jueves. 28.03.2024

Una de las rutas más especiales de las que se pueden realizar en Cantabria es la que completa la distancia entre Potes y Santo Toribio de Liébana. El primero es uno de los más atractivos de Cantabria gracias a su geografía. La población de Potes, capital del pequeño municipio, está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa. Rodeada de un espectacular paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca, la villa nos descubre a cada paso su rica historia. El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia.

Desde Potes y hasta Santo Toribio de Liébana se puede completar un paseo de nivel sencillo, de unos cinco kilómetros y medio que se corona con el imponente Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Se parte desde Potes, capital de Liébana, en donde hay majestuosos edificios como la Torre del Infantado. Abandonamos el pueblo para avanzar en dirección hacia el oeste a través de la carretera de Fuente Dé para desviarnos a la izquierda para subir por un sendero con balizas hacia el Monasterio de Santo Toribio. Durante el camino se puede disfrutar de esculturas al peregrino. Se trata de una subida constante que puede ser exigente en los días de más calor. El Monasterio data de finales del siglo XIII y XVIII. En su entorno se encuentra la ruta a través de las ermitas. Son cerca de 8 kilómetros que se completan en una hora y media. Desde el Monasterio se debe ascender hacia la Ermita de Santa Catalina, desde donde se desciende a través de un sendero de hierba hacia la de San Miguel. Además desde allí se visita la Ermita de San Pedro y bajando a la altura del Monasterio se puede acudir a la Ermita de San Juan

Desde Potes nacen otras rutas como la del Monte Arabedes, de 4,3 kilómetros y con un grado de dificultad media. El mismo abriga a Potes por el Norte, y sus soleadas laderas han suministrado a la villa leña durante siglos, aparte de haber sido enclave de numerosas viñas, hoy en día prácticamente ausentes en toda la zona. El recorrido que se propone es un sencillo circuito que comienza en el entorno del colegio público de Potes, a través del clásico “camino viejo de Rases”. Se empieza a caminar por la vía asfaltada que se dirige a Rases, hasta la primera curva cerrada, donde se abandona el asfalto. Aquí comienza un camino pista que, tras superar dos cortos pero pendientes tramos, llega a la Emita de La Magdalena, ya en las cercanías de Rases. Rases, ese diminuto barrio de Potes, colgado literalmente sobre la pendiente, es donde se abandona el hormigón y el asfalto, tomando el camino de Arabedes hacia la izquierda (Suroeste), entre dos edificaciones. Restaurado en época reciente, este camino se realiza cómodamente, si bien hay una fuerte pendiente en su primera parte, con pasos de madera instalados con el fin de superar el desnivel existente. A lo largo del sendero diversos paneles explicativos aluden al medio natural (vegetación de tipo Mediterráneo), e histórico de la zona. Una espectacular vista de Potes y su entorno espera al visitante sobre un sencillo mirador de madera. Desde el mirador, comienza el descenso, primero por el sendero y seguidamente por una pista forestal, que nos devuelve al punto de inicio, unas dos horas después de haber comenzado a caminar.

Cillorigo de Liébana es otro de los puntos idóneos para realizar rutas en el interior de Cantabria. Perteneciente al Parque Nacional de los Picos de Europa es rico por su patrimonio histórico-artístico, con variadas manifestaciones de distintas épocas y estilos. El monumento más conocido es probablemente la iglesia de Santa María de Lebeña, del siglo X, por ser el más importante vestigio del arte mozárabe en Cantabria. La capital del municipio, Tama, es lugar ideal para hacer senderismo en el municipio de Cillorigo, con paseos cortos y suaves. Se puede subir hasta el barrio de Aliezo, adentrarnos por sus callejas y alcanzar en poco tiempo el barrio de Llayo; o por el contrario, cruzar el puente construido a expensas del Bastón de Laredo y tomar un camino a la izquierda que nos conducirá a la villa de Potes, pasando frente al pueblo de Ojedo, al otro lado del río Deva. 

Desde el mismo puente cogemos la carretera dirección a Viñón y en la primera curva pronunciada un camino nos conduce a Castro- Cillorigo, después de pasar junto a la ermita de San Francisco y junto a bonitos y altivos chopos, a orillas del Deva. Desde Castro-Cillorigo dejamos atrás la iglesia parroquial y ascendemos por el viejo camino que nos llevará a Pendes, contemplando magníficos ejemplares de castaños centenarios. Podemos acercarnos hasta el castañar de El Habario y ascender a dar vista al Desfiladero y el valle donde se asienta el municipio de Cillorigo. Si por el contrario estamos dispuestos a disfrutar de las alturas, podemos ir desde Cabañes a Bejes, atravesando por la pista de montaña el puerto de Pelea o, desde San Pedro de Bedoya, subir al Collado de Taruey, para alcanzar posteriormente la Braña de los Tejos, maravillosos bosquecillos de milenarios ejemplares del antiguo árbol sagrado para las tribus que habitaron éstos lugares. Por Viñón podemos enlazar con la pista que desde Potes, y atravesando el barrio de Rases, asciende hasta Trulledes y por la dura Canal de San Carlos llegar al Pico del Sagrado Corazón, en el macizo Oriental de Picos de Europa. Y dejamos una última excursión para ascender desde Ojedo al barrio de Casillas, atravesar el castañar, donde destaca junto a la pista el ejemplar conocido por "La Narezona", posiblemente el mayor de España de esta singular especie, y llegar hasta la ermita de San Tirso, disfrutar del paisaje y, si las fuerzas nos responden, alcanzar el Collado de Tava y llegar hasta el pueblo de Cahecho (Cabezón de Liébana).

En el corazón de los Picos de Europa
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