viernes. 19.04.2024

La ciudad alemana de Limbach está separada de Bamberg, en Sajonia, al este de Alemania, por 120 kilómetros. Y esa es la distancia que un niño de 12 años alemán recorrió en coche para ver a sus abuelos. Lo llamativo es que era él el que condujo el vehículo.

Los padres fueron los primeros que notaron la ausencia del chaval, que se dejó acompañar en su viaje de otro menor de 13 años, y del coche familiar. El viaje, milagrosamente, acabó sin incidentes, según publica la prensa alemana, que detalla que el menor tuvo incluso que circular por una autopista alemana en la que no existe límite de velocidad.

Los hechos ocurrieron el jueves pasado. En su denuncia de la desaparición los padres informaron a las autoridades de que su hijo les había hablado de su deseo de ir a visitar a los abuelos. Y en efecto, las autoridades lo localizaron ya allí.

La hazaña acabó con final feliz y el menor quedará sin multa, al no alcanzar los 14 años de responsabilidad penal que exige Alemania.

Un niño de 12 años conduce 120 kilómetros para ver a sus abuelos
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