sábado. 20.04.2024

La globalización de la sociedad ha llegado a tal extremo que una persona en Santander puede conectarse y pedir un producto en una tienda de Pekín, o reservar directamente en un hotel de El Cairo esquivando las diferencias en el lenguaje y los intermediarios. Pero todas las ventajas que ofrece esta red global que es Internet también conllevan ciertos riesgos, exponiendo nuestra red, nuestra identidad y el punto desde el que nos conectamos.

La solución a parte de estos riesgos puede estar en una VPN, que es un tipo de red que imita una red privada en una pública. Sus siglas responden a Virtual Private Network, y aunque no garantiza el anonimato, sí mejora la privacidad en gran medida, tanto para visitar medios de comunicación como eldiariocantabria.es, como para acceder a aquellas páginas web que habitualmente visitamos.

De hecho, las funciones más básicas de este tipo de redes son la mejora de la seguridad ante posibles ciberdelincuentes, blindando el dispositivo al hacer que tanto la IP como la ubicación desde la que nos conectamos no sean visibles para nadie más que para nosotros. Pero además, ofrece alguna mayor libertad, ya que se utilizan diferentes direcciones IP, lo que en muchos casos nos permitirá acceder a páginas y servicios que podrían estar bloqueados.

Pero, ¿por qué sería necesario el uso de este tipo de redes? Cualquier persona ahora mismo tiene toda su vida en su ordenador o en su móvil. Tenemos conversaciones privadas, realizamos movimientos bancarios, trabajamos en línea. Y una conexión no segura puede hacer que todos esos datos, toda esa información sobre uno mismo, termine en manos de gobiernos, de webs o de otras terceras partes a las que no deseamos dar determinados datos.

Un servidor VPN actúa como cortafuegos en la conexión a Internet. Si alguien quiere rastrear tus acciones podrá hacerlo, claro está, pero solo hasta el VPN (salvo que se inicie sesión en webs como YouTube o Google). Dicho de otro modo, nadie podrá saber lo que haces en línea, ni siquiera tu proveedor de servicios de Internet o las propias webs que visites.

También aporta una libertad que no se tiene en una red sin la seguridad que ofrecen las VPN. Al conectarnos a este tipo de servidores de un país concreto será como si estuviéramos físicamente en dicho país. Y en determinadas ocasiones puede ser útil, pues hay gobiernos que censuran parte de Internet o ponen restricciones a las redes sociales.

Posiblemente una de las mayores utilidades sea la protección al conectarnos a una Wi-Fi pública. Todo usuario de Internet ha escuchado en algún momento la recomendación de evitar, en la medida de lo posible, conectarse a este tipo de redes Wi-Fi. Y es que desconocemos quién ha configurado esa red y, lo más importante, quién más está conectado. Esa es la gran ventaja de los hackers, que aprovechan para robar datos personales y toda la información posible. Con la VPN todos estos datos se envían a través de un túnel cifrado, lo que hace que sea casi imposible verlos.

¿Por qué necesitas una VPN para navegar por Internet?
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