sábado. 20.04.2024

Han sido dos años complicados para los ayuntamientos. La pandemia de Covid-19 ha obligado a cambiar el paso para muchas políticas, retrasando proyectos y destinando fondos a paliar los efectos sociales, económicos y laborales de un virus global cuyas consecuencias siguen sintiéndose, aunque con menos intensidad. La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado (Escobedo, 1974), supera el ecuador de la legislatura con optimismo, habiendo aprobado recientemente un presupuesto ambicioso que aumenta en casi cinco millones de euros, con muchos proyectos previstos al tiempo que se siguen atendiendo las necesidades de los vecinos que deja esta pandemia. Nos recibe en su despacho para hablar sobre la situación del municipio.

Ha sido un comienzo de legislatura muy atípico. ¿Qué balance hace de esta primera mitad de mandato?

La pandemia nos ha trastocado todos los planes, presupuestos… El año pasado y este los objetivos han sido y son cubrir las necesidades de las personas y los colectivos más afectados, pero sin dejar de hacer inversiones porque con eso generamos empleo, y esa es una de las claves para poder salir de esto todos juntos. Es un presupuesto ambicioso en el que vamos a invertir 6 millones de euros en obras muy importantes. Cumplimos con el pacto de gobierno de la legislatura, igual que hicimos en 2015. Para nosotros esto es sagrado. Nuestra relación personal y política es respetuosa y está consolidada, seguimos trabajando juntos con nuestras diferencias y nuestras discusiones, pero estables.

A pesar de esas dificultades, el presupuesto para el próximo año crece casi 5 millones de euros. ¿Cuáles son las principales inversiones en el municipio?

Para este año tenemos 1,3 millones de euros para el parque de Cros, que va a sufrir una reforma integral tanto en el suelo como el área infantil, y vamos a crear un parque de agua. Otra de las propuestas del acuerdo de investidura era cubrir la pista polideportiva de Escobedo, con lo que vamos a matar dos pájaros de un tiro porque también vamos a dar solución al campo de fútbol de Unión Montañesa, con unos vestuarios que van a servir también para las piscinas municipales. El 28 de junio iniciaremos el aparcamiento de La Vidriera, que son 18.000 metros y casi 300 plazas, con una gran zona verde y de encuentro para las familias al lado de un centro cultural y deportivo y hacia un paso como es la Ría del Carmen, otra zona de ocio y deportiva.

Llevamos también un millón para el asfaltado de Juan Carlos I, aprovechando un cambio de tuberías que se va a hacer. Hay una afluencia de tráfico enorme, está muy degradado, y ahí está Equipos Nucleares, la empresa más potente de toda Cantabria, a la que también tenemos que atender. Y junto a esto, los albergues juveniles que se van a hacer en la Escuela de Medio Ambiente y la renovación de los vestuarios del Matilde de la Torre, ambos con la colaboración del Gobierno de Cantabria. Tenemos medio millón de euros para obras y asfaltados para renovar carreteras, otros 200.000 euros para la redacción de proyectos y uno de los más importantes, un millón de euros para el cubrimiento de las vías.

“No hemos hablado nunca sobre la OLA, pero no se puede descartar nada”

¿En qué situación se encuentra ese proyecto? ¿Estiman que se pueda comenzar en esta legislatura?

Si todo va como parece, antes de que acabe la legislatura es muy probable que se estén empezando las obras del cajón. No del acabado de la obra, porque lleva tiempo y los procedimientos de la Administración son eternos, pero el objetivo final es comenzarlas.

Eso va a suponer una evolución para Muriedas y Camargo.

Ten en cuenta que en 300 metros vamos a humanizar un casco urbano que está roto por dos partes, y damos solución a muchos problemas. Hacemos una reforma integral, que es uno de los proyectos que permitirá hacer que las calles Juan XXIII y Eulogio Fernández Barros vuelvan a ser de las personas. Pero todo eso está integrado con el cajón, porque debajo irá un aparcamiento, que es otro de los problemas que hay en el casco urbano. No podemos sacar los coches sin que demos una solución.

¿Se plantea implantar algún sistema de OLA como otros municipios?

No lo hemos hablado nunca, pero no se puede descartar nada. Nos estamos dando cuenta de que mucha gente, por comodidad, deja el coche en un aparcamiento subterráneo cuando vuelve a casa, pero esa plaza puede servir para otra persona que va a hacer la compra.

¿Hay posibilidad de que el municipio pueda crecer en suelo industrial?

Lo contemplamos dentro del PGOU, cuya aprobación en esta legislatura es nuestro objetivo.  Seguimos dos líneas: reserva de un millón de metros cuadrados de suelo industrial y reserva de suelo para viviendas sociales, tipo las de Cros, que han sido un éxito: viviendas baratas para gente joven que empieza y no puede.

“Hay que dedicar un poco más de tiempo a hacer los deberes cuando se está en la oposición, no que te lo den todo hecho”

La oposición criticaba que no se les informó del presupuesto. Una vez superada la pandemia, ¿cómo es la relación con estos partidos?

Mi postura siempre es intentar llegar a acuerdos y hablar con la oposición. De hecho, hablo con ellos normalmente, pero la oposición no entiende que el presupuesto es del equipo de gobierno, y una vez que lo tiene se lo pasa a ellos para que den su opinión o hagan propuestas. Han tenido 10 días hasta que se han convocado la comisión y el pleno. Nadie ha presentado propuestas ni nos ha dicho nada, solo que no hemos hablado con ellos. Les hemos recibido tanto el teniente de alcalde como yo, y muchas veces hemos hablado por teléfono, pero no pueden achacarnos que no les atendemos. De hecho, en los presupuestos creo que siempre tienen que tener cabida, y en las inversiones siempre aceptamos alguna de las propuestas que ponen. Son buenas, no hay que negarlo, porque vengan de la oposición no van a ser malas. Se les cae el discurso por su propio peso. Lo que hay que hacer es dedicar un poco más de tiempo a hacer los deberes cuando se está en la oposición, no que te lo den todo hecho.

El ‘Semáforo Covid’ ha generado mucha controversia, y esta semana sitúa a Camargo en nivel 2 de alerta. ¿Cómo valora esta medida de Sanidad?

El ‘Semáforo Covid’ no se ha sabido explicar bien. Yo lo miraba todos los días y no lo entendía. Creo que es un problema de comunicación y de lo que se estaba reflejando. Es cierto que a Camargo la han puesto en una línea naranja, pero los casos son irrelevantes. Menos de 50 casos en una población de 31.000 habitantes no es importante. Lo importante es que, según nos han explicado, veníamos de semanas en las que no teníamos casos, y de repente 33. ¿A qué se debe? A tres focos exactos que están localizados. Y nos ponen en ese contexto para que se tenga cuidado, se ponga más esfuerzo, pero es insignificante. Son los casos que teníamos el año pasado por esta época, y éramos uno de los ayuntamientos más bajos de toda Cantabria. Hay casos de ayuntamientos con 90 casos y 4.000 habitantes, pero no son reales porque ya los tenían. Es un sistema ágil para que la gente lo vea, pero no es práctico y es un poco complicado de entender.

“El ‘Semáforo Covid’ no se ha sabido explicar bien. Yo lo miraba todos los días y no lo entendía”

Y a nivel de comercios, hostelería… ¿cómo puede afectar esto a la recuperación?

Ahora mismo en Camargo no puede afectar a nada, son tres focos muy controlados. Durante este año de pandemia hemos empatizado con la hostelería y hemos intentado por todos los medios que pudieran seguir trabajando. Y salvo casos contados con los dedos de una mano, el resto de la hostelería no ha cerrado en toda la pandemia. Les hemos facilitado suelo público, no les hemos cobrado la tasa de agua y alcantarillado, seguimos sin cobrar las terrazas… Era el momento de echar el resto y ayudar a los colectivos que peor lo estaban pasando. Pero también tengo que decir que nos fijamos mucho en la hostelería, y otro de los sectores más afectados ha sido la cultura, que ha estado en silencio durante más de un año sin trabajar. La mayoría de los hosteleros han tenido la oportunidad de trabajar.

Finalmente en Camargo habrá fiestas de San Juan, aunque algo atípicas. ¿Es un primer paso hacia esa normalidad tan ansiada?

La gente tiene ganas de eso, y de hecho, desde el mes de agosto del año pasado no hemos parado de hacer actividades. Hemos hecho muchísimo, sobre todo con colectivos que lo necesitaban, como la gente mayor. Han tenido un deterioro cognitivo enorme en pocos meses. Ten en cuenta que en Camargo este colectivo estaba acostumbrado a tener de la mañana hasta la noche actividades todos los días por parte del Ayuntamiento, y han pasado a la más absoluta soledad muchos de ellos. Así que hemos puesto en marcha talleres de memoria, marchas nórdicas, salud en marcha, prevención de la obesidad, mente activa y salud… Hemos hecho muchos, y la gente estaba encantada, nos pedían que no paráramos, pero en verano hay que descansar un poco y retomar en septiembre.

Respecto a San Juan, no sabíamos cómo iba a evolucionar la pandemia, y por precaución decidimos hace meses no hacerla. Ahora que vemos que todo evoluciona favorablemente hacia la normalidad, vamos a hacer algo simbólico, un poco de animación, de ruido y de ambiente en la calle, pero intentar no masificar porque entendemos que no es el momento.

¿A favor o en contra de eliminar la mascarilla en unos días?

Para eso soy muy precavida y siempre acepto lo que nos dice Salud Pública. Lo que nos digan los profesionales es lo que tenemos que hacer. Ha habido muchas contradicciones, pero todos hemos ido aprendiendo. Entiendo que a medida que la vacunación va aumentando, al aire libre y en espacios abiertos, manteniendo la distancia, no veo mal que se retire la mascarilla. Lo que todavía no veo, por lo menos en lo que queda de año, es que en espacios cerrados nos la podamos quitar.

“Era el momento de echar el resto y ayudar a los colectivos que peor lo estaban pasando”

A finales de abril se declaraba culpables a los dos acusados por las irregularidades del Banco de Alimentos. ¿Qué valoración hacen desde el Ayuntamiento?

Todo lo que sucedió es lamentable. Son cosas que no deben ocurrir, y menos cuando hablamos de los colectivos más vulnerables. Que alguien se aproveche de eso es vergonzoso, no hay otro calificativo. Tengo que decir que la investigación la inicié yo como alcaldesa porque había comentarios de los propios usuarios que veían cosas que no eran normales. Pusimos todo el procedimiento el marcha e hicimos lo correcto. Tomamos las decisiones que teníamos que tomar, destituí a Jimena (González), y en consonancia a Marcelo (Campos) por no querer destituirla. El tiempo nos ha dado la razón, y son cosas que no deberían suceder ni aquí ni en ningún lado.

¿Van a realizar algún tipo de monumento o recordatorio de los fallecidos por la pandemia en Camargo?

El 2 de mayo hicimos un reconocimiento a los colectivos que peor lo han pasado y guardamos un minuto de silencio por los fallecidos, pero creo que es un poco pronto para un monumento. Lo hemos hablado, y seguramente haremos algo que se vea y que refleje lo que pasó, pero será hacia el final de la legislatura.

Un deseo para lo que queda de legislatura.

Lo que queremos todos, que esto sea un mal sueño y nos levantemos mañana diciendo que volvemos a la normalidad, la gente a recuperar su empleo y a vivir con dignidad.

“No veo que en espacios cerrados nos podamos quitar la mascarilla, por lo menos en lo...
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