viernes. 19.04.2024

La pandemia de coronavirus cogió por sorpresa a muchos sectores que no estaban preparados para lo que implicaba y obligaba a hacer el Estado de Alarma decretado por el Gobierno de España a mediados de marzo. La Educación fue uno de ellos. Alumnos y profesores tuvieron que adaptarse casi sobre la marcha a un escenario completamente nuevo. Y entre ellos, unos de los que más lo han sufrido han sido los estudiantes que afrontan la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), lo que hasta hace no mucho tiempo se conocía como Selectividad. Unos exámenes que determinarán el futuro de 3.108 alumnos en Cantabria y que, este año más que nunca, ha requerido de un esfuerzo, organización y preparación por parte de todas las partes implicadas.

Y aunque todos reconocen ese esfuerzo, la visión de cómo se ha gestionado esta EBAU no es exactamente igual. Desde el Gobierno de Cantabria se asegura que se han puesto todos los esfuerzos desde el primer día para abordar las necesidades a las que obliga el coronavirus y poder realizar las pruebas con las máximas garantías de seguridad y sanitarias. La directora general de Innovación e Inspección Educativa, Mercedes García,  ha explicado a este medio que desde el Ejecutivo se afronta “con cierta serenidad”.

García ha señalado que desde marzo “un total de 6 inspectores trabajaron en la organización” de la EBAU

García ha señalado que desde marzo “un total de 6 inspectores trabajaron en la organización” de la EBAU. Una organización “pensada para que todos los alumnos llegaran a este punto”. Para la prueba en concreto, que comienza este miércoles con los primeros exámenes, se ha optado por descentralizar. La directora general apunta dos motivos: “por seguridad e higiene, pero también porque para los alumnos hacer la prueba cerca de sus hogares y en entornos que conocen supone una ayuda emocional”.

En total son 25 centros y 206 aulas, de las que unas 50 son en la universidad. El resto será en institutos. Todos ellos, como ha explicado García, han sido analizados por inspectores y responsables de riesgos laborales en compañía de los directores de los centros, determinando “cómo organizar entradas, salidas, por dónde circular, etc.” y siendo aprobado por Salud Pública.

Unas palabras que ha reiterado este martes la consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo de Cantabria, Marina Lombó, quien ha transmitido un mensaje de tranquilidad para una edición que ha calificado de "excepcional", al tiempo que ha augurado una superación con "éxito" de esta primera gran convocatoria pública de la "nueva normalidad".

Lombó puesto en valor el "esfuerzo coordinado" de todas las partes implicadas en la organización de la EBAU, donde el Ejecutivo regional y la Universidad de Cantabria han dispuesto todo para el desarrollo de unas pruebas "seguras para todo el mundo, docentes y alumnado", cuyos objetivos principales son evitar aglomeraciones y regular un acceso seguro a las sedes garantizando tránsitos ágiles.

MÁS DOCENTES

La directora general ha subrayado que “este año va a haber más docentes en las pruebas”, pues a los habituales vocales presentes en la EBAU se suman otros profesionales que van a asistirles, “siguiendo siempre las normas de seguridad y sanitarias”. En total, Cantabria contará con cerca de 500 docentes.

“Estamos satisfechos, el objetivo es ayudar al alumnado, que acudan a la prueba más serenos”, ha valorado García

En todo caso, la organización seguirá siempre las normas de seguridad y sanitarias. Las pruebas siempre respetarán la distancia de seguridad entre los alumnos (de ahí el aumento de aulas), por lo que “no tendrán que utilizar mascarilla”. Respecto a los descansos entre pruebas, se realizarán por zonas, y dado que los alumnos estarán cerca de sus hogares, “podrán incluso ir a comer allí y descansar”.

García ha subrayado que las aulas y los lugares en los que se sientan los alumnos se desinfectarán tras cada prueba, aunque el primer día, dado que es la misma prueba para todos, “se sentarán en el mismo puesto” durante todos los exámenes. Asimismo, se han adaptado aulas para aquellos alumnos con mayor riesgo ante la COVID-19.

“Estamos satisfechos, el objetivo es ayudar al alumnado, que acudan a la prueba más serenos”, ha valorado la directora general.

SINDICATOS

La visión del Gobierno coincide en muchos aspectos con la de los sindicatos. Laura Guate, responsable regional de Educación de UGT, ha asegurado que “se ha hecho lo que se ha podido y como se ha podido”, pues celebrar la EBAU “era una prioridad para todos”.

A su juicio, “se han destinado todos los esfuerzos por parte de todos, de alumnos, profesores y organización”. A este respecto, Guate considera que “está bastante bien organizado”, habiéndose tomado “todas las medidas necesarias” desde el punto de vista de la prevención de riesgos.

Con todo, ha mostrado su preocupación por el desarrollo de la prueba, no tanto dentro de las aulas como “los contactos entre alumnos durante la entrada y la salida”. “Somos conscientes de los nervios que viven los alumnos, pero pedimos máxima responsabilidad”, ha afirmado.

La joven reconoce que la educación online de estos meses “no es comparable con la presencial”

Respecto a la reapertura de las aulas a principios de junio, Guate ha señalado que los alumnos tenían un buen nivel de conocimientos, pero “necesitaban un contacto con los docentes” para obtener “tranquilidad emocional”.

Por su parte, Miriam Gómez, representante de STEC, también hace una “valoración positiva” de la organización de la EBAU, pero ha señalado que “nos hubiera gustado que se creara un Comité de Seguridad y Salud, porque no hemos participado en la elaboración de las medidas”, algo que de hecho han pedido “desde el principio del Estado de Alarma”.

La representante de los docentes ha criticado, no obstante, que a los profesores “no se les considera grupo de riesgo, por lo que no les han dado material”. Esto ha provocado que haya habido “dificultades con el personal más vulnerable”, pues tienen que incorporarse si se les llama, “aunque por regla general se está respetando”.

Gómez ha señalado que tras la reapertura de las aulas la incorporación de alumnos ha sido “muy baja”. “Abrir a toda costa las aulas no ha ido acompañado de una necesidad real del alumnado”, ha opinado, afirmando que la organización online ha sido muy buena, y los alumnos se han adaptado bien al nuevo sistema.

También ha criticado lo que considera una “mala gestión” del Gobierno autonómico al no dar mascarillas ni material de higiene y seguridad, “que ha dependido de cada centro”. La representante de STEC reconoce que “ha habido dificultades”.

“Hay asignaturas de las que sigue entrando todo aun no habiéndolo dado”, ha criticado la alumna

ALUMNOS

La visión de los alumnos es muy variada. Todos ellos, sin embargo, reconocen la dificultad de este año. Violeta Alonso, que realizará la EBAU en el IES Santa Clara, reconoce que el curso “se ha hecho muy largo”, aunque llega a los exámenes “con muchas ganas de terminar”. La joven reconoce que la educación online de estos meses “no es comparable con la presencial”, algo que comparten muchos otros estudiantes. Eso sí, reconoce que “todos hemos hecho un esfuerzo para conseguir sacar adelante el resto del curso y poder prepararnos adecuadamente”.

A la hora de afrontar la prueba, reconoce que el temario estudiado de forma online “no lo tengo tan claro como el que aprendí yendo a clase”, y respecto a su futuro, se ve “fuera de España”, por lo que opta por “una carrera en inglés”.

La dificultad de este curso también es algo que preocupa a Carmen Rodríguez, que también realizará la prueba en Santa Clara. “Hay asignaturas de las que sigue entrando todo aun no habiéndolo dado”, ha criticado, lamentando que “por parte del instituto” no ha habido “casi ninguna preparación”. Y es que, en su caso, la formación online no ha sido una buena experiencia, “nos reventaban a trabajos pensándose que no teníamos más que su asignatura”. Respecto a su futuro, “ahora mismo solo vivo el presente”.

La visión de Juan Beteta, estudiante en el IES Ataúlfo Argenta de Castro Urdiales y que realizará la EBAU en el IES Dr. José Zapatero Domínguez del mismo municipio, también muestra cierta preocupación. “Afronto la Selectividad con un poco de presión, lo cual es normal”, ha reconocido, aunque en su caso “la preparación ha sido buena a lo largo de todo el año y muy orientada a esta prueba”.

Sin embargo, reconoce que la última parte de la materia, por las condiciones a las que ha obligado la COVID-19, “la he tenido que preparar por mi cuenta con ayuda e instrucciones de mis profesores”. Una etapa de la enseñanza que le “ha resultado verdaderamente difícil”, pues “no estoy acostumbrado a trabajar mucho en casa”. En cuanto a su futuro, se enfoca al “mundo de la empresa y la economía”.

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