jueves. 28.03.2024

El artista Pedro Sobrado vivió de primera mano las revueltas de Mayo del 68. Entonces residía en París y pudo ser testigo directo del movimiento estudiantil que quiso remover los cimientos de la sociedad francesa de la época.

En el año 68 vivía en París, ¿cómo eran las cosas allí?

Como bien indicó el líder del movimiento, Daniel Cohn-Bendit, aquello no se trató de una revolución, sino de una revuelta. Él era un estudiante en París de origen alemán. Hubo un momento en el que la Guardia Policial le expulsó del país tras detenerlo y lo envío a Alemania. Entonces volvió a pasar la frontera de manera clandestina, fue apresado de nuevo y devuelto al país germano. El arma con el que contaban los manifestantes eran los adoquines y los cócteles molotov. Después de aquello en París se asfaltaron las calles para evitar que se repitieran de nuevo este tipo de escenas.

¿Qué buscaban los estudiantes con esta revuelta?

Durante ese mes no funcionaba nada, no había metro, el comercio estaba parado y ni siquiera se podía ir al aeropuerto. Se paralizó todo

Se buscaba cambiar el día a día. Consideraban que se trataba de una sociedad muy hipócrita y peleaban porque se cambiasen leyes que venían aplicándose desde los tiempos de Napoleón y que también afectaban a la vida diaria de la Universidad. 

Usted se muda a París en 1961 y se queda allí hasta el año 77, ¿cómo vivió personalmente ese Mayo del 68?

Aquellas revueltas fueron muy serias. Durante ese mes no funcionaba nada, no había metro, el comercio estaba parado y ni siquiera se podía ir al aeropuerto. Se paralizó todo. Se puede decir que París se divide en dos, a la derecha y a la izquierda del Sena. Yo vivía en la ribera de la derecha, donde todo estaba tranquilo, y los tumultos se situaban justo en la otra zona.

Fotografía de Pedro Sobrado en París en 1965 Pedro Sobrado en París en 1965

¿A qué personalidades conoció durante la época?

Entonces estábamos en permanente contacto con pintores y artistas. Hay una anécdota muy curiosa. El Jefe de Interior, que era funcionario, no político, era un gran coleccionista de arte y vivía en el propio Ministerio de Justicia. Un día me invitó a cenar, y tras acabar me dijo que me iba a enseñar lo que el denominaba una “joya”. Me mostró un mueble de caoba que era el bidé de María Antonieta.  De repente vino un Gendarme diciéndole que había llegado el Ministro porque en Saint Germain una revuelta se había ido de las manos, por lo que tuvo que excusarse e irse.

¿Durante esos días se acercó a la zona conflictiva para saber que estaba ocurriendo?

Pasé por allí pero prefería no acercarme a las barricadas porque era muy peligroso. En toda la revuelta sólo hubo tres muertos que además fueron producto de accidentes. El primero fue un sargentos de las CRS, que falleció después de que unos manifestantes soltasen un camión contra la barrera de guardias y él no se retirase a tiempo. Este momento fue muy impactante. Recuerdo estar en casa viendo las noticias en la televisión y que de golpe cortasen la programación para contarlo.  Otro de los fallecidos se produjo en una avalancha tras caer al Sena y ahogarse y el tercero se debió a un ajuste de cuentas para el que aprovecharon la situación.  Comenzaron a faltar alimentos porque la distribución empezó a tener problemas. Recuerdo que justo al lado de donde yo vivía había una tienda de comestibles y la dueña era mi vecina. Ella se encargaba de que tuviéramos leche, huevos y demás.

Cuadro de Pedro Sobrado sobre las manifestaciones de Mayo del 68

¿Cómo era la pintura de Sobrado durante esta época?

Entonces me dedicaba especialmente al arte abstracto. Primero trazaba pequeños dibujos que luego convertía en cuadros. En ese momento esta corriente era la moda en París. Había también otros estilos como el realismo pero no era la principal tendencia. Después de que terminasen las barricadas ya no volví a pintar este estilo y me centré, hasta hoy, en el arte figurativo. El Museo MAS cuenta en su colección con un cuadro que pinté sobre este momento. 

¿Qué intentó plasmar en el mismo?

Después de que terminasen las barricadas ya no volví a pintar este estilo y me centré, hasta hoy, en el arte figurativo

Se trata de una obra de 1,30x 97 y refleja la revuelta de estudiantes y como estos sacaban los adoquines para tirarlos mientras se movían en masa. Frente a ellos están los guardias cogidos por los brazos y haciendo una barrera. Fue una lucha tremenda. 

¿Qué diferencias había entre la España de esa época y Francia?

Eran completamente distintas. Allí había libertad mientras aquí la prensa estaba censurada. No sabías nada que el régimen no quisiera que supieses. Noté un cambio muy grande al llegar allí.

El pintor Pedro Sobrado

¿Por qué decidió marcharse?

En 1959 hice mi primera exposición seria aquí en Santander. Tuvo muy buena acogida, la prensa fue muy favorable y entonces decidí dejar la empresa en la que trabajaba e irme a Madrid, donde estuve entre 1959 y 1961. Allí conocí a muchos artistas y quise probar suerte en París porque en España se hacían muchos bodegones y un estilo de arte diferente. En un principio al llegar a Francia pintaba figuras sin cara y luego ya comencé con el abstracto.

¿Qué queda hoy en día del espíritu de mayo del 68?

Todo pasa muy rápido. El cabecilla Daniel Cohn-Bendit lidera hoy el partido de los verdes en Alemania.  Mucha gente compara la movida de Francia con la de España pero fueron muy diferentes, aquí fue más cultural mientras que allí era una revuelta contra el Gobierno, para pedirles cuentas sobre las cosas que no estaban bien.  Lo que se buscaba era romper con la hipocresía. Por otra parte la policía trató de que no se produjera una masacre. En esos años aquí la lucha era distinta. 
 

“Mayo del 68 cambió mi pintura”
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