jueves. 28.03.2024

El cantante José Ramón Márquez, conocido como 'Ramoncín', ha defendido este miércoles que puso su "talento" en manos de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), a la que vendió proyectos de "extraordinario" valor y que serían un "éxito" para la entidad, después de que se viera forzado a abandonar los escenarios en 2006 al sufrir una "persecución real" por defender los derechos de autor.

Así se ha pronunciado en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, en el que se enfrenta a cuatro años y diez meses de cárcel por falsedad documental y apropiación indebida por cargar presuntamente servicios inexistentes a la SGAE por importe de 57.402 euros entre septiembre de 2008 y marzo de 2011. Los exdirectivos José Luis Rodríguez Neri, Enrique Loras y Pablo Hernández Arroyo se sientan también en el banquillo de los acusados.

El músico, que desempeñó cargos en la sociedad desde 1989, ha explicado que el ex director general de la filial digital, José Luis Rodríguez Neri, le propuso en 2007 ser "consejero emérito" durante cuatro años porque "era un talento que no se podía dejar marchar". "Cada cuatro años hay elecciones y no se puede dejar vacía de contenido intelectual a una Junta directiva con gente que viene de nuevas", ha añadido.

'Ramoncín', que ha cifrado en cantidades que oscilan entre los 40.000  y los 50.000 euros los anticipos extraordinarios recibidos de la SGAE por sus derechos de autor, ha desvelado que a partir de 2006 sufrió una "persecución real en los escenarios" por parte de grupos anarquistas que llegaron a "apedrearle, insultarle, vejarle y hacerle la vida imposible" por defender algo que está recogido "en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución", como son los derechos de autor y propiedad intelectual.

"En Viña Rock me sacaron a pedradas del escenario al grito de 'Puta SGAE', colgaban fotos con mi cabeza en las paredes de la ciudad de Madrid y se hacían billetes con mi cara que se quemaban en Barcelona. Mi vida económica desapareció y tengo que buscarme la vida en otras cosas", ha relatado.

Dicho esto, el cantante ha desgranado cada uno de los proyectos investigados que fueron facturados a la SGAE y que ha calificado como "fabulosos", "extraordinarios" y que podrían ser un "éxito" en la televisión. "Vamos a vendérselo al tío Jobs", comentó sobre uno de ellos a Neri, en referencia al cofundador de Apple.

El acusado ha explicado que era "razonable" cobrar por anticipado y una "costumbre" facturar a nombre del interesado o sus sociedades. Al ser preguntado si otros consejeros facturaron a la SGAE, 'Ramoncín' ha respondido al fiscal: "Sí, pero no le voy a decir quien".

El talento, de cada uno

En relación con el programa de televisión llamado 'El creador', por el que el cantante cobró en septiembre de 2008 una factura de 10.100 euros, ha señalado que se lo ofreció a Neri y al secretario general Francisco Galindo para grabar los comienzos de un joven desde que "ensaya en su casa hasta que promociona su disco", y cedió la mitad de sus derechos de lo que él consideró "un proyecto extraordinario".

"Hay una cosa que se llama talento y el talento lo aporta cada uno. El talento lo aporta el creador, en este caso yo", ha destacado, antes de defender que la sociedad Jupiter Music, de la que era administrador único, cobró 5.800 euros en diciembre de 2009 de la SGAE por desarrollar un sistema de protección de archivos llamado 'La caja fuerte virtual'. "Vamos a vendérselo al tío Jobs", dijo sobre él.

El músico ha resaltado también que está "completamente  vivo" e incluso este verano se ha "movido" por las televisiones el programa de televisión '¿Hablamos el mismo idioma?', por el que la SDAE abonó a su sociedad dos facturas por un valor total de 28.050 euros en diciembre de 2010 y marzo de 2011.

'Ramoncín', que ha reconocido utilizar el email [email protected], ha afirmado que solicitó un préstamo personal a José Luis Rodríguez Neri y le confesó que le "salvaría la vida" si esos programas salían adelante. "Eso que dice usted que Neri es mi amigo, Neri es compañero de trabajo desde hace más de 30 años", ha respondido al fiscal José Miguel Alonso.

En su opinión, fue también una "idea maravillosa" la que se le ocurrió para elaborar un proyecto de divulgación de los derechos de autor y para lo que visitó colegios del sur de Madrid y los centros docentes "más conflictivos" de la capital para reparar la "mala imagen" de la SGAE.

'Ramoncín', que cobró 6.962 euros por este trabajo, ha resaltado que los precios no estaban por encima del mercado y que "jamás ha cobrado nada" por sus cargos en la SGAE puesto que "siempre consideró que no era decente estirar la mano y sentarse en una silla". "La SGAE era el enemigo público número uno y yo he sido la cara visible", ha concluido tras tres horas de declaración.

Neri denuncia indefensión

La defensa de 'Ramoncín', ejercida por el abogado Francisco Pereña del despacho Adeia, ha solicitado incorporar el repertorio de las obras musicales del cantante, el reglamento de la entidad cultural, diversos correos electrónicos o el contrato original del programa '¿Hablamos el mismo idioma?'. El fiscal ha impugnado dicha prueba por tratarse de "fotocopias" sobre las que no se puede verificar su carácter genuino y el tribunal ha aceptado valorar después su relevancia.

El abogado del ex director general de la filial digital --Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE)--, José Luis Rodríguez Neri, ha denunciado la indefensión sufrida por su representado al haber sido sometido a una acusación "sorpresiva" y ha anunciado su intención de formular un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

Al inicio de la vista, el letrado de la Sociedad General de Auditores y Editores (SGAE) ha sido emplazado a salir de la sala porque la entidad renunció a ejercer la acusación particular y pidió además el sobreseimiento de la causa. El letrado que representa al que fuera director general Enrique Loras ha mostrado su "extrañeza" por esta circunstancia.

El fiscal de Anticorrupción José Miguel Alonso pide que la Sección Segunda condene a Neri a cuatro años y diez meses de prisión; al exdirector de los Servicios Jurídicos de la entidad Pablo Hernández Arroyo a dos años y nueve meses de cárcel; y al ex director general de SGAE y exconsejero de la filial digital Enrique Loras a dos años de cárcel. Alternativamente, reclama penas de multa.

Ramoncín tuvo que “vender su talento a la SGAE”
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