Bruno Comín regresa del Campeonato de Europa sub 23 celebrado desde el pasado jueves y hasta ayer domingo en Tallin con una décima posición, el récord regional absoluto y sub 23 de decatlón y dos plusmarcas sub 23 más. Una extraordinaria actuación la firmada por el joven atleta cántabro que dejó además siete marcas personales.
La pista de la capital de Estonia fue testigo de un excelente Bruno Comín que cerró la competición con un total de 7.688 puntos en el decatlón, una puntuación a la que ningún cántabro había conseguido llegar, lo que supone batir el récord absoluto de Cantabria, hasta el momento en poder del también internacional Víctor Ruiz Cueli con 7.630 puntos. Un gran registro que, por consiguiente, configura un nuevo récord regional sub 23, y que se trata, además, de la quinta mejor marca española sub 23 y decimoquinta absoluta de la historia.
En el camino a conseguir ese broche final, Comín consiguió un total de siete marcas personales de las diez pruebas disputadas. Así, el decatleta batió dos récords cántabros sub 23 más, en el 110 vallas y en la pértiga. El crono se detuvo en 14.66 en el 110 vallas, bajando la plusmarca que él mismo había establecido en 14.74; mientras, en la pértiga se elevó por encima de los 4.80 metros para consagrarse como el mejor cántabro sub 23 de la historia en dicha prueba tras superar los 4.70 metros de José Luis Canales, un récord que permanecía inmóvil desde hace más de 30 años.
Además, Comín también finalizó con marcas personales los 100 metros, con un tiempo de 11.16; la longitud, donde saltó hasta los 7.33 metros; los 400, con un crono de 49.42; la jabalina, que envió hasta los 47.23 metros; y los 1.500, llegando a meta en 4:35.77. El resto de parciales fueron de 12.86 en peso, 1.96 en altura y 42.08 en disco.
El podio europeo de decatlón se decidió alrededor de los 8.000 puntos. El oro fue para el alemán Andreas Bechmann con una puntuación total de 8.142 puntos, la plata para el neerlandés Sven Roosen con 8.056 y el bronce para el noruego Markus Rooth con 7.967.
La expedición española más numerosa de la historia, que contó con un total de 67 atletas (37 hombres y 30 mujeres), volvió de Tallin con una cuarta posición en el medallero europeo, con récord de 15 medallas y 29 puestos de finalista.
