miércoles. 24.04.2024

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han adoptado formalmente este domingo el acuerdo negociado a nivel técnico entre Londres y Bruselas para fijar las condiciones del divorcio con Reino Unido, un pacto que España ha amenazado con vetar hasta el último momento para lograr mayor claridad jurídica sobre el estatus de Gibraltar. 

"La Unión Europea a 27 ha adoptado el Tratado de Retirada y la declaración política sobre las relaciones futuras de la Unión Europea y Reino Unido", ha anunciado el presidente del Consejo, Donald Tusk, tras la primera sesión de trabajo de la cumbre extraordinaria que se celebra en Bruselas. 

Este es solo el primer paso para formalizar el acuerdo, ya que es necesario que lo ratifiquen el Parlamento británico y el Parlamento europeo para que tenga validez. Está previsto que sea primero la Cámara británica quien se pronuncie, a principios de diciembre, mientras la Eurocámara lo hará en el pleno de febrero o marzo. 

"Los amigos, amigos serán hasta el final", escribió Tusk en su cuenta de Twitter la víspera de la cumbre, recordando a Freddie Mercury para ilustrar la voluntad del bloque de cara al futuro, tras 17 meses de negociación que ponen fin a una compleja relación que ha durado 45 años. 

En su carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno, Tusk ya dijo que los negociadores han hecho un "buen trabajo" y que todos buscaron alcanzar un acuerdo "bueno y justo", porque "nadie quería derrotar a nadie". 

UNA DECLARACIÓN POLÍTICA

Los líderes han adoptado también una declaración política que, sin el valor jurídico del primer documento, marca el camino que las partes quieren seguir en las negociaciones del marco futuro de las relaciones, cuando Reino Unido sea ya un país tercero. 

El objetivo es sellar una relación que las dos partes quieren "amplia, profunda y flexible", a través de cooperación en materia comercial, económica, justicia, política exterior, seguridad, defensa y otras áreas, y en la que se comprometen a trabajar unidos para salvaguardar el Estado de derecho, el orden internacional, la democracia y los altos estándares de un comercio libre y justo. 

El visto bueno de los líderes y su voluntad de crear una relación sólida en el futuro, incluida una zona de libre comercio, ha quedado reflejado también en un texto de conclusiones que no menciona la cuestión de Gibraltar y que pide a la Comisión y al Consejo hacer todo lo necesario para asegurar que el divorcio se lleva a cabo de forma ordenada. 

Además, las notas de las actas del Consejo europeo recogerán la exigencia de España de dejar por escrito que ningún acuerdo que la Unión Europea negocie en el futuro con Reino Unido tendrá efecto en el territorio de Gibraltar hasta que España dé su autorización. 

Una carta del embajador británico ante la UE, en nombre del Gobierno británico, que promete interpretar los acuerdos en el mismo sentido que lo hace el bloque ha sido la otra contrapartida obtenida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para retirar su amenaza de veto. 

Juncker ha dicho que la solución hallada para convencer a España garantiza que "ninguna negociación puede darse sobre Gibraltar sin el acuerdo de España" y ha añadido que no le sorprendió que el Gobierno español reclamara estas aclaraciones y se diera con una solución. 

También ha explicado que fue "más fácil" convencer a Madrid que a Londres para aceptar la propuesta sobre la mesa para dar claridad jurídica al estatus de Gibraltar, porque se trataba de "garantizar" a España "que nada puede ocurrir en contra de su voluntad". 

"Un divorcio es un divorcio, un divorcio nunca puede suceder sin pérdidas", ha concluido el jefe del Ejecutivo comunitario, para quien hoy es "un día triste, una tragedia" por lo que supone la ruptura de la UE y Reino Unido. 

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