jueves. 28.03.2024

“La he traído porque la Fiscalía puede meter a los padres a la cárcel, pero dada la situación me la llevo para casa”. Así se expresó una madre, en una de las puertas de acceso al colegio público Juan de la Cosa, cuando a primera hora de la mañana pretendía llevar a su hija al centro. 

A su lado, estaba una abuela con su nieto. Ella no es partidaria de traer al niño al colegio, pero asegura que los padres están trabajando y han decidido que debe venir al centro.

En una de las puertas del colegio Macías Picavea, un niño se mostró dudoso cuando se le preguntó sobre las ganas que tenía de ir a clase. Mientras guardaba turno para entrar de forma escalonada, su madre declaró “es mejor que se adapte lo antes posible, porque el virus ha venido para quedarse”.

Por el contrario, una joven santoñesa de 16 años, que comienza cuarto de Enseñanza Secundaria Obligatoria combinada en Laredo, mostró sus ganas de iniciar el curso.

Son algunas de las numerosas situaciones que se han vivido este lunes en Santoña con motivo del inicio del curso escolar, un municipio al que la Consejería de Sanidad ha implantado un cordón sanitario el pasado día 2 de septiembre.

Santoña inició el curso escolar con una gran ausencia de alumnos en los colegios públicos Juan de la Cosa, solo siete, cuatro de primaria y tres de infantil, de los 302 matriculados, y en Macías Picavea, donde de los 489 estudiantes solo 21 se han presentado.

En cuanto al colegio concertado privado Sagrado Corazón de Jesús, de los 242 alumnos matriculados en infantil y primaria, han asistido el 51 por ciento. A la espera está por conocer las cifras de los 108 estudiantes de la ESO de este mismo centro educativo que acudirán el jueves, día 10, a la presentación y el día 14 al comienzo del curso. Y en este mismo sentido, habrá que esperar los datos en los institutos Marqués de Manzanedo y Marismas.

             Inicio del curso en el Sagrado Corazón de Jesús

Entre los dos autobuses de transporte escolar solo ha viajado un alumno de Escalante, explicó Chechu Vinatea, conductor de Santoña, que realiza este servicio. Al mismo tiempo, Vinatea añadió, respecto a la incidencia que puede producirse en la asistencia a las aulas, que muchas familias de Santoña cogen sus vacaciones en estas fechas y algunos ya se habían marchado el fin de semana. “Los padres se van de vacaciones con sus hijos y los primeros días de clase no asisten. Conozco varias familias que incluso han adelantado las vacaciones”, comentó.

Una jornada donde la mirada también está puesta en las medidas de higiene y seguridad. En este sentido, los centros han implantado el protocolo de la Consejería de Sanidad que empieza por organizar entradas escalonadas por horarios y por diferentes puertas, aunque en el caso de Sagrado Corazón de Jesús solo hubo una. El siguiente paso conlleva el uso de las alfombras para limpiar el calzado, uno húmedo y otro seco; se toman las temperaturas, el lavado de manos con gel hidroalcohólico, mascarillas, señalización del desplazamiento de los alumnos a sus aulas.

Una de las profesoras también recalcó que están intentando que el material escolar se quede en clase, como los estuches, y al mismo tiempo seguir la formación por medio de la plataforma online. 

También utilizamos toallas para limpiar los ordenadores y pantallas faciales para todos los niños y profesores, donados por padres de alumnos”, aseguran desde uno de los centros.

Otras de las medidas conlleva los grupos burbujas, donde los profesores de inglés, religión u otra especialización se desplazan hasta esa clase y solo los alumnos salen para acudir al patio, al pabellón o practicar educación física”, explicó un profesor. Además, este docente añadió que cada clase juega en un patio asignado para evitar que se mezclen los alumnos y cuentan con salidas escalonadas con el fin de evitar aglomeraciones.

El profesorado no se olvida de la concentración de ayer, domingo, a la que asistieron numerosos vecinos y donde sintieron el respaldo ante su decisión inicial de no comenzar el curso, aunque al final han tenido que cambiar de opinión debido a su condición de funcionarios públicos. 

La respuesta fue buena ayer y hoy hemos vuelto a sentir ese respaldo de los padres no trayendo a los niños”, declaró una docente.

Por otro lado, uno de los equipos directivos declaró que les ha llenado bastante el apoyo recibido. “Se ha intentado el retraso del curso, pero no ha podido ser por nuestra condición de funcionarios públicos”, recordó.

Por este motivo, se sienten muy arropados y dan las gracias a las familias. “Estamos en un estado de confinamiento, donde no se pueden juntar grupos mayores de diez personas, y tenemos clases con 20, 22 y 24 alumnos, de tal forma que el límite de 15 no se cumple”, indicaron.

Recogiendo la opinión de otro representante de la comunidad educativa, comentó que “los alumnos que han venido están contentos y trabajando en las aulas. Estamos obligados a la apertura y en la libertad de cada familia está el enviar a los niños a los centros”.
 

Afluencia de alumnos en el colegio concertado ante la ausencia de estudiantes en los...
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