Esta semana saltaba la noticia de que el timo del asfalto ha llegado a España. La Guardia Civil ya ha detectado varios casos, y según ha comunicado los casos suelen tener elementos en común que tratan de evitar la desconfianza en la sociedad.
Se trata de casos en los que los interesados intentan estafar a sus víctimas proponiéndoles trabajos de obras de pavimentación a un precio muy económico. Son personas con buena apariencia física y cultas y tienen nacionalidad irlandesa o inglesa, trasladándose a los domicilios en vehículos de alta gama.
El timo llega cuando, al cerrarse la contratación del servicio, aparecen los trabajadores en el lugar en el que se van a llevar a cabo las obras y terminan rápidamente en cuadrilla.
Utilizan una mezcla muy pobre de grava, alquitrán y gasoil y exigen el pago de forma inmediata. Los recibos o facturas, si las hay, son emitidas por empresas ficticias, y en caso de negativa del cliente a efectuar el pago, no dudan en utilizar amenazas y coacciones.
