viernes. 19.04.2024

Esther Bolado (Escobedo, 1974) llegaba a la Alcaldía de Camargo en 2015, y lo hacía en una situación política muy tensa. Cinco años después ha logrado que esa crispación desaparezca de la vida municipal, pero en su segunda legislatura al frente del Consistorio ha tenido que gestionar la situación más complicada de su carrera política, como ella misma reconoce. La pandemia de coronavirus, para la que nadie estaba preparado, ha obligado al equipo de gobierno a posponer algunos proyectos para poder centrar todos sus esfuerzos en lo más prioritario, que son los colectivos vulnerables.

Esta es su segunda legislatura al frente del Ayuntamiento. ¿Cómo ha vivido la pandemia? ¿Ha sido la etapa más difícil?

Hemos estado donde debíamos de estar, que es con los colectivos más vulnerables en aquel momento

Sin lugar a dudas, es el momento más complicado desde que soy alcaldesa. Para esto no estábamos preparados absolutamente nadie, ni desde la Administración ni en ningún ámbito de la sociedad. No ha sido fácil de gestionar, supongo que como le ocurre al resto. Creo que hemos estado donde debíamos de estar, que es con los colectivos más vulnerables en aquel momento, los centros de salud y las residencias. Nos hemos volcado dando equipos de protección, desinfectando y estando pendientes de sus necesidades. También a los trabajadores municipales, y a los servicios externalizados se les ha dado el mismo trato, enviándoles a casa con las mismas condiciones. Entendimos que la gente, una vez pudiera salir a la calle, iba a usar la mascarilla como un elemento más, e intentamos facilitar a todos los ciudadanos una buena mascarilla que a día de hoy todavía veo en la calle.

¿Ha tenido colaboración de los partidos que están en la oposición?

Sí, y quiero agradecerlo. Todos los concejales han colaborado ensobrando las mascarillas, y durante la pandemia han estado informados, han tenido acceso a todos los expedientes y las decisiones. Y han apoyado absolutamente todas. He intentado tener una comunicación un poco más fluida que en las situaciones normales.

¿Hay algún proyecto que le haya dolido más tener que abandonar o posponer por la pandemia?

La prioridad es que nadie sienta que la Administración le ha abandonado

Creo que todas las inversiones pueden esperar. No hemos renunciado a ninguna, y de hecho en estos presupuestos hemos incluido inversiones y un apoyo indiscutible al 30 aniversario de La Vidriera, que queremos hacer algo especial. Lo que sí hemos hecho ha sido adaptar lo inicialmente planteado en las cuentas, centrándolas en asuntos sociales, algo que teníamos muy claro todos, y en dar forma al apoyo a todo el tejido empresarial, a todo el colectivo que lo ha pasado mal con la COVID-19. Ya era un presupuesto muy social, y lo hemos reforzado. En Educación no hemos rebajado un euro, seguimos apoyando el deporte, y el resto de cosas se han paralizado, pero tendrán continuidad una vez que esto mejore.

De todas esas medidas que se están tomando para afrontar la crisis, ¿cuáles son las que más van a notar los vecinos?

Las más inminentes, que son las ayudas de urgente necesidad. Son prácticamente de hoy para hoy, las hacemos con una resolución de la Alcaldía para facilitar ese trámite. Quiero agradecer el trabajo de todos los empleados municipales, porque es algo que depende de muchos departamentos, y se han volcado para dar prioridad y que esas necesidades estén cubiertas. Desde el pago del alquiler hasta la compra de gafas, ropa, medicamentos. Todo lo que uno se pueda imaginar, porque a una familia que no tiene para comer hay que ayudarla en todo lo demás. La prioridad es que nadie sienta que la Administración le ha abandonado. Creo que hemos conseguido un trato muy cercano y directo, y hay que agradecer el trabajo de los voluntarios de Protección Civil, que se han volcado con las personas mayores y colectivos vulnerables.

Hemos liberado medio millón de euros del presupuesto que va directamente al tejido empresarial y a las familias más vulnerables

¿Cómo está respondiendo la hostelería, el comercio y la actividad local a las medidas?

Las ayudas no les han llegado directamente todavía. Sí han notado la devolución de la tasa de impuestos de basuras, agua y alcantarillado, que no se les va a cobrar el trimestre que han estado cerrados. Tampoco se les va a cobrar la tasa de las terrazas. Dinero en efectivo, hasta que no esté aprobado el presupuesto, no lo podemos dar, por lo que estamos trabajando en un pliego sencillo, para que sea un proceso muy cortito y que tengan que entregar poca documentación para acceder a las ayudas de forma fácil y accesible. Hemos liberado medio millón de euros del presupuesto que va directamente al tejido empresarial y a las familias más vulnerables, sobre todo de cara a los trabajadores que se han quedado en el paro por el COVID-19.

Su municipio, según los datos de la Consejería de Sanidad, ha contabilizado poco más de 100 casos. No es de los más altos, y con la cercanía a Santander y Piélagos, que sí han tenido más casos, ¿a qué cree que se ha debido?

Creo que ha sido un conjunto de todo. Nos dio tiempo a reaccionar un poquito antes porque intuimos que podía pasar algo viendo lo que ocurría en Madrid, y fuimos capaces de adelantarnos incluso al Estado de Alarma. Pero es un compromiso de todos. Hemos dado prioridad a las residencias y los centros de salud, pero los profesionales se han volcado en evitar que los contagios salieran a la calle. Sí es cierto que hay un porcentaje muy pequeño de la población que ha sido irresponsable, pero en Camargo la gente ha sido responsable durante la cuarentena. Eso ha sido importante.

Con lo que estamos viendo, parece que la gente ha perdido miedo al virus. ¿Qué mensaje lanzaría?

Somos la administración más cercana pero sentimos que otras administraciones no nos acompañan

Por mucho que hagamos las administraciones, por muchas medidas que queramos poner, hay que apelar a la responsabilidad individual de cada uno. Por mucho que pensemos que la policía tiene que controlarlo, creo que tampoco está para eso. Pero no podemos criminalizar, y creo que es injusto, a mucha parte de la población de la gente joven. Porque entre ellos también hay gente adulta, y están los padres de esos menores. No entiendo como alcaldesa cómo un niño de 13 o 14 años puede estar ebrio hasta altas horas de la madrugada. Al final, no podemos criminalizarlos, tenemos que decir a los padres que deben ser responsables de dónde están sus hijos y con quién están.

Entonces, esa responsabilidad debe ser algo de toda la sociedad.

Sí, y de hecho casi todos los focos de contagios se están dando en reuniones familiares y amigos. Por eso apelo a la responsabilidad individual. Yo a mis padres les veo desde lejos, y desde marzo ni siquiera como con ellos. Y me encantaría, pero entiendo que podría ponerlos en peligro porque yo estoy en contacto con mucha gente. Son colectivos vulnerables e intentamos que no les pase nada. Tenemos que ser conscientes de que podemos llevar la enfermedad y ser asintomáticos, pero vivimos con nuestros abuelos, nuestros tíos, nuestros vecinos. Podemos contagiarles y ponerles en una situación complicada.

¿Cómo afectarían al municipio nuevas restricciones de movilidad o de apertura de locales, si Cantabria tomase esa decisión?

Los ayuntamientos no podemos prever lo que va a pasar, pero desde luego hemos sido los que hemos dado respuesta real a los ciudadanos en situaciones en las que el resto de administraciones han sido incapaces de responder de forma rápida. Nos han pasado durante esta pandemia muchísimas competencias que no nos correspondían. Las hemos asumido, y lo hemos hecho de nuestros propios presupuestos. Los ayuntamientos vamos a seguir en esa línea, vamos a dar respuesta a nuestros vecinos siempre que lo necesiten, somos la administración más cercana pero sentimos que otras administraciones no nos acompañan. Muchas veces se nos llena la boca diciendo que los ayuntamientos pintamos mucho, pero nos pasan los marrones que el resto son incapaces de gestionar.

Con que seamos responsables, nos lavemos bien las manos y mantengamos un poco de distancia, podríamos hacer prácticamente todo

¿Y cómo afronta, personalmente, la legislatura tras pasar lo que hemos pasado?

Con incertidumbre. Iremos dando paso a paso a medida que vayamos viendo la evolución de la pandemia, que ha venido para quedarse y que va a estar entre nosotros mucho tiempo. Desgraciadamente, hasta que volvamos a tener la vida que teníamos hace unos meses vamos a tardar bastante más de un año. Mientras tanto, debemos seguir haciendo tareas de información y la importancia de llevar mascarilla. No nos están pidiendo más. Con que seamos responsables, nos lavemos bien las manos y mantengamos un poco de distancia, podríamos hacer prácticamente todo. Hay que tener muy claras las consecuencias de cada acto irresponsable.

En este sentido, varios establecimientos están cerrando al registrar casos positivos. Esa es una responsabilidad que se suma a la individual.

Por supuesto. He vivido el caso de una amiga que ha tenido que cerrar su negocio porque una de sus trabajadoras había estado con un amigo que a su vez había estado con otro que había dado positivo. No somos conscientes de que ahora mismo somos nosotros los que estamos cerrando puestos de trabajo, y eso sale de las arcas públicas. No va a haber dinero para cubrir todo, tenemos que ser muy responsables con nuestros actos. Hay que tener una responsabilidad colectiva, si se sabe que hay un positivo hay que cerrar. Sí o sí. Los protocolos están para algo, y cuando se respetan dan resultado. Tenemos que ser conscientes de la situación en la que estamos, pero no solo Cantabria, sino el resto de España y del mundo. Es algo globalizado, los recursos son limitados, y si no se recauda no se puede ayudar. Los gobiernos vamos a llegar hasta donde podamos, y todo depende de cada uno de nosotros.

“No podemos criminalizar a los jóvenes, los padres deben ser responsables de dónde...
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