jueves. 28.03.2024

Nació en 1872, hija de un general imperial y de una finlandesa. De alta burguesía, fue educada por preceptores particulares y por criados. Su padre, de cultura liberal, tuvo gran influencia en ella, no así la madre, que era finlandesa, con la que mantuvo a lo largo de su vida enfrentamientos debido a las ideas conservadoras y convencionales de ella con respecto a la condición femenina. Obtuvo el título de maestra y a la vez comenzó a escribir, contrayendo matrimonio con un primo, en contra de la opinión de los padres. Tuvo un hijo con él. Pronto se desencantó del matrimonio, aunque amaba a su marido, se dio cuenta de la limitación que suponía para su crecimiento personal, sintiéndose atrapada en las estructuras familiares, sin tiempo para escribir ni desarrollarse.

Aun amando a su marido y a su hijo, abandonó a la familia para estudiar Economía en Zurich, para entonces había leído a Marx y a Lenin y en Zurich se empapó de las ideas de Rosa Luxemburgo y Karl Kautsky. Militó, primero, en el movimiento socialdemócrata para decantarse poco después  por los bolcheviques.

Su primer libro, investigaba las condiciones del proletario finlandés en la industria. Escribió artículos analizando la influencia del medio ambiente en el desarrollo de los niños. Pronto llamó la atención de los círculos revolucionarios de San Petersbrugo que se fijaron en sus conocimientos y capacidad resolutiva.

Se unió a la marcha sobre el Palacio de Invierno, en 1905, que desencadenó el Domingo Sangriento, cuando los guardias zaristas mataron a 130 manifestantes. Dio conferencias, escribió artículos revolucionarios, lo cual la supuso el exilio, durante el cual siguió con su lucha y actividades revolucionarias. Fue contraria a la I Guerra Mundial, por lo que suponía de supremacía de los intereses capitalistas, viajando por toda Europa y EEUU proclamando su convencido pacifismo. Fue asistente de Lenin en los primeros tiempos revolucionarios. 

Allesandra Kollontai como maestra

Fue la primera mujer elegida miembro del Comité Central

Después de la revolución, fue la primera mujer elegida miembro del Comité Central. También fue nombrada Comisaria del Pueblo de Bienestar Social. A partir de ahí comienza una labor ingente en pro de mejorar la condición de las mujeres en la nueva sociedad. Agilizó los procesos de divorcio, legisló sobre el aborto, impulsó el reconocimiento de que los hijos naturales tuvieran los mismos derechos que los nacidos en el matrimonio. Luchó contra el analfabetismo y las condiciones de la mujer en la sociedad tanto agraria como industrial. Instigó la libertad sexual, cosa por la que fue criticada por las mujeres trabajadoras del partido.

Pronto se desilusionó con la falta de participación y la deriva de la política soviética, ya que ella abogaba por el marxismo leninismo de la primera época, un tanto libertario, cuestionando los fundamentos de la política soviética, pasando a ser una marginada dentro del Partido, formó parte de la corriente “obrerista” y participativa.

Acusaba al partido de excesivo centralismo y de coartar la libertad de discusión

Kollontai, acusaba al partido de excesivo centralismo y de coartar la libertad de discusión. Fue crítica con las políticas de Stalin. Se salvó de las purgas al ser nombrada diplomática en diversos países, siendo  la primera mujer embajadora del mundo. Vivió prácticamente exiliada durante los años del poder staliniano pero su prestigio y la calidad intelectual de sus escritos fue reconocido incluso por el poder staliniano.

Según nos cuenta J. Ramón Sainz Viadero, hubo una fugaz estancia de  Kollontai en Santander, con motivo de un viaje trasatlántico a Nueva York. La narró Fernando de los Ríos en esta ciudad, en 1928, y la recogió la prensa santanderina de la época. Parece ser que la entonces embajadora de la URSS permaneció un día en tránsito en la ciudad y aprovechó las horas para darse un paseo en coche de caballos y quedó encantada de la amabilidad de su cicerone, sobre todo cuando haciendo gala de la hospitalidad montañesa el cicerone rehusó cobrar sus honorarios.

Mantuvo una conciencia feminista y revolucionaria hasta las últimas consecuencias, como atestiguan sus publicaciones: Entre sus trabajos destacan: La mujer ante el desarrollo social (1909); Sociedad y maternidad, de 1916; La nueva moral y la clase obrera, de 1918; y Autobiografía de una comunista sexualmente emancipada (1926). 

Libro Sobre la liberación de la mujer, de Allesandra KollontaiLibro Sobre la liberación de la mujer, de Allesandra Kollontai

Kollontai tuvo un papel prominente en las negociaciones para el armisticio de 1944. Regresó a la Unión Soviética en 1945.

Fue nominada en 1946 para el Premio Nóbel de la Paz. Pasó sus últimos años en Moscú, escribiendo sus memorias y sirviendo como asesora del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. En 1947 Kollontai quedó sometida a una silla de ruedas, sufriendo dificultades de racionamiento y claramente deprimida con la situación política de su país, que sentía había permutado el idealismo libertario y bolchevique inicial de la Revolución, así como la situación mundial que se hallaba inmersa en plena Guerra Fría. Murió de un infarto cardíaco en Moscú en 1952. No obstante la frustración política Allesandra Kollontai nos ha dejado el ejemplo de lucha feminista y revolucionaria.
 

Allesandra Kollontai
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