sábado. 20.04.2024

La Fura dels Baus, una de las compañías de teatro más innovadoras de España, se embarca en una nueva aventura. Nunca mejor dicho, porque el proyecto es su tercer barco-ópera, La Naumon, que navegará por diferentes puertos de España y del mundo acogiendo no solo los espectáculos de La Fura, sino exposiciones científicas, culturales… Uno de sus directores artísticos, Carlus Padrissa (Balsareny, 1959), nos atiende junto a la embarcación y su nueva turbovela, que permitirá trayectos más sostenibles de este enorme carguero. Una innovación tecnológica que tiene firma cántabra y que llevará por todo el mundo la imagen de Leonardo Torres Quevedo.

Este barco rema con las letras, la cultura, y se enfrenta con la cultura y la ciencia a los problemas de la Humanidad

¿Cómo surge la idea de instalar esta turbovela?

En La Fura nos gustan siempre retos más difíciles. El primer barco era ‘Las Olimpiadas’, que nos lo pagaron entero. Quedó muy bien, pero era un barco falso de 30 metros, con ruedas y empujado por varios equipos de rugby. Con él dimos la vuelta al Estadio Olímpico. Pero teníamos ganas de un barco de verdad, y con el 25 aniversario conseguimos un barco de Noruega. Con aquel hicimos 45.000 millas marinas, cruzamos 18 veces el Estrecho de Gibraltar y fuimos hasta China y volvimos, 40 días y 40 noches sin parar. Con la llegada de la crisis todo esto se hizo insostenible. Ahora, con el 500 aniversario de la Vuelta al Mundo, nos animamos otra vez. Encontramos a Bound4blue, que están entre Santander y Cataluña y que tenían el proyecto de esta vela, financiado por el Gobierno de Cantabria al 40%, y el resto de la Comunidad Europea. Pensamos que sería bueno que el tercer barco no fuera un trozo de metal industrial, que consume y contamina. Hay que reciclarse, y con esta vela somos más sostenibles.

Esta embarcación, La Naumon, une cultura, sostenibilidad, tecnología. Pero, ¿qué podrán ver los visitantes de esta ópera flotante?

De entrada van a encontrar una foto de Leonardo Torres Quevedo junto al lema ‘La fiebre de inventar’. Aquí van a encontrar tanto inventos científicos, que los estamos pidiendo, como arte y cultura. Va a haber exposiciones, y la bodega será un centro inmersivo. Queremos que la gente se embelese, que incluso lo exageren un poco.

Turbovela instalada en La Naumon, el barco de La Fura dels Baus | Foto: edc Turbovela instalada en La Naumon, el barco de La Fura dels Baus | Foto: edc

¿Y qué representa La Naumon?

Cuando subimos a un sitio flotante nos recuerda al vientre de nuestra madre, donde fuimos creados. Un barco tiene ese poder. Hay algo que te conecta con lo más interno, lo más atávico. Es un sitio para reflexionar. Estamos en un mar, un planeta azul. En el agua comenzó la vida. La Naumon, la Nave del Mundo en catalán, es una metáfora de nuestro planeta, que es puerto y barco al mismo tiempo, que orbita por el espacio. Los que vivimos en este planeta, o remamos en la misma dirección o nos hundimos. El planeta seguirá, pero la Humanidad se puede hundir. Este barco rema con las letras, la cultura, y se enfrenta con la cultura y la ciencia a los problemas de la Humanidad. Muchos de ellos son globales: la pobreza, la emergencia climática, la sostenibilidad, el covid, las enfermedades… Hay que actuar localmente, pero pensando en globalidad.

¿La cultura necesita evolucionar para ser más sostenible?

La Naumon es una ópera flotante propulsada por el teatro del viento que se interesa por las artes performativas

Claro. Viajamos de un sitio a otro con aviones. Este barco, por ejemplo, también contamina, pero no queremos que sea así. En 2004 ya estuvimos aquí con un espectáculo en la Grúa de Piedra, y al día siguiente nos fuimos a actuar al Divano, un festival muy importante. Cruzamos el Estrecho de Gibraltar y volvimos. Pero eso no es sostenible. Ahora, si vamos allí, pasaremos por cada pueblo. Y así podemos dar la vuelta al mundo igualmente, pero no ir de un sitio a otro directamente. Haremos como los circos, y pararemos en los puertos que nos quieran. Esa será la filosofía. Saldremos y donde nos lleve el viento.

La Naumon va a recalar en varios puertos de España y Portugal. ¿Se continuará por el resto del mundo?

Empezaremos en Pasajes para hacer un homenaje a Elcano, que era de esa zona, e iremos viniendo hacia aquí. Mayo sería una buena época para salir, yendo puerto a puerto donde quepamos y nos dejen. Nosotros empezamos con un carro y una mula en 1979 en homenaje a La Barraca en honor a Lorca.

¿Y por qué el nombre de Leonardo Torres Quevedo?

Uno de los cuidadores de nuestro barco es Javier González, que es de la Villa de las tres mentiras (Santillana del Mar). Nos lo ha cuidado durante muchos años cuando ha estado en Requejada, un lugar al que volveremos porque nos han tratado muy bien. Queremos que todos salgamos ganando: los inventos, las empresas, las obras de arte, las óperas. Todo va a ser innovador para que la especie humana siga su evolución. La Naumon es una ópera flotante propulsada por el teatro del viento que se interesa por las artes performativas, multidisciplinares, inmersivas. Este mundo, que ahora es muy innovador, ya lo trataba La Fura desde el primer día.

Inmersión es la vida misma. Cuando naces estás en un mundo inmersivo. El teatro ha tardado mucho en ser inmersivo, pero era el paso normal. Las fiestas populares son mucho más inmersivas que el teatro en mayúsculas, con una caja escénica, la cuarta pared… Aquí en Cantabria hay algo especial en sus bailes, sus fiestas populares y las estelas cántabras.

“La cultura necesita evolucionar para ser más sostenible”
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