miércoles. 24.04.2024

Periodista y político, Juan González Bedoya ha sido diputado regional y senador por Cantabria representando al PSOE durante tres legislaturas. Expulsado del partido en 2002 por sus desencuentros con la dirección y su lucha contra la corrupción, nunca ha dejado de ser político, aunque "siempre me he sentido periodista". Premiado por la Comisión Europea en 2009 por un informe sobre el Estado del Bienestar, actualmente trabaja en El País. Considera que el periodismo no va a cambiar, aunque reconoce merma en la calidad de la información.

Ex senador, ex diputado y ex editor pero periodista, ¿hasta cuándo?

Sigo en marcha mientras el cuerpo aguante, la cabeza esté despierta, tenga medios de comunicación que me acojan y al menos una docena de lectores. Siempre me he sentido periodista, aunque nunca he dejado de ser político, en el sentido aristotélico de la palabra. El hombre es un animal político. O somos políticos, implicados o interesados en lo que ocurre en la polis y a los ciudadanos, o somos animales.

Su relación con Juan Hormaechea permitió alimentar las rotativas de la época durante muchos días, ¿qué recuerda de aquellos años?

Afortunadamente, ya no me ocupo de las basuras. Llevo décadas fuera de la política activa. Fueron tiempos desastrosos para la región, de graves irregularidades y despilfarros, sentenciados severamente por los tribunales. Yo intenté cumplir con mi obligación, vigilando, denunciando, combatiendo a los corruptos. Por cierto, apenas hace unas semanas el señor Hormaechea volvió donde solía y ha vuelto a presentar en un juzgado de Santander una querella contra mí, la enésima. No escarmienta, el hombre.

¿Qué diferencia hay entre la política actual  y la de antes? ¿Atisba en el horizonte alguien que pueda ilusionar y sorprender como hizo Felipe González en el 82?

Políticos como Felipe González aparecen uno por siglo, no veo a ninguno en el horizonte, y mucho menos en el PSOE, que es un partido sin cerebro y sin cabeza. A la política actual le falta inteligencia y capacidad de diálogo y de sacrificio. Llevamos meses de vergüenza. Me temo que la repetición de las elecciones no mejorará la situación. La crisis es económica, pero sobre todo política. La gente no se da cuenta de que la política no da la felicidad pero te la puede quitar. Se vota muy a la ligera, con mucha irresponsabilidad. No es verdad que cada país tenga el gobierno o los políticos que se merece (nunca nos merecimos a Franco, por ejemplo), pero es triste que el desencanto de los ciudadanos se traduzca en pasotismo o ligereza. En fin, me temo que vendrán más años necios y nos harán más ciegos.

Políticos como Felipe González aparecen uno por siglo, no veo a ninguno en el horizonte, y mucho menos en el PSOE, que es un partido sin cerebro y sin cabeza

¿Qué le pasa a este PSOE?

Una vez le dije a Felipe González en un Comité Federal que no debió permanecer en el tejado mientras se pudría el partido bajo sus pies. Desde el tejado las cosas se ven de distinta manera, muy deformadas. El PSOE está pagando las consecuencias de aquella barbaridad de Alfonso Guerra sobre la disciplina interna, aquello de que el que se mueve no sale en la foto. Entonces se llenó el partido de mudos, de sumisos, de incapaces, y atrajo a una muchachada que no había sido capaz de terminar su carrera ni tenía un empleo civil. Los Pepiño Blanco, qué horror. Además, se protegió la corrupción interna, a los famosos recaudadores. En Cantabria se abrieron expedientes de expulsión por decir que íbamos a hacer inhabitable la vida a los corruptos en el partido. Imagine qué barbaridad. Hoy el PSOE es un regimiento prusiano, en el que se acabó la discusión y prosperan quienes no han hecho en la vida civil nada que preste. Estuve en comités federales o regionales, y en comisiones ejecutivas, que duraban hasta la madrugada; los de ahora empiezan a las diez de la mañana y al mediodía se levanta la sesión con la disculpa de que muchos compañeros tienen que coger el avión para regresar a casa.

Cantabria, su querida y añorada tierruca, ¿qué opinión le merece la gestión del bipartido encabezado por M.A. Revilla?

Somos una región cangrejo. Hace 40 años éramos la quinta provincia de España, sobre 52, en renta per cápita. Hoy estamos en el furgón de cola y nos anuncian que saldremos de la crisis dos años más tarde que el conjunto nacional. En 1974, la Confederación de Cajas de Ahorros pronosticó, en un informe dirigido por el economista Fuentes Quintana, el alma más tarde de los Pactos de la Moncloa, ya lo que ha sucedido: que éramos una región frenada por el bienestar, dormida en los laureles. ¿El Gobierno PSOE&Revilla? Bueno, a cualquier cosa llamamos Gobierno. Revilla está de espectador, de acá para allá, en romerías. Y el PSOE, en fin, unos aficionados. Alguna vez he dicho que si Revilla estuviera en la oposición, se llevaría a sí mismo ante los tribunales de Justicia. No es una broma, sabe a qué me refiero.

En Cantabria se abrieron expedientes de expulsión por decir que íbamos a hacer inhabitable la vida a los corruptos en el partido

Y a nivel nacional, ¿qué piensa que va a ocurrir en las próximas elecciones generales? ¿Se aprenderá a pactar en este país?

Pedro Sánchez acaba de decir que se arrepiente de haber llamado indecente a Rajoy en el famoso debate en la televisión. “Yo también he aprendido de esas elecciones”, ha dicho. Estoy harto de decir que a la política hay que llegar aprendido, trabajado, comido, bebido e, incluso, cagado. A la política no se llega para aprender. La política es cosa muy seria para dejarla en mano de aprendices. Rajoy no ha querido cortar de raíz las corrupciones, pero imaginemos que vuelve a ganar, cosa muy probable. Si Sánchez pierde de nuevo ante Rajoy, todos los demás partidos deberán meterse debajo de la mesa, muertos de bochorno, o marcharse a casa. No lo harán. Y otra vez el lío. Estamos en una encrucijada terrible; no tenemos políticos de altura. El ideal es ir a un sistema electoral de segunda vuelta en todas las elecciones, también en las municipales, para garantizar mayorías absolutas. Es el modelo francés. La democracia también necesita de gobiernos fuertes.

Defina en una palabra lo que le transmiten los siguientes líderes políticos
        Rajoy: Resistente
        Sánchez: Insolvente
        Iglesias: Prepotente
        Rivera: Principiante
        Susana Díaz. Expectante
        Ada Colau: Triunfante
        Miguel Ángel Revilla: Viajante  
        Eva Díaz Tezanos: Contemplativa
        Ignacio Diego: Oponente

Estamos en una encrucijada terrible; no tenemos políticos de altura

Hablemos de nuestra profesión, ¿el papel lo aguanta todo?

El periodismo no va a cambiar, por mucho que vayan variando los soportes por los que se transmiten las informaciones y las opiniones. Seguimos teniendo una función social imprescindible. Es verdad que el periódico clásico, en papel como usted dice, está en crisis. La culpa no la tiene Internet. Se ha bajado la calidad, hay menos ambición profesional, la crisis ha mandado al paro a cientos de periodistas estupendos. Pero seguimos diciéndole a la gente lo que le pasa a la gente. Eso es el periodismo. Y que los malos del Sistema nos teman como los ladrones a los faroles. Sin prensa libre, el poder sería más prepotente, menos solidario, más corrupto. Tenemos la misma responsabilidad que en el pasado, o más. Los poderosos saben que se les vigila y ven que quien la hace, casi siempre la paga.

¿Utiliza redes sociales y entiende la esclavitud de la inmediatez de Facebook o Twitter?

Entré en las redes sociales cuando se iban inventando, por ejemplo tengo correo electrónico desde 1993, uno profesional, el de mi periódico, y otro privado. Me ocupan mucho tiempo cada día, que debo quitarlo de la lectura o el ocio. Así que me marché de Facebook a la semana de darme de alta e hice lo mismo con Twitter. Son medios demasiado frívolos, demasiado absorbentes. No los necesito.

¿Cómo será el periodismo del futuro, dicho por un premiado por la Comisión Europea en el año 2009?

Lo he dicho antes: seguiremos diciéndole a la gente lo que le pasa a la gente, sea bueno, malo o peor. Por eso nos leen los ciudadanos, para saber lo que pasa a su alrededor, que hoy es el mundo entero. Es una gran verdad que hoy el mundo es un pañuelo. Lo hemos hecho así los periodistas, esa es nuestra virtud principal.

Sin prensa libre, el poder sería más prepotente, menos solidario, más corrupto. Tenemos la misma responsabilidad que en el pasado, o más

Por último, ¿cuáles son las trampas y miserias del Estado del bienestar?

La principal trampa está en el egoísmo de los ricos, en los paraísos fiscales, en la economía sumergida, en el fraude fiscal. España debería gastar 70.000 millones más para tener un Estado de bienestar como el de Francia, Reino Unido o Suecia, que atienda a todos los ciudadanos que lo necesiten, para que nadie se quede en la cuneta de la historia. Nunca saldremos de la crisis con el 20% de paro o con pensiones de miseria. El desarrollo es consumo y bienestar. Desgraciadamente, la dirección política no va en esa dirección, sino en la contraria. Echamos la culpa a la crisis, pero el mal está en el pensamiento político, el dichoso liberalismo, eso de que quien pueda empuja y quien no se estruja. Los mejores países son los que tienen sistemas fiscales y mecanismos de solidaridad justos, solidarios y generosos. Era mi tesis en el informe que me premió la Comisión Europea.

“El PSOE está pagando las consecuencias de que el que se mueve no sale en la foto”
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