La aventura de la Gimnástica de Torrelavega de llegar a la final de la Copa Federación, título que no solo engrosaría las vitrinas del club sino que supondría una inyección económica notable a las arcas del equipo, ha terminado este miércoles con un empate a dos que deja un sabor agridulce en la boca de los aficionados. No solo porque se acaba el sueño de luchar por la final, después de perder por 1-0 en la ida contra el Atlético Baleares, sino porque los blanquiazules tuvieron el pase al alcance de la mano.
El encuentro estuvo dominado durante la mayor parte del tiempo por los de Raúl Pérez, que tuvieron una primera oportunidad de adelantarse en el marcador en el minuto 15. Pero el dominio del equipo local no se tradujo en un tanto para la Gimnástica, todo lo contrario. En el minuto 27 se adelantaba el Atlético Baleares.
La victoria parecía muy alejada, pero menos de cinco minutos después un centro de Vitienes era introducido en la portería visitante por el propio portero, lo que volvía a poner tablas en el marcador. Aunque la Gimnástica debía ahora marcar otros dos tantos para entrar en la final, los blanquiazules no se resignaron y continuaron su lucha, que llegó con empate a uno al descanso.
Un equipo volcado al ataque
La Gimnástica mantuvo el espíritu en la segunda mitad, volcándose al ataque y soñando, aunque fuera por un momento, que la victoria era posible. Ese empeño tuvo su recompensa en el minuto 65, cuando Siro marcó el segundo tanto para los blanquiazules. El Malecón rugía animando a su equipo, que había dado un paso más hacia la ansiada y deseada final.
Sin embargo, la meta volvió a alejarse cuando en el minuto 73 el Atlético Baleares volvía a igualar el marcador, resultado que se mantuvo hasta el pitido final.
