miércoles. 24.04.2024

Las ayudas a las personas que peor lo pasan siempre han existido. El Banco de Alimentos de Cantabria lleva desde el año 1994 ofreciendo alimentos variados a aquellas familias que no han tenido la suerte de cara.

Pero en los últimos años se han visto desbordados por la terrible y larga crisis que azota el país, aunque, a su vez, los gestos de solidaridad también se han multiplicado, bien sea a través de voluntarios o de donantes que se vuelcan en las famosas “operaciones kilo” o en las campañas que esta asociación  organiza a lo largo del año.

Gracias a esto, desde el año que comenzaron hasta la actualidad, se han repartido 10 millones de kilos de alimentos provenientes de unos 26.000 proveedores de toda Cantabria.

Hasta su nave de la calle Fernando de los Ríos de Santander, donde tienen cámaras frigoríficas para guardar los alimentos frescos, muchos de ellos provienen de empresas cántabras, y numerosas cajas y despensas con paquetes de arroz, pasta, legumbres o productos infantiles, se acercan familias de distintos puntos de la región, enviados a través de los Servicios Sociales de su Ayuntamiento.

Francisco del Pozo, presidente del Bando de Alimentos de Cantabria, explica que es muy importante llevar un control de receptores para proporcionar de manera correcta y equitativa los productos.

El tiempo que transcurre entre los repartos varía en función de las necesidades de cada familia y del número de miembros de ésta. Y, aunque su objetivo es poder dar un paquete de alimentos cada mes, el aumento del número de colectivos les ha obligado a espaciarlo entre un mes y medio o dos meses.

Asimismo, se otorga entre 35 y 40 kilos de alimentos variados por persona.

Pero no sólo son las familias las receptoras de esta ayuda, la Cocina Económica, los comedores escolares, las guarderías y centros de mayores poco retribuidos, o familias de inmigrantes y nativos procedentes de parroquias son beneficiarias de estos alimentos.

Como la solidaridad de los ciudadanos ha aumentado y, por ende, las donaciones de alimentos, tienen una nave de 2.500 metros cuadrados cedida por el Gobierno de Cantabria, por lo que les resulta más fácil descargar los tráiler de alimentos que llegan y organizarse mejor.

En la “Gran recogida” que se llevó a cabo en noviembre de 2014 se recaudaron 920.000 kilos de alimentos, por lo que esperan que para este año aumente a 940.000 kilos.

Los alimentos que más dan los ciudadanos son arroz, legumbres, pasta, azúcar, conservas o harina, en cambio, los productos infantiles y el aceite son de los más demandados, debido al elevado coste, pero los menos recogidos.

“Muchas familias hacen compra en supermercados cercanos y nos lo acercan hasta aquí”, comenta Francisco, por lo que se muestra muy satisfecho y orgulloso de la generosidad de los cántabros.

 

 

 

La solidaridad en tiempos de crisis
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