El aclamado autor de novelas policíacas, Lorenzo Silva, ha venido hasta San Vicente de la Barquera para celebrar el Día de las Letras de Cantabria con los estudiantes del IES José Hierro. En su encuentro, autor y lectores han puesto en común por las historias del brigada Rubén Bevilacqua y la sargento Virginia Chamorro.
¿Qué ha significado para usted participar en el Día de las Letras de Cantabria?
La literatura será relevante en la medida en la que siga habiendo lectores
Llevo mucho tiempo haciendo este tipo de actividades. La literatura es para mí desde que era pequeño un espacio de realización personal y desde hace casi cuarenta años también mi oficio. Creo que la literatura será relevante en la medida en la que siga habiendo lectores. Los que creemos en ella, tanto en leerla como en escribirla tenemos la obligación moral de intentar trasladar a la gente, y particularmente a los más jóvenes el por qué es importante y por qué puede serlo para ellos. Hay quien cree que la literatura interesa poco y en este tipo de actos veo como si se les acerca a los más jóvenes, les interesa mucho más de lo que creemos.
¿Cómo decidió iniciarse en el mundo de la escritura?
Era un niño. Supongo que sucedió porque era lector desde muy pequeño y me lo pasaba muy bien leyendo y escribiendo. Con trece años empecé a escribir historias como pasatiempo, ya que me entretenía y distraía y poco a poco fue convirtiéndose en algo más serio. Me di cuenta de que era mi lugar en el mundo, algo que era complicado, ya que era joven y te preguntas cómo vas a vivir de esto.
¿Cree que los adolescentes de hoy en día están interesados en la lectura?
Al igual que nosotros, están interesados en aquella lectura que les remueve y les dice algo. Estoy convencido de que siempre hay libros para remover a cada persona. Quizá el problema es que no siempre sabemos acercárselo para que lo encuentren. Ellos no son el problema.
Existe el límite biológico del propio personaje, pero además de eso creo que antes, una ficción tiene sus límites
La serie de Bevilacqua y Chamorro comenzó a escribirse en 1998 y más de dos décadas después sigue conectando con el público joven, ¿cómo cree que es posible?
Es algo muy sorprendente. Primero porque yo no pensaba hacer una saga literaria, y nunca me planteé que unos personajes pudiesen vivir veinte años. Una vez vi que tenía recorrido, he procurado cuidarlo y no trivializarlo, o prostituirlo. Cuando me planteo una historia nueva para estos personajes busco algo que les haga salir de lo anterior, teniendo en cuenta su recorrido pero intentando que cada una de ellas esté atenta a lo que en ese momento está vivo y presente en la sociedad. Cuando empecé a escribir mi última novela, que habla sobre el Estrecho, se trataba de un tema que no estaba presente en la actualidad nacional como lo ha estado después pero eso no quería decir que allí no pasasen cosas, sino que no se estaban contando.
¿Hasta cuándo podremos seguir descubriendo las aventuras de estos dos guardias civiles?
Existe el límite biológico del propio personaje, pero además de eso creo que antes, una ficción tiene sus límites. Hace un tiempo hice una trilogía juvenil que me pidieron continuar con una cuarta entrega, pero para mí los personajes ya estaban contados. En el caso de Bevilacqua, vemos como se jubilará y entonces igual no tiene sentido continuar, o sí, pero de otra manera. De momento tengo tres historias más y luego ya analizaré cual es el paisaje tras la batalla.
El género policíaco ha experimentado un boom muy importante en los últimos años, ¿a qué cree que se debe este repentino éxito?
Toda sociedad tienen una realidad criminal, toda sociedad enfrenta el crimen de una manera y tiene una relevancia
Era un filón como tantos otros que estaba infraexplotado. Toda sociedad tienen una realidad criminal, toda sociedad enfrenta el crimen de una manera y tiene una relevancia. En la española no se había hecho mucha literatura sobre ello, y al calor del éxito de otras literaturas como la francesa o la nórdica, hace un tiempo las editoriales empezaron a apostar por el género y por ello hay mucha materia prima y mucha historia que contar. Hay muy buenos escritores acercándose al género.
Cada vez vemos más autores jóvenes despuntando, especialmente en el terreno de la poesía, ¿cree que este país cuenta actualmente con una gran cantera de escritores noveles?
Estamos en una sociedad más alfabetizada que nunca, en la que se tiene más acceso del que jamás se ha tenido a la información y la lectura. Aunque debería ser mejor, se cuenta con una red de bibliotecas desconocida hasta ahora. Quien quiera buscar su camino lo puede encontrar. La literatura es la primera industria cultural del país, es un sector potente y existe una gran diversidad, algo que es un gran valor. No es fácil que te publiquen pero hay cauces y eso genera que el talento se pueda ir viendo.
Acaba de presentar ‘Lejos del corazón’, ¿tiene ya en mente cuál será su próxima historia?
Estoy terminándola, espero que salga en mayo. Es una novela de género, lo que pasa es que esta vez no son mis protagonistas habituales sino un nuevo personaje.
