martes. 23.04.2024

Este año, un centenar de alumnos ciegos o con grave discapacidad visual de toda España, se enfrentan a las pruebas de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), que se celebrarán, en la mayoría de las comunidades autónomas, en los primeros días de julio. De entre este centenar de estudiantes, dos de ellos se presentan en Cantabria en la prueba que se celebrará del 8 al 10 de julio.

Así lo ha dado a conocer la ONCE, que ha explicado que, para su preparación, han contado con el apoyo de los maestros de los Equipos Específicos de Atención Educativa que la ONCE, en colaboración con administraciones educativas, pone a disposición de este alumnado a lo largo de toda su formación. En la actualidad son 430.

De esta forma, la entidad ha hecho especial hincapié en que los técnicos y maestros de la ONCE se encargan estos días de velar porque la accesibilidad y la igualdad en el acceso a esta prueba sea efectiva para los estudiantes con discapacidad visual. Así pues, las medidas para la correcta realización de la prueba por parte de estos alumnos consisten en exámenes y ordenadores adaptados; acceso a la información de forma accesible; y cualquier necesidad que permita una educación inclusiva, en igualdad.

El censo por comunidades autónomas de estos alumnos es el siguiente: Andalucía, 19; Aragón, 4; Asturias, 1; Islas Baleares, 1; Canarias, 2; Cantabria, 2; Castilla-La Mancha, 3; Castilla y León, 4; Cataluña, 16; Comunidad Valenciana, 12; Extremadura, 1; Galicia, 8; La Rioja, 2; Madrid, 10; Murcia, 7; y País Vasco, 7.

La ONCE ha señalado que el maestro valora al alumnado y elabora un Plan Individual de Atención Educativa del alumno. En función de las necesidades que presente el alumnado, la atención prestada puede ir desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al centro escolar, a una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión tanto dentro como fuera del aula, en aspectos académicos y/o relacionados con lo social (recreo, deporte, ocio y tiempo libre).

Además, las áreas de intervención son muy diversas y arrancan con los primeros años y las instrumentales básicas (alfabetización y enseñanza del sistema braille) para recorrer el uso de la tecnología (adaptada en cada caso), autonomía personal (orientación y movilidad), competencia social, ajuste a la discapacidad, estimulación visual, adaptación de materiales de todo tipo, información y dotación de recursos y materiales o transcripción de textos a braille o sonido.

Dos alumnos ciegos o con grave discapacidad visual se enfrentan a la EBAU en Cantabria
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