viernes. 29.03.2024

Trabajador en el sector ferroviario y sindicalista, Sergio Tamayo comenzó en el movimiento obrero desde muy joven, participando en el movimiento contra la entrada de España en la OTAN. Ha trabajado en multitud de plataformas ciudadanas progresistas y contra el recorte de los derechos de las trabajadoras y trabajadores. Actualmente milita en la CGT, en Izquierda Unida y en Interpueblos, y es uno de los impulsores de la Plataforma Cantabria por lo Público y Sin Recortes. Aunque nota mucho “apoyo y entusiasmo” en la calle, lugar desde el que asegura que llega a la política, no cree que se vaya a producir un cambio real en las elecciones del 20 de diciembre dado que los principales partidos no representan dicho cambio. Considera antidemocrático que se quieran acallar diversas voces durante la campaña, y apuesta por un Plan de Empleo Garantizado como principal medida para salir de la “crisis galopante” en la que se encuentra España.

Esta es su primera campaña como cabeza de lista. ¿Nota el apoyo de la gente?

Hay apoyo y hay entusiasmo. Creo que hay mucha ilusión en que este país tiene que cambiar, pero también hay desilusión en que no se haya llegado a un encuentro con otras fuerzas políticas, que habría sido mucho más multiplicador. Al final cada uno ha ido a buscar su voto, Podemos más hacia el centro y nosotros un voto más transformador de izquierdas. Son espacios totalmente distintos. En ese sector, en la izquierda, se está clarificando más dónde está cada uno, y eso es bueno. Es evidente que cuando hablo me dirijo a todo el mundo, y me encantaría que me votaran incluso los que apoyan a PP o PSOE. Lo que pasa es que los medios de comunicación se están encargando de tapar esa parte de la izquierda transformadora que quiere sacar al país de la situación en la que está.

Respecto a los medios, ¿qué opinión le merece lo ocurrido en el debate a cuatro fuerzas?

Estoy enfadado, lo que me gustaría es que hubiera pluralidad en los medios y en las ideas. Para eso somos un país democrático, con diferentes formas de ver las cosas, y todos tenemos el mismo derecho de llegar a la gente para que al final decida qué opción política es la que le conviene más o le va a dar mejores resultados. Tapar otras fuerzas políticas como IU, que tiene 11 diputados y un millón y medio de votos, es intentar tapar un desagüe y dejar que la mitad se escape. Eso es peligroso para la democracia porque tapar otras voces que existan no es nada plural; más bien es antidemocrático.

En Cantabria eso también está pasando. Ya ocurrió en las elecciones municipales y autonómicas. Los medios sacaban a cuatro partidos, dos de ellos sin tener representación, lo que es irónico porque a IU nunca le han prestado atención cuando no la ha tenido. Me parece poco sano para la democracia y para un pueblo como el nuestro.

¿Está de acuerdo con que son las elecciones del cambio?

Son unas elecciones muy importantes en estos momentos de crisis galopante, pero las políticas que están planteando estos partidos no creo que sean para un cambio, sino para mantenerse en el tiempo. Y ese creo que es uno de los motivos por los que no nos quieren sacar en los medios de televisión. Lo que estamos exigiendo desde la izquierda transformadora es un cambio radical, un cambio de Constitución que no sean solo reformas, y con el que la gente pueda participar. Un proceso constituyente donde se garantice el trabajo, la sanidad pública, los servicios sociales, los derechos laborales y los civiles. El cambio que necesitamos es reformar y hacer una nueva Constitución. Queremos decidir quién es el jefe del Estado, y las reformas de los nuevos partidos no van a hacerlo; ni siquiera lo pretenden. Las medidas económicas que algunos proponen son más neoliberales de las que ahora se aplican.

¿Qué destacaría del programa electoral de Unidad Popular?

Creo que el Plan de Empleo Garantizado, en un momento en el que tenemos a 5,5 millones de personas con derecho a trabajar, es muy importante. Garantizar el trabajo hace que la gente pueda salir adelante. Una persona que no encuentra empleo durante mucho tiempo es un problema muy grave, para la salud y para la familia. También es importante garantizar una renta básica, que permitiría a la gente, al menos, sobrevivir.

Todo eso tiene que ir ligado a otros aspectos como la energía, cuyas empresas deberían estar nacionalizadas. Igual que las telecomunicaciones. Deberían estar al servicio de la sociedad, no como ahora, que están al servicio de los poderes económicos y que nos presentan recibos que son impagables.

Los parados de larga duración son otro problema que hay que resolver. No puede ser que una persona con 55 años sea despedida y sepa que no va a encontrar trabajo. Por eso proponemos contratar 600.000 parados de larga duración para que puedan llegar a su jubilación con derechos y que puedan seguir cotizando. Relacionado con esto está la juventud, pero para resolver este problema lo que no se puede hacer es alargar la edad de jubilación, que  debería bajar a los 60 años. Esto permitiría que la gente joven, que es la generación mejor preparada y está emigrando, pueda trabajar en España y la gente con 60 años tenga derecho a poder disfrutar del resto de su vida. Todo eso debe ir acompañado de una reducción de jornada laboral. No podemos tener jornadas de 40 horas, habría que tender a las 35 horas y, si se puede, a menos. Todo eso no garantiza un pleno empleo, pero sí reduce mucho el paro.

Es importante también la igualdad con la mujer, que haya una ley y que esté garantizada, algo que incluiríamos en la nueva Constitución. Habría que invertir mucho más dinero en prevenir la violencia de género desde la educación, algo que es fundamental en España.

Con respecto a Cantabria, ¿qué cree que es lo más urgente?

Está claro que hay que desterrar la idea de que aquí se puede hacer fracking. Es algo que no se está hablando, pero es algo que debe ser paralizado desde el Estado. El Plan de Empleo también es fundamental para esta región, que debe ser reindustrializada. Hay muchos trabajos que actualmente no se están haciendo, y alegan que no hay recursos. Recursos hay, lo que pasa es que la economía debe estar al servicio del ser humano, y no al revés.

También hay que potenciar el transporte de cercanías, tanto en vía estrecha como en Renfe. Además del problema de los precios, que son abusivos, hay que reducir los tiempos y tener más frecuencia de trenes. Para eso hay que invertir, pero no en AVE, sino en cercanías y media distancia. En este sentido, hay que abrir la línea hacia Bilbao. Está obsoleta, hay que mejorar el trazado y la conexión debe seguir hacia Europa. No se trata de mejorar la velocidad, sino la infraestructura. El transporte de mercancías es algo de lo que no se está hablando. En España representa el 3%, y eso está dejando una huella ecológica de la que no se habla. Esto sucede porque se han privatizado las mercancías, y es más barato un camión. Habría que tender a mejorar el uso de energías limpias y renovables, y no seguir utilizando las energías fósiles.

Por supuesto, también hay que invertir en un Plan de Vivienda. Cantabria tiene unas 50.000 viviendas vacías, y es necesario que rescatemos a las familias que han perdido sus casas y que a pesar de todo siguen debiendo dinero. Es necesario crear un Banco Bueno que rescate a la gente, que tenga todas esas viviendas vacías y que, a través de un alquiler social, lo gestione.

Por eso creemos que es necesaria una transformación. Necesitamos un nuevo país, porque en seis años nos lo han destrozado. Tengo 55 años, pero nunca he visto una crisis como esta. Siempre han sido por sectores, pero ahora es todo el país. Tenemos que crear un nuevo país con toda la gente.

Todo apunta a que el diálogo va a ser fundamental en el Congreso. ¿Lo ve posible?

Aunque los grandes partidos no quisieran, es necesario. Por eso hay que incidir en que la sociedad es parte de todos estos cambios. Necesitamos que la gente sea ese cambio para forzar a que esos partidos que no quieran hablar se queden aislados. Debemos impulsar y empujar para que ese diálogo exista. Como dijo Garzón cuando vino aquí, “yo puedo tener el gobierno, pero si no tengo el poder no me vale de nada”.

¿Cree que los nuevos partidos han restado votantes a Unidad Popular?

Por supuesto, quien lo niegue se engañaría. Podemos se ha mostrado como un partido de regeneración, de cambio y sin mochilas detrás. El problema es que la centralidad que está tomando no es lo que la gente quería, al menos para los que tenemos una mentalidad de izquierdas o queremos un cambio por la izquierda. Por eso muchos están volviendo el voto hacia la izquierda. IU ha hecho muchas cosas buenas, también ha cometido errores, pero con Garzón hay un cambio, una regeneración, y eso la gente lo está percibiendo. Decimos lo que queremos, no engañamos a nadie. Siempre hemos sido de izquierdas y queremos un cambio.

Lo que están vendiendo otros partidos como Podemos o Ciudadanos es un cambio, pero al final son la nueva socialdemocracia o la nueva derecha liberal. Por eso la izquierda siempre va a estar ahí, nosotros no vamos a escondernos.

“Necesitamos un nuevo país porque en seis años nos lo han destrozado”
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