martes. 19.03.2024

Un estudio publicada en la edición digital de la revista Neuorology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, concluye que las personas que padecen el síndrome de piernas inquietas pueden tener cambios en una parte del cerebro que procesa la información sensorial.

"Nuestro estudio, que creemos que es el primero en mostrar los cambios en el sistema sensorial con síndrome de piernas inquietas, encontró evidencia de cambios estructurales en la corteza somatosensorial del cerebro, el área donde se procesan las sensaciones", afirma Byeong-Yeul Lee, de la Universidad de Minnesota y autor de este trabajo. "Es probable que los síntomas puedan estar relacionados con los cambios patológicos en esta área del cerebro", afirma.

Según aclara el estudio, la corteza somatosensorial del cerebro es parte del sistema somatosensorial del cuerpo, que está formado por nervios y vías que reaccionan a los cambios dentro o fuera del cuerpo. Se trata, por tanto, del sistema que ayuda a las persona a percibir el tacto, la temperatura, el dolor, el movimiento y la posición.

28 personas con graves síntomas de este trastorno han participado en el estudio

28 personas con graves síntomas de piernas inquietas que sufren el trastorno desde un promedio de 13 años, han participado en este estudio en el que se compararon con 51 personas de la misma edad sin el trastorno. Cada participante tuvo que someterse a un escáner cerebral con imágenes de resonancia magnética (IRM).

Los científicos encontraron que las personas con síndrome de piernas inquietas tenían una disminución del 7,5% en el grosor promedio del tejido cerebral en el área del cerebro que procesa las sensaciones en comparación con los participantes sanos. También encontraron una disminución sustancial en el área del cerebro donde las fibras nerviosas conectan un lado del cerebro con el otro.

Lee afirma: "Estos cambios estructurales hacen que sea aún más convincente que los síntomas del síndrome de piernas inquietas se derivan de cambios únicos en el cerebro y proporcionan una nueva área de enfoque para comprender el síndrome y posiblemente desarrollar nuevas terapias".

Además, subraya que si bien el estudio muestra un posible vínculo entre los síntomas y las áreas del cerebro que procesan la información sensorial, es posible que los síntomas puedan estar vinculados con una función alterada en otras partes del sistema sensorial.

El síndrome de piernas inquietas es un trastorno que causa sensaciones incómodas en las piernas, acompañado de una necesidad irresistible de moverlas. A menudo ocurre por la tarde y por la noche, a veces afectando la capacidad de una persona para dormir.

En algunos casos, el ejercicio puede reducir los síntomas, aunque también se pueden recetar suplementos de hierro si hay deficiencia de hierro. Para los casos más extremos existen fármacos, sin embargo, muchos tienen graves efectos secundarios si se toman demasiado tiempo.

Un estudio revela el origen del síndrome de las piernas inquietas