martes. 23.04.2024

Tracy-Ann Oberman, una conocida actriz británica acudió junto a su marido, Rob Cowan, a uno de los restaurantes de Martín Berasategui, que tiene ocho estrellas Michelín.

La pareja probó un menú compuesto por catorce platos, en el que se asombraron de lo peculiar que era la presentación de los mismos, emplatados sobre placas de madera o láminas de piedra.

A pesar de su extrañeza ambos disfrutaban de la velada, cuando ante ellos apareció una especie de piedra rodeada por una cuerda y con una especie de rulo blanco encima, a la que Rob dio un mordisco.

Su sorpresa llegó cuando descubrió que, en realidad, lo que parecía un plato vanguardista no era más que una toallita húmeda que los camareros habían puesto en la mesa para que los comensales se limpiaran las manos entre plato y plato.

Según afirma el periódico británico 'Daily Mail', los protagonistas de la historia aseguran que el personal del restaurante se quedó “horrorizado”.

Tras esta simpática anécdota, Oberman no dudó en contar lo ocurrido en Twitter, con fotos y comentarios.  

Los ‘peligros’ de la cocina de vanguardia