sábado. 20.04.2024

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha vaticinado que la región acabará la legislatura con 8.000 parados menos. Eso supone bajar de los más de 46.700 desempleados actuales hasta los 38.000, lo que además deja la cifra por debajo de los 40.800 que había a mediados de 2011, cuando el PP relevó al anterior Gobierno PRC-PSOE.

"Lo vamos a conseguir", ha sentenciado el regionalista, tras manifestar que "firmaría ahora por acabar la legislatura con 38.000 parados". Revilla ha respondido así a una pregunta formulada durante el almuerzo-coloquio que ha organizado en Santander la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), y en la que Revilla ha ofrecido una ponencia sobre las 'Perspectivas económicas y empresariales para Cantabria 2016'.

Tras su intervención, en la que ha analizado la situación de Cantabria tras "cuatro años perdidos" así como los motivos por los que se siente "optimista" pese a que "la cosa está muy mal", Revilla también ha augurado que la región cerrará el 2016 con un crecimiento del 2,3% del PIB, por debajo del 2,7% que ha vaticinado para España.

Además, ambos porcentajes son inferiores a los que el líder del PRC vaticinó para el cierre de 2015, del 3,1% para el conjunto del país y del 2,6% para la Comunidad Autónoma, que acabará el 2015 -ha dicho- "la última", junto con Asturias.

Grandes empresas

Después de detallar las apuestas de su Ejecutivo para esta legislatura, en la que apoyarán "todo lo que sea bueno" para Cantabria, pues ni él ni su Gobierno son "sectarios", ha señalado, en relación a la implantación de nuevas industrias en la región, que hay que "olvidarse de las grandes empresas", las que generan "500 ó 600" trabajadores, porque "esas van a otros lugares".

Así, ha insistido en la necesidad de apostar por firmas que conlleven un centenar de empleos directos, y que dada la situación actual, que es "muy complicada", constituyen "un lujo". Al respecto, ha avanzado que en los "próximos días" habrá "una noticia buena", relacionada con "alguna" empresa del sector de la automoción, pero de vehículos que "no vayan con petróleo ni gasolina", aunque no ha ofrecido más detalles sobre el asunto.

Tampoco ha desvelado los pormenores de otras "tres" empresas, "sólidas" y "de muy lejos" --"a lo mejor hasta de China", ha comentado-- que estarían interesadas en el espacio donde se levanta la antigua universidad pontificia de Comillas y que alberga el proyecto para la enseñanza del español, y en el que Revilla no ha "perdido la ilusión".

Optimista

Pese a que la situación es "muy complicada", debido entre otras cosas al número de parados, Revilla se ha mostrado "optimista" con respecto al futuro, y ha solicitado el apoyo del sector empresarial para sacar a la región adelante. En este sentido, ha asegurado que el Gobierno va a apoyar "todo lo que sea bueno para Cantabria".

"Éste no es un Gobierno sectario. Lo importante es la tierra y hay que sacarla adelante porque estamos en una situación muy complicada. A esto me voy a dedicar los tres años y pico que quedan, y para ello cuento con el apoyo de todos vosotros", ha insistido Revilla ante una importante representación de empresarios cántabros.

En cuanto a los pronósticos de crecimiento económico en España y Cantabria, Revilla ha achacado la diferencia negativa a tres cuestiones: la deuda contraída por el anterior Gobierno regional, las restricciones impuestas por el Ministerio de Hacienda, que ha obligado a detraer 108 millones del Presupuesto para cumplir con el objetivo de déficit, y la ausencia total de inversión del Estado en Cantabria.

"Acabada la autovía Solares-Torrelavega no hay nada en Cantabria en el horizonte, ninguna obra, un desierto", ha lamentado Revilla, que espera que esta situación se revierta en los próximos años, como confía también en que se recupere la inversión privada. Para esto último, ha garantizado que el Gobierno regional va a facilitar la labor a los empresarios, no va ni a "obstaculizar" ni a "poner trabas", porque del empuje entre lo público y lo privado depende el éxito de Cantabria.

Reunión de presidentes

Por otro lado, el presidente regional mantendrá el próximo miércoles, 18 de noviembre, un encuentro con el lehendakari del País Vasco, Íñigo Urkullu, para buscar una mayor fluidez en las relaciones entre ambas comunidades. La reunión, que se celebrará en Cantabria, tiene por objetivo abordar temas de interés común y compartido, entre ellos la mejora de las infraestructuras, el transporte o la sanidad.

La reunión, además, se produce después de que en la legislatura pasada, bajo el mandato del ‘popular’ Ignacio Diego, se produjeron varios choques con el Gobierno vasco presidido entonces por Patxi López por la deslocalización de varias empresas vascas, que trasladaron sus factorías hasta la región por los incentivos ofrecidos sobre el suelo.

En este sentido, Revilla no ha ocultado su intención de ofrecer suelo industrial gratuito como fórmula para atraer empresas de territorios limítrofes. “Si nos dejan regalarlo y además darles un dinero y lo tenemos, que vengan”, ha llegado a decir el presidente regional.

La mejora de las infraestructuras que comunican ambas comunidades autónomas, tanto por ferrocarril como por carretera, será sin duda uno de los temas que tendrá una presencia importante en la conversación entre Revilla y Urkullu. A este respecto, son conocidas las expectaciones de Revilla de lograr una colaboración, a su juicio importante para ambos gobierno regionales, en un tren que en media hora o cuarenta minutos conecte Santander y Bilbao.

La reunión también abordará la construcción de un tercer carril en la Autovía del Cantábrico (A-8), en el tramo de Bilbao a Castro. Aunque todavía no hay compromiso escrito, Revilla ya ha manifestado en más de una ocasión su intención de que el Gobierno español se comprometa a hacer ese tercer carril desde Castro a Saltacaballos.

Revilla saca músculo y se compromete a dejar el número de parados en 38.000 personas en...
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