La muerte de Gabriel Cruz ha conmocionado a toda España. Esta semana, un funcionario de la prisión El Acebuche, donde ha sido ingresada Ana Julia Quezada, la asesina confesa, ha remitido una desgarradora carta al programa Espejo Público, que emite Antena 3, en la que relata que a pesar de haber conocido a delincuentes de la talla de El Rafita, Pakito, De Juana Chaos, Txapote o "violadores de sus propios padres, violadores de sus propios hijos", el caso del pequeño asesinado en Almería le ha superado.
“Jamás había pensado que me afectaría lo que pasara dentro de una prisión”. “Pero esto me ha superado, quizás por tener hijos en edades similares”, escribe.
“Estas noches he vuelto a sentir el terror, he vuelto a tumbarme boca abajo en la cama y llorar…”, continúa. “La primera mañana que entré a trabajar tras el ingreso de Ana Julia me costó ponerme el uniforme”, relata. “Llevaba muchas noches despertándome sobreexcitado con la cara del demonio, de la bruja de Gabriel”.
Así, durante su escrito, este funcionario de prisiones asegura que “quizás lo que más miedo me daba, lo que más odio me despertaba era la certeza de saber que a ella no le va a pasar nada", afirma antes de resaltar que "si tuviera que defenderla no dudaría ni un solo segundo en poner mi vida en peligro para salvar la de Ana Julia”.
“Quizá esa es la diferencia entre ella y yo”, sentencia.
