jueves. 28.03.2024

La situación laboral en España, y más concretamente en Cantabria, se ha agravado con la pandemia de Covid-19. Pero la realidad es que muchos jóvenes ya habían vivido la precariedad y la falta de oportunidades laborales en la Comunidad Autónoma mucho antes de que llegara el coronavirus. Y muchos coinciden en señalar que los motivos de su salida de Cantabria han sido, básicamente, la falta de trabajo o la dificultad para encontrarlo y la posibilidad de formarse y adquirir experiencia más allá de nuestras fronteras, aunque sea en algún otro punto de España. La pregunta que muchos se hacen es: ¿volvería a Cantabria? La respuesta, aunque afirmativa en muchos casos, suele tener matices.

Una de estas jóvenes emigrantes es Lydia, que actualmente vive en Derby, una localidad de Reino Unido, trabaja como ingeniera de diseño en la industria del agua y es miembro de la asociación Cantabria Overseas. Según señala en el programa Cantabria en Sintonía, decidió irse a Inglaterra “por una serie de factores”. “Por un lado, acababa de terminar la carrera y eché un vistazo al mercado laboral en España, pero estaba complicado encontrar trabajo para gente recién graduada porque buscaban a personal con experiencia”, recuerda, a lo que se añade sus ganas de “vivir esta experiencia internacional”, algo que ya había probado haciendo prácticas en India y en la propia Inglaterra.

“Me gustaba lo de estar fuera de España y relacionarme con personas de otros países y otras culturas, y creí que era una buena oportunidad para salir y hacerme un hueco en un futuro laboral en el extranjero. Afortunadamente no me salió mal”, ha valorado. Lydia sí tiene claro que quiere volver a Cantabria, es una “decisión que está tomada”, pero “hay que encontrar un modo de llevarlo a cabo”.

Paula se encuentra en una situación similar. Actualmente vive en Londres, y su primera experiencia fuera fue en Dubái de la mano de su tío, que le ofreció trabajo y casa. “Era una oportunidad de vivir una experiencia, además de aprender inglés”, afirma. En su caso, la decisión de ir a vivir a la capital británica se produjo porque “quería trabajar en algo relacionado con la moda y en Santander no lo iba a encontrar, y a Madrid no me quería ir”.

Todo eso fue lo que le motivó para irse a Londres, donde contaba con una amiga, a lo que se suma el hecho de que aquí “no tenía trabajo fijo”. Paula reconoce que “si me diesen la oportunidad de volverme a España me iría porque la calidad de vida es mejor, y también por estar cerca de todo el mundo y la familia”, pero en su caso el problema es que “mi pareja es de aquí”, y tampoco cree que “las condiciones de trabajo y de sueldo las encuentre mejores”.

Por su parte, Noelia trabaja en Ciberseguridad en un banco en Madrid. Su caso es diferente al del resto de jóvenes que han aportado su experiencia, pues ella sí trabajaba en Cantabria, concretamente en Solares, en un departamento del banco. “Al unificarlo y hacerlo interno, lo quisieron centralizar y tuvimos que hacer las maletas e irnos a Madrid. Era una gran oportunidad y tiré para adelante porque si no me quedaba sin trabajo”, recuerda.

Respecto a regresar a Cantabria, “en parte tengo ganas de volver porque allí tengo a mi familia y mis amigos, pero por otro quiero quedarme aquí porque hay más oportunidades”, explica.

También vive y trabaja en Madrid Ricardo, que ofrece soporte en un bufete de ciberseguridad. Este informático llegó a la capital española “después de estar echando currículum en muchas empresas de Cantabria, sin tener fortuna de cara a encontrar trabajo”. Esta falta de oportunidades le llevó a “probar suerte en Madrid, y me fue muy bien”. Tanto que ha trabajado en varias empresas diferentes, “siempre pensando en mejorar”.

En su caso, “no creo que tenga la oportunidad de regresar a Cantabria” porque no ve que “haya una oportunidad laboral de crecer”, aunque “me hubiera gustado volver”.

El último caso es el de Íñigo, periodista que está fuera de Cantabria desde que se fue a estudiar fuera porque “siempre creí que para intentar mejorar el futuro estaba en Madrid”. Actualmente en Málaga, no se plantea volver, al menos no concretamente a nuestra Comunidad Autónoma. “Al tener parte de la familia vasca, si tuviera que volver sería a esa zona”, asegura, recordando que “en Cantabria estuve buscando trabajo en un par de ocasiones, pero al final nada”.

Falta de oportunidades y precariedad, la realidad tras la ‘fuga de cerebros’ en Cantabria
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