viernes. 29.03.2024

Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito que se caracteriza por la facilidad y rapidez con la que ofrecen liquidez a sus clientes y por los altos intereses que habitualmente llevan aparejados. Estos últimos, de hecho, son el principal motivo que ha llevado a decenas de miles de usuarios a reclamar sus tarjetas revolving. Unas reclamaciones que, a tenor de las muchas favorables resoluciones judiciales, seguro que seguirán en aumento en el futuro.

No obstante, muchas personas que tienen contratado un crédito revolving se preguntan si de verdad merece la pena reclamar, por los costes que puede acarrear la reclamación y porque no están seguros de que el suyo sea verdaderamente un caso ganador. 

LA EXISTENCIA DE USURA

Sin lugar a dudas, si algo puede dar tranquilidad a los usuarios de las tarjetas revolving es que en la práctica totalidad de los supuestos en los que se ha demostrado la existencia de usura la justicia ha fallado a favor del consumidor. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de usura? 

Concretamente, los tribunales establecen el límite para hablar o no de usura cuando los intereses de un crédito son significativamente superiores al interés normal del dinero, una cifra que viene mensualmente marcada por el Banco de España. Como ejemplo aclaratorio, sirve la sentencia del 4 de marzo del Tribunal Supremo, que juzgaba el caso de una tarjeta revolving comercializada por WiZink. En este supuesto, el Alto Tribunal establece en el 20 % el límite para determinar la existencia de usura en un crédito de este tipo. 

OTROS ARGUMENTOS PARA RECLAMAR TARJETAS REVOLVING

Además de los intereses desproporcionados, en relación con el interés normal del dinero en el momento de la contratación del crédito, existen otros factores que pueden hacer que la justicia considere que son abusivas estas tarjetas o la forma en que se ofrecen a los consumidores. 

Por un lado, estos productos bancarios suelen ir dirigidos a un perfil muy específico y, para convencerle de sus bondades, se recurre a agresivas e insistentes técnicas de promoción. Además, otra característica común es que se ofrecen como principal reclamo las cuotas tan bajas que mensualmente el usuario ha de abonar a la entidad financiera. Aunque, sin embargo, detrás de esa pequeña cantidad se esconden los tan altos intereses que antes hemos mencionado. Es entonces cuando es posible argumentar que se ha dado una falta de transparencia a la hora de comunicar de forma clara y comprensible las condiciones del préstamo.

Por último, una práctica que también se repite con bastante frecuencia por parte de las entidades es la de incitar al consumo y promover la realización de compras con la tarjeta revolving. Así, lo que se consigue es continuar engordando la cantidad de intereses pendientes.

EL PROCEDIMIENTO DE RECLAMACIÓN

En cuanto a los pasos que es necesario dar para reclamar una tarjeta revolving, todos los expertos coinciden en la necesidad de agotar la vía extrajudicial antes de ir a juicio. De esta forma, habría que acudir a la entidad en la que se ha contratado el crédito, preferiblemente al departamento de atención al cliente, y esperar la correspondiente respuesta. 

Si en el plazo máximo de dos meses, el banco no responde o decide ignorar la reclamación del cliente de la tarjeta revolving, se puede acudir al Banco de España. Y en este supuesto se deberá esperar un periodo máximo de cuatro meses antes de acudir a la vía judicial. Y, aunque las probabilidades de éxito en estos casos son muy altas, hay que recordar que será conveniente aportar todas aquellas pruebas o documentos que reflejen que ha habido usura o abuso por parte de la entidad financiera.

¿Pensando en reclamar tarjetas revolving?
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