sábado. 20.04.2024

Tiempos difíciles que han necesitado soluciones complicadas. El alto a la actividad económica general se activó a mediados de marzo en España ante la declaración del estado de alarma. Una situación excepcional, causada por la COVID-19, que obligó al Gobierno a actuar con rapidez para evitar una  oleada de contagios letal para la población y el sistema sanitario.

Fruto de ese cese, la administración pública ha tenido que ofrecer vías de escape a los negocios y a las familias para evitar un derrumbe total del sistema. Así, se propuso la figura del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), con unas prestaciones económicas otorgadas a todas las personas afectadas por este para poder tener un aporte económico con el que subsistir.

¿El problema? Que muchos hogares todavía no han visto ni un céntimo de dichas prestaciones aun a mediados de mayo. La economía familiar de muchos trabajadores ha recibido una brutal herida debido al retraso en los pagos, a pesar de que los trámites se llevaran a cabo dentro del plazo estipulado y con toda la eficacia que las circunstancias permitían.

El portal online del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) cuelga un mensaje de error perenne ante todos aquellos que todavía no han recibido el dinero que les corresponde y cuya inquietud empieza a acentuarse. Tanto es así, que las solicitud de créditos personales, la búsqueda de inyecciones económicas, empieza a sobrevolar sus mentes.

LA LENTITUD EN EL PAGO DE LAS PRESTACIONES POR ERTE EMPIEZA A TRAER PROBLEMAS

Las empresas aseguran por activa y por pasiva haber enviado la documentación bastante tiempo atrás, y haber llevado a cabo los pasos adecuadamente. Las gestorías corroboran la acción transparente y clara de los negocios que han seguido el procedimiento para la aplicación del ERTE, dejando el balón en el tejado de las administraciones públicas.

Por su parte, el SEPE asegura que los trámites también están hechos y que solo falta que se ejecuten los pagos correspondientes. Sin embargo, el dinero no llega y las soluciones empiezan a buscarse en otros lugares. Algunas familias siguen pudiendo respirar con alivio al contar con ahorros, pero otras empiezan a ver los números rojos en el horizonte y buscan remedio.

AUMENTA EL INTERÉS POR LOS PRÉSTAMOS

Tanto los créditos personales, que estaban en una situación delicada antes de que explotara esta crisis pandémica, como los créditos online, están en el punto de mira de las familias. El retraso en el pago de las prestaciones se está notando especialmente en los préstamos hipotecarios, que están siendo testigos del mayor número de impagos registrados hasta la fecha.

Las familias que buscan este otro camino para tener algo de liquidez se están centrando sobre todo en el ámbito digital. Los créditos en línea, con micropréstamos, créditos rápidos y otros tantos, de los que leer más aquí, ofrecidos por financieras de internet, suenan bien para salir del paso; pero no son la solución más adecuada.

La falta de información suele llevar a problemas que suelen ser incluso peores que los previos a la solicitud del crédito. Hay cierto descontrol con algunas empresas de créditos en internet que acaba derivando en unos intereses altísimos, en unos plazos demasiado cortos o en unas condiciones que, simplemente, son inviables para dar forma a una solución lógica y útil.

Por su parte, las entidades bancarias están moviendo ficha para intentar flexibilizar sus condiciones y contar con más fondos para familias con problemas. Sin embargo, su propuesta al final sigue siendo la de siempre: ofrecer dinero ahora, pero cobrarlo en el futuro con sus respectivos intereses y gastos adicionales.

Son dos problemáticas que derivan de un mismo modelo de producto financiero, y que a su vez nacen por la lentitud de un procedimiento que debe terminar de ponerse en marcha cuanto antes. Aunque la desescalada está a la vuelta de la esquina con el nuevo plan de fases del Gobierno, queda mucho para que la "nueva normalidad" se instaure.

Muchos sectores lo van a notar en su rendimiento económico, y muchas familias lo van a notar en sus bolsillos. Se acerca el momento de que todos rememos en la misma dirección para poder capear la que puede ser una de las crisis económicas globales más fuertes de la historia; pero, para poder hacerlo, es necesario tapar ese agujero económico de dos meses que ha quedado en 2020.

¿Se solucionará pronto? El movimiento ha empezado a acentuarse en las últimas semanas y es de esperar que, más pronto que tarde, lleguen las prestaciones a los que la necesitan. De hecho, el Gobierno está estudiando ofrecer pluses a aquellas familias con hijos, e incluso una prestación mínima vital para intentar garantizar unas condiciones de vida dignas en aquellos hogares donde las condiciones son peores.

Poco a poco se acerca la luz y la tormenta se calma. ¿Acabará mayo con el cobro de las prestaciones por ERTE en todas las familias?

El retraso en los ERTE empuja a las solicitudes de crédito
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