sábado. 20.04.2024

Nueva York, 1957. Pero podría ser Santander, Madrid, París, Londres, Roma o cualquier otra ciudad en 2020. Lo que relata ‘West Side Story’ no solo es atemporal, sino que sigue presente en todas las sociedades del mundo. El odio al extranjero, la violencia, el sentimiento de pertenencia a un grupo, el amor. Conceptos universales que desde ayer miércoles pueden verse en la adaptación que SOM Produce y WSS 100 Aniversario 2017 AIE han traído al Palacio de Festivales. Una adaptación única en el mundo, pues sigue a pies juntillas la historia original de 1957, algo que no ocurre actualmente ni siquiera en Broadway.

‘West Side Story’ se traslada al escenario santanderino en todo su esplendor

La capital cántabra acoge hasta el sábado la historia de Tony y María, la inmortal música de Leonard Bernstein y las coreografías de Jerome Robbins en un espectáculo que desprende, desde el primer minuto, la magia de las grandes obras de Broadway, no solo por la profundidad dramática del relato o por lo conocidos que son temas como ‘María’, ‘América’ o ‘Tonight’, convenientemente traducidos al español, sino por contar con una producción que va más allá de lo que puede verse en el teatro tradicional, incluso en el musical.

La puesta en escena, los decorados, los vestuarios, los actores,… ‘West Side Story’ se traslada al escenario santanderino en todo su esplendor para manejar las emociones de los espectadores desde el humor y el amor iniciales hasta el trágico final. La adaptación que presenta el director Federico Barrios respeta, como homenaje a una obra clásica del siglo XX, el espíritu de la obra, pero aporta el necesario toque moderno en lenguaje y planteamiento de algunas secuencias para hacerlo accesible a los tiempos que corren. Términos racistas, lenguaje militar y una dura secuencia de agresión de género son algunos de estos cambios que se combinan con los conceptos más tradicionales de la obra.

La versatilidad de su escenario, unido a un tradicional y colorido vestuario que define a la banda de los Shark (puertorriqueños) con gamas cálidas y a la banda de los Jets (polacos) con colores más fríos, permiten una narrativa compleja, cargada de dramatismo, espectacularidad visual y agilidad formal, lo que aprovecha el director para plantear algunos de los momentos más bellos del relato, como es la transición durante el baile de instituto que desata la tragedia final, o el mashup previo a la primera pelea, en el que se unen progresivamente las diferentes líneas argumentales que ofrece la obra.

Pero la magia de ‘West Side Story’ va más allá. El musical cuenta con una riqueza narrativa pocas veces vista en un escenario. A la acción principal, habitualmente desarrollada por dos únicos personajes, se suman en muchas ocasiones acciones en segundo término que, lejos de depender de lo que el espectador está viendo, completan una historia mucho más grande que el amor imposible de estos Romeo y Julieta modernos. Las referencias al clásico de Shakespeare nunca se han ocultado en esta obra, y en esta representación están más presentes que nunca, tanto en el relato como en la magnífica puesta en escena de Barrios.

El papel del reparto en este musical es igualmente importante. Su participación abarca los tres aspectos de este tipo de obras: actuación, canto y baile. Cada personaje tiene un tratamiento, lo que hace mucho más compleja la obra, y a su vez convierte la experiencia en algo inolvidable. Por supuesto, la atención siempre está puesta en los papeles de Tony y María y su amor imposible, y aquí es donde Talía del Val eleva el personaje de la enamorada a un nuevo nivel, ofreciendo un espectáculo extraordinario gracias a su presencia en escena y magnífica voz, sin duda uno de los atractivos de este ‘West Side Story’. Junto a ella, actores como Guido Balzaretti, Silvia Álvarez u Oriol Anglada convierten en inmortales, de nuevo, los temas originales que ahora los asistentes al Palacio de Festivales podrán escuchar en español.

Pocas veces se tiene la oportunidad de asistir a un evento de estas características. Pasado, presente y futuro se unen para dar vida a este clásico que, con los necesarios retoques narrativos (algunos pueden herir ciertas sensibilidades), está plenamente vigente en nuestro país y cualquier otro rincón del planeta. Porque de lo que habla ‘West Side Story’ no es solo de amor. Habla del miedo, del odio, de sentirnos parte de algo más grande, de la rivalidad, del respeto, de la amistad, del dolor. Habla de todo aquello que nos hace humanos.

Una de las grandes obras maestras del siglo XX que sigue vigente en el siglo XXI
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