En la actualidad gran cantidad de negocios poseen su propia página web. Este hecho ha condicionado la presencia en el mercado de numerosos redactores de contenidos. El nombre puede crear algo de confusión, pero la verdad es que un redactor de contenidos en realidad es una persona que escribe y por lo tanto un escritor. En este sentido, entre sus principales pedidos se encuentran escribir artículos para blogs, páginas web y en redes sociales. Un trabajo que se puede realizar desde casa, con una mínima inversión: conexión wifi, equipo informático e impresoras (que podrás ver en esta comparativa) para poder imprimir nuestro trabajo y revisarlo con más detalle.
¿QUÉ VENTAJAS Y DESVENTAJAS CONLLEVA ESTA PROFESIÓN?
Una de las principales ventajas de esta profesión es poder escribir bien desde cualquier lugar con un horario hecho a tu medida. En tal contexto, al ser trabajador autónomo no estás obligado a cumplir horarios establecidos ni tener que desplazarte a ningún sitio.
Asimismo, otra ventaja es que, al escribir de diversos temas, al mismo tiempo que se realiza la tarea se adquiere sabiduría y cultura. Existen ciertos encargos relacionados con una materia que el propio redactor domine y otros en cambio que necesitará buscar en algún enlace en internet la información necesaria para instruirse y cubrir ese trabajo.
Este factor, en ocasiones también es una desventaja, ya que buscar contenido de calidad, para redactar un artículo, donde informarse adecuadamente puede presentar serias dificultades. No todo lo que se publica en internet es una fuente fiable de información, por lo que sirve de gran ayuda si el cliente facilita enlaces o sitios web donde poder localizarla.
De igual modo, el redactor, al verse en la necesidad de tener que buscar información en varios sitios, tendrá que invertir una mayor número de horas. Este hecho nos hace llegar a la mayor desventaja de un redactor: el sueldo.
¿CUÁNTO PUEDE COBRAR UN REDACTOR DE CONTENIDOS?
La profesión de redactor de contenidos se encuentra desvalorizada por diversos motivos. En primer lugar, porque vivimos con el convencimiento, de manera errónea, de que todos podemos escribir. En segundo lugar, porque ese convencimiento da lugar a pensar que desarrollar este trabajo ocupa un mínimo número de horas.
En ese contexto, escribir no es únicamente unir palabras de manera consecutiva, con una ortografía y una gramática correcta, sino que además es necesario documentarse bien y que el texto tenga sentido, orden y la capacidad de transmitir y entretener a los lectores. Todo ello, hace que para redactar un buen artículo se necesite tiempo y dedicación e invertir un número determinado de horas.
De esta forma, para realizar un artículo de 700 palabras, de manera correcta y bien documentado se necesitan unas dos horas aproximadamente. En ese sentido, se debe tener en cuenta que el tiempo invertido no se contabiliza y por lo tanto no se cobra. Por consiguiente, analizando que se suele cobrar entre 1 y 2 euros las 100 palabras, estaríamos hablando que por un artículo de 700 palabras se cobrarían 3,5 euros la hora. Una cantidad que se encuentra fuera de la realidad de los mínimos establecidos.
