viernes. 19.04.2024

La Agencia británica de Normas Alimentarias (FSA, en inglés), ha informado sobre los riesgos de ingerir determinados alimentos cocinados a altas temperaturas. Entre ellos las tostadas, que según la agencia no se deberían dorar demasiado y habría que consumirlas con un color amarillento a fin de reducir la ingesta de un químico que podría causar cáncer.

Dicha recomendación también debería aplicarse a otros alimentos ricos en almidón, como las patatas, puesto que hornearlos, freírlos o cocinarlos en la parrilla a muy alta temperatura, hasta casi quemarlos, aumenta el nivel de acrilamida, compuesto orgánico que podría producir cáncer.

Con todo, y a pesar de estas recomendaciones, la organización británica Cancer Research, que investiga esta enfermedad, ha puntualizado que no está probado este vínculo entre la acrilamida y las enfermedades oncológicas en los humanos.

Según la FSA, los niveles más altos de este químico se encuentran en alimentos con alto contenido de almidón que han sido cocinados por encima de los 120 grados centígrados, entre ellos patatas fritas, pan, cereales, galletas, tartas o café.

Este compuesto también se puede incrementar en la cocina de casa cuando estos alimentos son horneados o fritos a alta temperatura.

Durante el proceso de cocción, el azúcar, los aminoácidos y el agua presentes en el pan se combinan para formar el color y la acrilamida, así como el sabor y aroma asociado a ese proceso.

La FSA ha resaltado que no está claro cuánta acrilamida puede tolerar el ser humano, por lo que recomienda a la población que, para prevenir, haga algunos cambios a la hora de cocinar los alimentos.

Añade que estudios en los animales han mostrado que este químico es tóxico y produce tumores, por lo que los expertos asumen que lo mismo puede ocurrir en los humanos, si bien no hay pruebas contundentes sobre esta posibilidad.

¿Tostadas cancerígenas? Así deben consumirse ciertos alimentos
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