viernes. 29.03.2024

La continua caída del precio del petróleo ha tenido su principal víctima en las petroleras, que han anunciado el despido de miles de personas, reducción de dividendos y desinversiones, en un contexto que continúa siendo incierto ante la falta de acuerdo para acometer una reducción en la producción de crudo que convenza a los mercados.

Los resultados anuales de las petroleras han puesto de manifiesto los efectos de un crudo en mínimos para estas compañías. En el conjunto del año, estas empresas han ganado cuatro veces menos, con varias de ellas presentando incluso pérdidas por encima de los 3.000 millones.

Como consecuencia, las petroleras han decidido prepararse para lo peor ya que reconocen no saber cuánto durará la tendencia bajista de precios.

En esta línea, la estadounidense Chevron anunció la supresión de entre 6.000 y 7.000 empleos, mientras que la adquisición de la británica BG por Shell se saldará con el despido de 10.000 trabajadores. Además, la mayoría de estas empresas han decidido reducir sus inversiones y gastos de exploración.     

El problema de estas empresas ha sido "principal y exclusivamente" la caída de los precios.

A partir de aquí, la adopción de nuevas medidas dependerá de cómo evolucione el precio del petróleo durante los próximos meses, después de haber comenzado el año rompiendo mínimos de 27 dólares por barril. En estos momentos, el crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza en torno a los 33-35 dólares.

"Si se produce una recuperación rápida el daño será menor y muchas de las compañías recuperarán buena parte de su valor", explica el analista de XTB Álvaro García-Capelo, que subraya que el problema de estas empresas ha sido "principal y exclusivamente" la caída de los precios.

Por su parte, el analista de SelfBank Felipe López-Gálvez advierte de que "a estos niveles a las empresas y países productores empiezan a no salirle las cuentas", una situación que en su opinión "debería acabar derivando en un recorte de la producción".

El futuro del petróleo continúa siendo incierto y su precio sigue sumido en una volatilidad

"Lo que está claro es que en cuanto recuperemos niveles previos a la caída, en caso de que se den, las empresas de 'fracking' se lo pensarán dos veces antes de lanzarse al mercado", subraya García-Capelo. Recordemos que sacar un barril de crudo convencional en Arabia Saudí cuesta entre tres y cinco dólares mientras el fracking en EEUU sale por unos 50 dólares aproximadamente.

Sin embargo, el futuro del petróleo continúa siendo incierto y su precio sigue sumido en una volatilidad afectada por las dudas sobre la economía mundial, la sobreoferta del mercado y los continuos rumores sobre un acuerdo entre los principales productores para reducir su producción.

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