSOE y delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga, con el exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, acusándole de variar su postura en función de quién diseña los PGE. Por su parte, el socialista acusó a los regionalistas de “afán electoralista”. Y en este cruce de acusaciones, Revilla lanzaba un mensaje claro: "Si hay gente que piensa que esa no es una prioridad, allá ellos. Para el Partido Regionalista y para el presidente lo es", calificando el tren a Bilbao de una infraestructura “vital” para Cantabria y un “caballo de batalla” para el PRC.

Aunque posiblemente los ataques más duros hasta la fecha han sido los que Zuloaga dedicó a Revilla en el Comité Regional del PSOE, celebrado el pasado 19 de enero, donde afirmó que Cantabria necesita un presidente autonómico "a tiempo completo", y recordó, sin nombrarle, que Revilla habla de regeneración política pero lleva "décadas gobernando" y encabezando una lista electoral.

Dichas palabras llevaron al líder regionalista a valorar que su socio de Gobierno había “desatado ya la guerra” electoral, augurando una campaña “muy dura” y considerando que “va a ser muy complicado acabar la legislatura en armonía […]; alguien ha dado la orden desde Madrid seguro, porque ninguno de estos partidos toma una iniciativa aquí sin que llegue la orden de Madrid: estamos hablando de sucursales".

Historia de un desencuentro en el Gobierno
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